sábado, 2 de marzo de 2013

Un personaje menor en la Batalla de Salta


El apóstata
Benancio Benavides
He traicionado
a mi naciente Patria
he renegado
de mi incipiente fe
he abandonado
a mis camaradas
y dejé de lado
sus sueños y esfuerzos
que también fueron míos
volviéndome hacia
esa bandera
cuyo rey prisionero
esperé destronar.

Hoy vienen
hacia mí en procesión
mis culpas, pecados
y traiciones.
Todos ven mi furia
y mi impotencia
porque sé que no puedo
clamar perdón
ni pedir clemencia.

Sé que sólo
el plomo candente
es mi destino
y en lo alto
de la barricada
entrego mi pecho
a la inmolación
del fuego certero
con un vaga
esperanza de que Dios
sea más piadoso
que mi propio juicio.

A Belgrano


El abogado de la Patria

Fue un hombre de leyes
Y por eso eligió litigar
Ante el Tribunal más severo
El de la Historia

Cuando los argumentos
Y las apelaciones
Le parecieron agotadas
Procuró la evidencia

En su tiempo el jurado
Le volvió el rostro
Para que los jueces
Lo condenaron al ostracismo

Con el tiempo implacable
Y los símbolos que lo perpetúan
Sentimos que ha tenido justicia
Pero no nuestra absolución.