sábado, 28 de enero de 2012

Políticos sin imaginación II

El Problema Canino
Uno de los problemas insolubles en Salta es el de la abundante cantidad de perros con y sin dueño que deambulan por toda la Provincia. En otros tiempos existía la famosa "Perrera" que se encargaba de salir a atrapar a los perros indocumentados y luego de una prudente espera procedía a ejecutarlos. De un tiempo a esta parte, les fue reconocido el derecho a la vida y se prohibió la ejecución y se propuso a cambio la esterilización de mascotas a través de una campaña por la que los vehículos oficiales con veterinarios salen a extirpar las gónadas de los caninos. Creo que su lema es "extirpada la gónada terminados los cachorros o algo así".
El problema sigue siendo que las caninas son muy productivas en cada camada y con que una se haya escapado a bisturí basta para que la población de narices húmedas aumente. El costo para el municipio sigue siendo algo que no puede cerrar mientras la población canina crece y los ciudadanos sin perros se quejan por los perseguidores de gatos y exparcidores de basura.
Creo que a ningún funcionario se le ocurrió convertir ese excedente en una fuerza productiva. Ahí va mi propuesta:
Los esquimales durante miles de generaciones han utilizado trineos tirados por perros como medio de transporte. Ya sé, me van a decir que aquí no tenemos nieve. Pero por qué no usamos unos trineos con ruedas pequeñas, como los kartings de rulemanes. Sería una solución para abaratar el transporte. Sólo imagínenlo: trineos corriendo de los barrios al centro, impulsado por veloces caninos.
Me van a decir que hay perritos cuyo tamaño no les permitiría hacer esa tarea, pues puedo decirles que hay otras. Por ejemplo, en caminadoras o ruedas -como las de los hamsters- se puede hacer correr a esos incansables animalitos. Ellos podrían impulsar dínamos capaces de proporcionar energía eléctrica a casas de familia.
Sólo piénsenlo, cada habitación con su caschi generador de electricidad, sin contaminación, y de paso se evita que el animalito salga a correr por las calles.
Creo que hay que volver al viejo lema del 68: LA IMAGINACIÓN AL PODER.