tag:blogger.com,1999:blog-67540144714842253952024-03-17T20:00:52.580-07:00Letras y artes de combateRafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.comBlogger85125tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-6199021889400461642023-08-27T19:08:00.001-07:002023-08-27T19:08:23.848-07:00El malón recurrente<p> </p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">Congreso Nacional del
Folklore 2023<o:p></o:p></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">El malón recurrente<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Rafael Gutiérrez<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Introducción<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En
el presente año 2023, asistimos al desarrollo del “Tercer malón de la paz” que
pasó por Salta los días 25 y 26 de julio y fueron recibidos para pernoctar y
almorzar en la U.N.Sa. Para los integrantes de la delegación fue una grata
sorpresa enterarse que en la cátedra de “Problemáticas de las literaturas
argentina e hispanoamericana” sus antecedentes eran conocidos porque un texto
incorporado para su estudio hace años es el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Diario
de viaje de Hermógenes Cayo. El malón de la paz por las rutas de la Patria.</i><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Así
también fue nuestra sorpresa al enterarnos de que en otras carreras la historia
del acontecimiento no era conocida, por los que nos propusimos dar difusión al
texto y al documental que se encuentran liberados.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Del
mismo modo, hicimos la oferta a los integrantes del “Tercer malón de la paz”
para publicar las memorias que resultaran de esta campaña para que
continuáramos con la labor establecida por el lema de la U.N.Sa. “Mi sabiduría
viene de esta tierra”.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>A
tal efecto elaboramos esta ponencia como un recorrido por el desarrollo
diacrónico de los “malones” hasta nuestro presente, con la finalidad de mostrar
cómo las comunidades nativas sobrevivientes continúan una lucha de larga data.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El
malón en nuestra historia<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Cuando
referimos el término “malón”, la mayoría de las personas recuerdan las campañas
de saqueo llevadas a cabo por las naciones de la pampa y la Patagonia en contra
de las poblaciones criollas establecidas en esa frontera durante el siglo XIX.
Sucede que la práctica fue muy anterior hasta que se la generalizó con un
nombre de lengua mapuche:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">La noción de malón, que procede de la lengua mapuche, se usa para
aludir a un ataque repentino de indígenas. En concreto, podemos determinar que
procede de la palabra “mapudungun”, que es sinónimo de “hacer hostilidad al
enemigo”. Una palabra esta que también se usaba para hacer referencia
exactamente a los ataques por sorpresa que los mapuches realizaban en contra de
lo que eran las tropas españolas. (Pérez Porto, J., Merino, M.)<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Sucede
que desde que los europeos extendieron sus conquistas por territorio del
continente llamado por ellos América se encontraron con diversas naciones que
hacían un uso variado de ocupación que iban desde el recorrido, el pastoreo, el
empleo como cotos de caza según temporadas y otros que habían establecido
poblaciones permanentes con diferente grado de urbanización.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Pero
el descubrimiento del potencial económico del territorio hizo que los
diferentes gobiernos y empresas europeas buscaran justificaciones para invadir
y someter a las diversas naciones americanas, desde motivos religiosos a
razones de Estado, cada país europeo que pudo se hizo de una parte de América
sin importar que ya había pobladores y con diferentes grados de organización.
Todos fueron subsumidos en la categoría de “salvajes” o “bárbaros idólatras”
que debían ser salvados por los occidentales poseedores de una cultura superior
y de una religión verdadera.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Desde
el siglo XVI en adelante los europeos hicieron alianzas con naciones indígenas
aprovechando rivalidades previas para lograr objetivos propios, incorporándolos
incluso a guerras del Viejo Mundo, como sucedió con las disputas entre España y
Portugal y entre Francia e Inglaterra.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En
el siglo XIX se iniciaron las guerras de independencia en América bajo un
programa iluminista, por lo que los ideólogos de la revolución emitieron
proclamas afines a los ideales de “libertad, igualdad y fraternidad”, lo que
implicaba la incorporación de las naciones otrora sometidas al mismo proyecto
emancipador. Prueba de ello es que las proclamas de la Junta Provisional de
Gobierno emitidas en Buenos Aires en 1810 y la Declaración der Independencia de
1816 están redactadas en castellano, guaraní, aimara y quechua.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Consecuente
con ese programa, varias naciones indígenas se unieron a las tropas regulares
en campañas militares en contra de las fuerzas realistas, pero, terminadas las
guerras de independencia en el primer cuarto del siglo XIX, estas naciones
descubrieron que sólo fueron utilizadas por los criollos para cumplir sus
objetivos de ocupar el lugar de los gobernantes peninsulares.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Las
naciones nativas habían sido diezmadas por la guerra mientras continuaban
desposeídas de sus territorios ancestrales y de los derechos prometidos a los
ciudadanos de los nuevos países. Como resultado, varias naciones continuaron en
guerra contra los criollos con campañas esporádicas de saqueo, aprovechándose
de la debilidad de las líneas defensivas porque los ejércitos criollos se
encontraban comprometidos en las guerras civiles que siguieron a las guerras de
independencia.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">A eso hay que
sumarle que las nuevas naciones sacaron rédito de las guerras civiles de sus
países vecinos, estableciendo alianzas con las naciones indígenas para
debilitar aún más las fronteras internacionales del país colindante. Así la
convulsionada Argentina debía hacer frente a la amenaza de Chile, Brasil y
Paraguay que proveía de armas a las naciones indígenas y compraba parte de los botines
resultantes de los saqueos perpetrados durante los malones, en especial el
ganado equino y vacuno.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La
Argentina tenía un ejército muy debilitado y desorganizado para enfrentar las
incursiones de las naciones indígenas, por lo que se procedió a sucesivos
acuerdos que implicaban el pago de tributos a los jefes tribales más influyentes
para evitar sus ataques. Sin embargo esos pagos no llegaban a tiempo o no eran
suficientes, por lo que las campañas de saqueo se reanudaban, ocasionando que
las tropas de frontera volvieran a realizar contraataques de poca profundidad
en territorios que no conocían y sin suficientes recursos para darles
continuidad, reiniciando otra etapa de negociaciones.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>A
fines del siglo XIX, se intentó una defensa fija para evitar el saqueo de
ganado al sur de Buenos Aires, conocida como la zanja de Alsina; megaproyecto
que no llegó a completarse por su inutilidad frente a las estrategias de las
tropas nativas y a la lentitud de asignación de recursos para completarla.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Con
el cambio de gobierno fue el General Julio Argentino Roca el que propuso una defensa
activa<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que todos conocemos como la
“Campaña del Desierto” en el Sur y como “Campaña del Chaco” en esta zona del
país, que implicó el movimiento de tropas junto a acuerdos internacionales para
evitar la huida de las naciones aborígenes hacia países limítrofes. El
resultado es de todos conocido, las naciones fueron diezmadas, sometidas y
desposeídas, algunas hasta su virtual extinción. Las campañas fueron celebradas
como un triunfo de la civilización sobre la barbarie,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mostrando al mundo que la novísima República
Argentina era un país moderno, con pleno control sobre su territorio porque
había sometido a los salvajes que la habitaban, incorporando a la
“civilización” a quienes habían sido sometidos. Por ello, muchos de los
sobrevivientes fueron sumados al Ejército o a la Armada y se dio publicidad
internacional a esa medida civilizatoria, a semejanza de lo que hacían los
norteamericanos, los ingleses y los belgas con sus respectivos dominios.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Así
es que a principios del siglo XX, la República Argentina celebró su primer
centenario con actos fastuosos a los que invitaron a dignatarios y
representantes internacionales para que vieran a un país que se incorporaba en
el concierto de las naciones como una potencia, alejando cualquier amenaza de
conquista por parte de los países imperialistas que se repartían el mundo en
esos tiempos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Desde
esos gobiernos que ejecutaron las campañas de exterminio y sometimiento,
simultáneamente se llevó a cabo una amplia política inmigratoria destinada
a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“poblar el desierto” y lograr el
anhelo de conformar un país blanco, de europeos en el exilio. Sin embargo,
indígenas nativos, mestizos y afro descendientes no dejaron de existir como una
presencia incómoda que siempre se trató de ocultar o eliminar, pero a medida
que la escolarización gratuita y obligatoria se fue expandiendo, esas naciones
silenciadas pudieron acceder a la lectura y a la escritura, con lo que se
enteraron de sus derechos y comenzaron a reclamarlos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Enfrentamientos
y malones<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Entre
1874 y 1875 en los cerros de Cochinoca hubo un levantamiento de las comunidades
kollas que reclamaron al gobernador de Jujuy José María Álvarez Prado por sus
tierras ancestrales que concluyó con un enfrentamiento armado en el que el
Ejército Argentino se impuso sobre los sublevados. En la memoria comunitaria
quedó como la “Rebelión de los Tatitos” porque fueron los padres y abuelos de
las nuevas generaciones los que habían luchado ahí.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El
control de grandes territorios en manos de terratenientes aliados con los
gobiernos de turno, ejercieron un poder despótico y omnímodo sobre sus feudos
con tal impunidad que aún en el segundo gobierno radical, el Presidente
Hipólito Yrigoyen llevó a cabo una compra privada de grandes propiedades con la
finalidad de entregarlas a las comunidades ancestrales que las habitaban. Lo
que muestra la debilidad del Estado para hacer frente a los poderes económicos
aliados a los poderes políticos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Con
el ascenso del peronismo y las declaraciones del entonces Coronel Juan Domingo
Perón que proponía la reivindicación de todos los desposeídos, los pueblos
originarios postergados vieron la posibilidad de que haya un giro político que
atienda sus demandas centenarias. En esas circunstancias es que entre mayo y
setiembre de 1946 se realizó una marcha que atravesó el país, desde Jujuy hasta
Buenos Aires para reclamar por su derecho sobre tierras que les fueron arrebatadas
y en las que siguen siendo explotados con total impunidad, en un país que los
negó en su identidad y los trata como menos que ciudadanos de segunda.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El
Malón de la Paz<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En
1945 los descendientes de los Tatitos organizaron una marcha desde Jujuy hasta
Buenos Aires en reclamo de los territorios que habían pertenecido al Marquesado
de Yavi y a quienes Perón, en su campaña electoral, había prometido la
expropiación para su restitución.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Ese
movimiento tiene su antecedente inmediato en el trámite iniciado el 25 de
setiembre de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>1945, cuando los comuneros
kollas ingresaron en la Secretaría de Trabajo y Previsión en Buenos Aires un
escrito con sus reclamos ante la desposesión y el maltrato por parte de los
terratenientes. Los dirigentes Exaltación Flores, León Cari Solía y Juan Méndez
se presentaron ante la “Comisión honoraria de reducción de indios” que luego de
una larga espera los envió a tratar el asunto en el “Consejo agrario nacional”;
aunque el juicio solicitado nunca prosperó, el deambular por los laberintos de
la burocracia permitió que se encontraran con sus pares mapuches que realizaban
reclamos similares y ellos les presentaron al Tte. Retirado de Ingenieros Mario
Augusto Bertonasco que los ayudaría a organizarse para la larga marcha que
visibilizaría el reclamo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La
marcha tomó el nombre de “Malón de la Paz” para distanciarla de la connotación
negativa que tenía la referencia a “malón”, pero para acentuar su carácter se
le agregó el determinante “ por las rutas de la Patria”, haciendo hincapié en que
no se movían a campo traviesa como las partidas que asolaban las poblaciones en
el siglo XIX y que refrendaban su carácter de pertenecientes a la misma Patria
que sus ancestros habían ayudado a fundar y que luego había sido postergados
hasta la actualidad.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El
reclamo organizado como una peregrinación fue seguida y registrada por la
prensa nacional y de cada provincia por la que pasaban pero hay un testimonio
valioso que nos ha quedado, gracias a que un integrante de la comitiva,
Hermógenes Cayo, fue registrando en un cuaderno, a manera de diario, todo el
periplo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Diario de viaje de Hermógenes Cayo. El Malón
de la Paz por las rutas de la Patria</i> fue editado por el Museo de Arte
Popular “José Hernández” de Buenos Aires y puesto en libre circulación por la
web. El libro es resultado de la transcripción del cuaderno de Hermógenes Cayo
y fue ilustrado con los mapas del periplo, fotografías y un anexo de las obras
realizadas por el imaginero autor del texto.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En
1960, con el auspicio del Fondo Nacional de las Artes y de la Universidad de
Tucumán, la antropóloga Mabel Prelorán conoció a Hermógenes Cayo, con quien
realizó un documental que se estrenó en 1962 en el Teatro San Martín de Buenos
Aires con el título “Hermógenes Cayo (Imaginero)”. Actualmente el video está
liberado y disponible con el mismo título en YouTube.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El
Malón de la Paz hoy<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El
25 de julio de 2023 partió desde Jujuy el tercer malón de la paz, lo que a las
claras muestra que muchos de los reclamos presentados durante el primer
gobierno de Juan Domingo Perón aún siguen irresueltos, en especial lo referido
a la devolución de las tierras a sus propietarios ancestrales, yendo en contra
a la práctica heredada desde tiempos coloniales de entregar su dominio a los
conquistadores y sus descendientes, con todo lo que hubiera en ellas, incluso
personas.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La
posesión de tierras y personas fue legalizada por los gobiernos de las naciones
que impulsaron la conquista de América, las revoluciones independentistas
fragmentaron los imperios en nuevos países con la promesa de nuevas formas de
gobierno y derechos para sus habitantes, sin embargo hubo sectores de la
población que fueron relegados, llevándolos a largas luchas -de generaciones-
reclamando no sólo el trato igualitario sino la restitución de los que les pertenecía
a sus ancestros y que les fue negado en favor de intereses particulares que se
aliaron con los gobernantes de turno.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Muchos
de esos reclamos fueron negados, silenciados, invisibilizados o incluso
estigmatizados por los poderosos de turno aliados con los interesados en
mantener, agrandar y perpetuar sus fortunas; sin embargo y a pesar de todo la
verdad no puede ser ocultada siempre; de alguna manera algún testimonio queda y
es parte de nuestra responsabilidad darlos a conocer para que se haga justicia.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Estamos
dispuestos a dar nuestra colaboración con la publicación del testimonio del
“Tercer Malón de la Paz” y dar a conocer las publicaciones que hay sobre el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Diario de viaje de Hermógenes Cayo. El Malón
de la Paz por las rutas de la Patria</i>.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Bibliografía<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Cayo, Hermógenes (2012), <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Diario de viaje de Hermógenes Cayo. El Malón
de la Paz por las rutas de la Patria</i>, Buenos Aires, Dirección General de
Museos/Museo de Arte Popular José Hernández.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Pérez Porto, J., Merino, M. (7 de
diciembre de 2018). Malón - Qué es, definición y concepto. Definicion.de.
Última actualización el 21 de julio de 2020. Recuperado el 11 de agosto de 2023
de <a href="https://definicion.de/malon/">https://definicion.de/malon/</a><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Valko, Marcelo (2012), <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los indios invisibles del Malón de la Paz</i>,
Buenos Aires, Continente.<o:p></o:p></p>Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-89880909261132886712023-07-20T17:09:00.003-07:002023-07-20T17:09:36.691-07:00Discurso pronunciado en Chicoana el día 30 de junio de 2023<p> <b style="text-align: justify;"><span lang="ES">Discurso del profesor Rafael
Gutiérrez en Chicoana, Provincia de Salta, República Argentina.</span></b></p><p><b style="text-align: justify;"><span lang="ES">El día 30 de junio de 2023</span></b></p><p><b style="text-align: justify;"><span lang="ES">En el acto del día del Historiador en Argentina</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Autoridades, docentes,
estudiantes de todos los niveles, público, señoras, señores ¡Que gusto estar
acá, en nombre de la Universidad Nacional de Salta! Que nos hayan abierto las
puertas para compartir justamente esta idea de que la universidad se debe a su
comunidad. Y la comunidad en este caso de toda la provincia de Salta. La
Universidad Nacional de Salta comenzó modestamente en la ciudad de Salta y fue
generando distintas sedes hasta que llegó a una etapa <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de expansión, a través de los centros de
extensión, y eso depende de la Secretaría de Extensión que es la que busca
justamente este vínculo con la comunidad que, tal como lo dijera la Profesora <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>María Elina Tejerina, que me precedió en el micrófono,
no se trata solamente de que la universidad venga a enseñar algo. Acá hay un
gran conocimiento. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Esta mañana se acercó una
señora que me dijo: “soy sólo una vecina”. Se acercó al estand de la Editorial
de la U.N.Sa. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y empezó a contarme
brevemente su vida. Una gran experiencia de vida. Bien, esa experiencia es valiosísima.
Uno puede estudiar durante años en la universidad, pero la experiencia de vida
es insustituible. Por algo todas las comunidades tuvieron en su formación un
consejo de ancianos. Antes de que se inventara la escritura ¿dónde estaba el
conocimiento? En la memoria de los ancianos. Bien, acá hay una comunidad que
fue transfiriendo la memoria y ha llegado el momento en que esos saberes se transfieran
a los libros. Ése es el trabajo del investigador que va a recoger, va a ordenar
esos testimonios, la documentación y va a escribir los libros. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Justo ayer les decaía a mis
estudiantes que en mi época no nos quedaba otra fuente de conocimiento que la
biblioteca. Ahora, yo puedo sacar mi celular del bolsillo y mientras voy en el
colectivo, acceder a muchas bibliotecas. Gracias a esto, recién lo decía María
Elina, podemos acceder a la biblioteca de la universidad y leer los libros
virtuales. O sea, no es necesario solamente que tengamos los libros en papel.
Hay muchos nostálgicos, piensen que yo vengo del milenio pasado donde los
libros eran en papel y me gusta tenerlos en papel y leerlos en papel, pero también
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tenemos dispositivos con los que podemos
acceder desde panatallas. Y todo lo que tenemos, ahora, un celular, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>o una computadora, son fruto de siglos de
elaboración tecnológica. Las herramientas que nos permiten conectarnos y hacer
cosas desde espacios distantes. Yo, esta mañana cuando llegué, teníamos que
organizar la donación pero la secretaria quedó en la sede central en Salta, en su
oficina. Y ¿qué hice?, tomé esta herramienta, le mandé los datos a la
secretaria y le dije ¡confeccióname un Acta y envíamela! Fui a la fotocopiadora
y la imprimí. O sea, a pesar de que ella está en Salta y yo este acá en Chicoana,
pudimos conectarnos gracias a una herramienta.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">El ser humano es una especie
que ha desarrollado muchas herramientas. Eso nos ha permitido grandes avances y
decía Jorge Luis Borges, de todas las herramientas que ha inventado el ser
humano, son todas herramientas que extienden nuestras capacidades físicas. Hay
una herramienta que extiende la capacidad de la mente y esa herramienta es el
libro. Por eso es que la universidad tiene su editorial para que ese
conocimiento se plasme en caracteres, en marcas que nosotros podemos relevar y
de ahí reconstruir el conocimiento, de alguien que está lejos, ya sea en el
tiempo o en el espacio. Ayer justamente, hablaba con un amigo que está en
Barcelona y nos mandó un libro para que lo publiquemos, y me dijo: “cuando vuelva
por Salta voy a llevar los libros y los voy a presentar en Frankfurt, en París,
en Londres”. O sea, lo va a llevar por Europa y los europeos van a compartir el
conocimiento de un salteño sobre su mundo, sobre su forma de pensar, sobre su
forma de sentir. Ese conocimiento es el que nos acerca y nos hermana. Por eso
es que en China -que está en las antípodas, o sea al otro lado del mundo- leen
nuestra literatura y entonces dicen: “así son los argentinos, así piensan”. Y
han llegado allá libros de salteños. Entonces pueden decir: “así es un salteño”.
Bueno, faltan los libros de ustedes. Si, ¡Ustedes que están sentados ahí!
¡Ustedes van a escribir la próxima generación de libros! ¡Ustedes van a
hacernos conocer por los japoneses, por los chinos, por los coreanos, por los
rusos! ¡Ustedes tienen que escribir los próximos libros! <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Por eso, la obligación
nuestra, nuestra de todos los docentes que estamos acá, de formarlos para que
cuenten con esas herramientas. Porque los que estamos acá, hacemos lo que
hacemos, podemos ver más lejos, porque estamos parados sobre los hombros de
gigantes. Son esos gigantes que nos han legado el conocimiento. Y podemos
conversar con ellos gracias a los libros. Hace más de hace cuatro mil años que
escribieron libros y nosotros podemos leer esos libros y gracias a ellos vamos
a entender problemas que tenemos ahora. Y vamos a darle soluciones a problemas
que tenemos ahora. Si, gracias a que un griego en algún momento dijo: “A ver ¿cómo
esta ordenado el mundo?”. Y entonces pensó en un orden que fuera universal y
dijo: “el punto, la recta, el plano”. Y dijo, también: “de toda multitud la
puedo ordenar”, inventó el número. En alguna parte también se fueron inventado
las formas de representar las ideas, en palabras, en sonidos y ese conocimiento
es el legado que tenemos y gracias a ello nosotros contamos con todo lo que
tenemos ahora. Y la próxima generación se beneficiará con todo lo que nosotros
hagamos con ese conocimiento que nos ha sido legado. Nosotros recibimos una
herencia grandísima y ahora se la estamos pasando a ustedes, les estamos dando
una fortuna. Hay una historia de un esclavo que llegó solamente con una chiripa
a la plantación y entonces, cuando llegó con los otros esclavos les dijo: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 150%; margin-left: 54.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Esclavo1:
bueno, yo necesito algo de ropa... <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 54.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Esclavos2:
¿qué tenés para cambiar?, no tenés nada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin-left: 54.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Esclavo1:
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No, yo si tengo algo para cambiar.
Ustedes me van a dar ropa y zapatos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 150%; margin-left: 54.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Esclavo2:
Pero estás desnudo, ¿qué podés darnos?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Entonces se arrodilló en el piso y anotó: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Esclavo1: ésta es la A, ésta la B...<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Les enseña a escribir y a la larga ese esclavo va
a conseguir la libertad de los otros esclavos. Entonces, ven, el conocimiento
es poderoso, el conocimiento es intangible. Sí, puedo estar desnudo y llevarlo
conmigo. Y todo eso lo están heredando ustedes en un trabajo arduo. Sí, nos
lleva mucho tiempo estudiar y cuesta aprender. A los docentes nos cuesta
enseñar. Sí ¡es un trabajo duro! arduo ¿Por qué lo hacemos? Incluso no está
bien pagado. Entonces quiere decir que hay algo más.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">En el stand de la EUNSa <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>yo mostraba los libros y había gente que me decía:
“uy, yo mañana recién cobro. Pero este libro me gusta y este otro también”. Somos
mal pagados y querríamos tener más accesos a más bienes. Entonces ¿por qué
hacemos esto si estamos mal pagados?<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Porque no hay mayor satisfacción que hacer lo que a uno le gusta.
Entonces cuando ustedes tengan que elegir su carrera ya que como parte de las
actividades van a poder pasar y elegir entre la oferta que tiene la universidad.
Fundamentalmente piensen ¿qué me gustaría ser? ¿en qué soy bueno? <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A ver, dentro de lo que a mí me gusta ser y en
qué soy bueno... qué hay en la universidad que vaya por ahí. Y lo mejor que
puede pasarles, a ustedes, es poder vivir de hacer lo que les gusta. Yo soy
profesor en letras. ¿Qué hago cuando tengo estudiantes aspirantes a estudiar
letras? <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>les digo: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">A1: ¿Te gusta leer?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">A2:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No, no
me gusta<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">A1: Entonces no es tu carrera.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A1: ¿Te
gusta leer?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">A3: sí. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">A1: ¿Te gusta hablar de lo que lees? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">A3: Si.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">A1: Bien. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Un profesor de letras es alguien que lee y habla
de lo que lee y le pagan por eso. Sí. Yo vivo de eso. De leer y hablar de lo
que leo y me pagan por eso. Y en este momento me han puesto la responsabilidad
de dirigir la editorial de la universidad. De lo que otros piensan, dicen, investigan,
producen conocimiento y lo quieren dar a conocer. Por eso, tan pronto como se
acercaron estos chicos de la universidad, de la carrera de historia, y me
dijeron: “queremos llevar libros” y bueno, les digo: “yo voy con un stand, para
exhibir y vender libros. De todas las áreas que tenemos”. Y nosotros ponemos ahí
a disposición. Y tal como dijeron los que me precedieron en el micrófono, esta
es la primera vez. O sea que vamos a volver. Recién cuando estábamos ahí atrás.
Estábamos con alguien que quiere organizar algo conmigo y si, como verán somos
materia dispuesta para organizar y hacer cosas. Así que ha medida de que
ustedes dispongan y nosotros lo podamos organizar venimos y hacemos cosas.
Compartimos. Realmente la humanidad se hizo humanidad y dejaron de ser bestias
para convertirse en gente cuando tuvieron este don de la solidaridad, de
ayudarnos los unos a los otros. De cuidar al que está enfermo, al que está
herido, al que no puede valerse por si mismo, lo ayudamos entre nosotros. Y
llega un momento en que nuestras capacidades se van menguando y entonces, las
nuevas generaciones nos ayudan y cambio le retribuimos nuestro conocimiento.
Por eso les dije al principio: “toda cultura creció gracias a un consejo de
ancianos”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Así que celebro que estén acá los representantes
de los jubilados. Sí, tenemos que valorar eso. La memoria. Muchas veces cuando
somos jóvenes tenemos la soberbia de que tenemos todas las capacidades. Pero
hay algo insustituible, la experiencia de vida. Bien, eso era lo que quería
compartir con ustedes y que sientan que estamos con ustedes. Porque si hemos
llegado a la universidad, todos los que estamos en la universidad, es porque
todos ustedes han puesto el esfuerzo para construir la universidad. Dicen ¿cómo?
Todos ustedes quieran o no pagan un impuesto. Ese impuesto va a las arcas
nacionales, las arcas nacionales pagan la universidad. Entonces ese esfuerzo
solidario y común que todos debemos compartir. Así que especialmente este mensaje
para ustedes chicos, ahí pueden encontrar un camino para su futuro. Bienvenidos.
<o:p></o:p></span></p>Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-47275858704928285462023-05-16T17:07:00.001-07:002023-05-16T17:07:13.236-07:00Poesón (al universo) de Leopoldo Teuco Castilla<p> </p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-ansi-language: ES-AR;">Poesón (al universo)</span></i><span style="mso-ansi-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="mso-ansi-language: ES-AR;">Leopoldo Teuco Castilla 2016<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES-AR;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Hacer poesía desde
la física a la metafísica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El Libro de poemas
de Leopoldo Teuco Castilla se titula <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Poesón</i>,
que de inmediato nos hace pensar en un aumentativo de poesía y especulamos con
que se trata de una poesía magnificada, si cabe tal posibilidad. Sin embargo,
debajo de esas letras destacadas en blanco sobre un fondo negro, hay un
paréntesis que completa el título: "(al universo)".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Entonces prestamos
atención al diseño de tapa y notamos que ese fondo oscuro es la inmensa noche
del universo con una galaxia al entro y otras perdidas en esa infinitud. Al pe
de la tapa, debajo del nombre del autor, está el sello de la editorial:
"El Suri porfiado", imagen de la mitología prehispánica de la región,
que representa de algún modo el universo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>A medida que
avanzamos en el poemario descubrimos que el poeta se ha adentrado en los
meandros de la astrofísica y tradujo las arduas ecuaciones a términos poéticos,
reiterando su capacidad de acceder desde la física a la metafísica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Después de todo, la
astrofísica busca explicar el principio y el fin del universo, mientras que le
poeta busca dotar de un sentido a ese infinito movimiento de masa y energía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El espectáculo del
universo ha inspirado tanto la religión y la ciencia como la poesía, todas
formas brotadas del espectador consciente de sí y de su finitud que se
pregunta: "¿Por qué todo y no la nada misma?"<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Han pasado decenas
de milenios desde que el ancestro primitivo se irguió sobre sus patas traseras
y miró el cielo diurno y nocturno con la gran angustia de quien ve todo por
primera vez.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Como conocedor de
la astrofísica, Leopoldo Castilla hace del movimiento cósmico, sus leyes y
paradojas, el material para poetizar sobre las angustias existenciales de la
especie que toma la palabra como el brujo que busca con sus sortilegios
verbales conjurar los temores ancestrales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Así como el
científico crea neologismos para nominar los objetos y fenómenos que descubre,
el poeta especula con una partícula elemental que tal vez sí sea "la partícula
de Dios", el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">poesón</i>. Principio
creativo del átomo que así como porta la vida, también puede engendrar la
muerte: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">poesón</i>, simil fonético de
"poison" o se "veneno".<o:p></o:p></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="mso-ansi-language: ES-AR;">26/05/2020<o:p></o:p></span></p>Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-19166309428606596492023-05-14T18:18:00.001-07:002023-05-14T18:18:22.152-07:00Lo pienso así nomás<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES">Hoy vi una nota en TV con las imágenes de estándares de belleza qye se
proyectan desde los medios masivos y los problemas que acarrean sobre el resto
de las mujeres. No es la primera nota de ese tipo que veo al cabo de varias
décadas pues sucede que –desde que las mujeres descubrieron que el deseo mueve
a los hombres- buscaron la forma de sacar ventaja de eso. El capitalismo
reconoció prontamente la potencialidad económica del deseo y tomó a mujeres con
características físicas excepcionales y
las exhibió como un estándar el que el resto debía aspirar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES">Entonces se asocia la imagen de una mujer exitosa con esa similitud al
estándar de belleza establecido, se convirtió en un índice más de estatus
porque lograr esa imagen requiere una inversión económica que no cualquiera
puede realizar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES">A partir de allí, las mujeres o padecen la frustración o se empeñan en
alcanzar ese estándar para exhibirlo por los medios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES">La aspiración a ese físico perfecto es la búsqueda de una fantasía , porque
quienes lo buscan imaginan que quienes lo tienen viven en un mundo de
lujos y placeres. Mientras que la
realidad es que los lujos pueden existir en la vida de esas personas objeto de
admiración, pero los placeres muchas veces se postergan como parte del precio
que deben pagar por los lujos que exhiben.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES">Los rasgos, el cabello y el cuerpo privilegiado que llevan al éxito deben
ser mantenidos con distintos esfuerzos y
hasta sacrificios: gimnasios, masajes, cosméticos, peluqueros, cosmetólogos y
dietas que les impiden disfrutar de comer o beber, porque o bien si los
consumen es con culpa y, a veces, con vómitos posteriores para evitar que desbalanceen
el “cuerpo perfecto”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES">Otro problema es que la belleza tiene un tiempo de caducidad y si a todos
ese proceso natural nos afecta, cuanto más a quienes hicieron de eso su modo de
ganarse la vida y relacionarse con los demás.<o:p></o:p></span></p>
<p><span style="text-align: right;">28/04/2023</span> </p>Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-47733242483223692062023-05-14T18:17:00.000-07:002023-05-14T18:17:28.685-07:00A treinta años del premio Casa de las Américas para la novela Augustus <p> <span style="text-align: center;">Cuando la envidia habló en la literatura de Salta</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">A treinta años del premio Casa de las Américas
para la novela <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Augustus</i> de Liliana
Bellone<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">La literatura en Salta, a lo largo del siglo XX, pretendió mostrarse como
una actividad eminentemente masculina, vinculada a la bohemia de tertulias con
música, tabaco y alcohol, en un ambiente que no era considerado apropiado para
una dama respetable.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">De hecho, la mayor parte de la literatura producida por mujeres en Salta
está vinculada a la labor docente, familiar o religiosa, porque eran los
ámbitos en que sí podían manifestarse honrosa y decentemente las mujeres
respetables de Salta.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Sin embargo, hacia la década de 1970 la universidad ya se había instalado
en Salta para transformar las costumbres porque ella era propicia para que se
formaran grupos mixtos de estudiantes que comenzaron a hacer sus tertulias aún
con las limitaciones impuestas por la interrupción de la vida institucional.
Con el retorno de la democracia el espacio público se hizo un lugar de
manifestación artística donde la nueva literatura se exhibió en recitales y
tendederos callejeros; ante la admiración y hasta el rechazo de las
generaciones precedentes que expresaban su desacuerdo con las nuevas prácticas,
hasta llegar el extremo de negarlas como arte. “Eso no es literatura”
sentenciaban en sus reuniones y lo ponían por letras de molde a través de los
medios en los que trabajaban. Ellos se consideraban los únicos “dueños de la
literatura de Salta” y por lo tanto los únicos con autoridad para investir y
autorizar a nuevos cofrades.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">A pesar de todo, las nuevas generaciones continuaron con su pujanza y por
el peso de su trabajo constante se impusieron dando nueva forma al campo
literario salteño. A tal punto de que trascendieron los límites de las montañas
que rodean al valle comarcano y se consagraron allende las pampas y los mares.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">En 1993, por primera vez en la historia de la literatura de Salta, el
Premio Casa de las Américas en novela recayó en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Augustus</i> de Liliana Bellone. Un premio internacional con un jurado
de lujo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">El gran macho que se creía amo y señor de las letras de Salta recibió un
duro golpe en su dignidad. La evidencia era irrefutable, una escritora, una
mujer que no había ido a pedir permiso al cenáculo de los dueños de la
literatura para escribir, la que andaba colgando versitos y cuentos
fotocopiados, era una ganadora indiscutible.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Fue tal la envidia que un portavoz generacional trató de tapar el sol con
un dedo y publicó inmediatamente una nota en la sección cultural de un medio
local, negando que Liliana Bellone hubiera recibido el Premio Casa de las
Américas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Y como si eso fuera poco y para que el horror sea perfecto, sacaron
fotocopias de la infamante nota y las deslizaron anónimamente por debajo de las
puertas de los amigos y colegas de la autora. Pero las palabras no pueden
ocultar los hechos por demasiado tiempo y el premio fue entregado, la novela
publicada en Cuba y luego dos reediciones en la Argentina; algo a lo que no
podían aspirar los escritores de provincia, acostumbrados a pequeñas tiradas
que luego no se reimprimían. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Por la lamentable nota negatoria se le echa la culpa a Luis Andolfi pues lo
confesó y prometió una enmienda nunca cumplida, sin embargo es sólo un nombre y
un rostro visible de toda una comunidad de escritores, pues en su momento
ninguno de ellos salió a esclarecer los hechos y, no digo, realizar un
desagravio con la novelista injustamente ofendida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Ese silencio cómplice denuncia a todos aquellos que por omisión
manifestaron su envidia por el logro de la escritora.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">¿Cuántos de ellos se la pasaron hablando de la literatura de otros,
fantaseando sobre libros que nunca escribieron y sobre premios que nunca
recibieron?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Los machos heridos en su orgullo tuvieron que apretar los dientes y –muy a
pesar suyo- admitir que la literatura de Salta estaba muy bien representada
allende las montañas por excelentes escritoras que recogían premios a nivel
nacional e internacional.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Con suerte, las nuevas generaciones dejan de lado los prejuicios sexistas y
comparten libremente el campo literario, enriqueciéndolo para que los futuros
lectores tengan un mundo cultural más amplio que conocer y transformar. <o:p></o:p></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">28/04/2023<o:p></o:p></span></p>Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-74747021995769333432020-10-12T19:03:00.000-07:002020-10-12T19:03:15.885-07:00Representación de las lenguas prehispánicas<p> </p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES-TRAD">Representación
de las lenguas prehispánicas<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Las lenguas prehispánicas eran
numerosas y en su gran mayoría eran ágrafas, mientras que algunas culturas
habían desarrollado distintos modos de registro de la memoria, externa a la
memoria biológica y mental. Esos registros son los que denominamos de modo
amplio como "escritura". Sin embargo no todos esos modos de
representación respondían a la lógica fonocéntrica y lineal en el sentido en el
que han evolucionado los sistemas de escritura de las culturas desarrolladas en
torno al Mediterráneo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Cuando los españoles llegaron a
América en el siglo XV, contaban con un sistema de escritura desarrollado a
partir de la representación fonética que elaboraron las culturas del
Mediterráneo y aglutinadas por Grecia y Roma.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El sistema de escritura basado
en la representación de fonemas discretos llevaba más de mil años en Europa
cuando tomaron contacto con culturas que no respondían a su lógica de
representación, entre ellas las culturas americanas. Es por ello que lo
consideraban el mejor -o tal vez el único- modo de representar gráficamente las
palabras.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Cuando los misioneros reconocieron
que los mesoamericanos tenían bibliotecas y en los frisos y murales repetiían
los mismos caracteres, solicitaron a los informantes que les dieran su alfabeto
para poder realizar traducciones. Los mesoamericanos entendieron los que los
misioneros pedían y les dieron el sistema de equivalencias, pero la totalidad
de su escritura dejaba un gran margen de representaciones por fuera de ese
sistema fonético.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En la América Andina los
misioneros notaron que los Incas y otras naciones cercanas no tenían nada que
se parecieran a lo que conocían como escritura, sólo vieron representaciones
pictóricas en paredes, artesanías, alfarería y tejidos, a los que consideraron
simples ornamentos. En el caso de los quipus, reconocieron su función práctica,
aunque lo equipararon a los instrumentos que conocían y los supusieron
similares a los ábacos, entonces dijeron que eran un instrumento para realizar
cuentas o registros contables. Recién ahora, con el desarrollo de la tecnología
informática se está comprendiendo que es una escritura que responde a una
representación tridimensional.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Una gran dificultad para la
transmisión de esos sistemas de escritura y su comprensión fue el problema de
la conquista, porque para consolidar el dominio los europeos se encargaron de
romper las líneas de formación de las nuevas generaciones con las destrucción
de escuelas, bibliotecas y la muerte de las clases dirigentes y docentes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Si bien hubo misioneros
preocupados por el conocimiento y la comprensión de las culturas de los
conquistados, por ello reunieron informantes y aprendieron su lengua, pero accedieron
sólo a un conocimiento cercenado y, por lo tanto, limitado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En el siglo XX, con el
desarrollo de las ciencias sociales, se llevaron a cabo distintos trabajos de
registro y rescate de culturas y lenguas, sin embargo, chocó con el problema de
que después de tantas generaciones de persecución y estigmatización, los
informantes desarrollaron estrategias de ocultamiento, a tal punto de que
eluden los intentos de registro de los investigadores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Por ejemplo, el caso del Kakán,
una lengua extendida por todo el actual territorio del Noroeste argentino, se
la consideró durante mucho tiempo extinta y sólo registrada por topónimos y
antropónimos, algunos en duda todavía. Sin embargo, a principios del siglo XXI
se descubrió que la lengua había pervivido en una profunda y secreta diglosia,
por lo tanto los investigadores no pueden acceder a ella porque requerirían un
altísimo grado de aceptación por parte de sus hablantes, cada vez más reducidos
por la disminución de las comunidades que la compartían.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p></span></p>Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-78706344159373377132020-07-21T07:24:00.003-07:002020-07-21T07:24:21.292-07:00Escritos imprudentes, de la crónica al ensayo<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
El siguiente texto fue presentado en el encuentro "<span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-align: center;">De
crónicas y ciudades. La tibia garra testimonial 2" dentro del eje </span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-align: center;">Eje d. Crónicas y testimonios: políticas de la memoria y poéticas del duelo, </span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-align: center;">realizado durante los días 2,
3 y 4 de octubre de 2019</span></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Escritos imprudentes</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">,
de la crónica al ensayo<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: right;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Rafael Fabián
Gutiérrez<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: right;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">CIUNSa<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Proyecto<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>de<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: right;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Investigación N°
2463<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Introducción<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>José Pablo Feinmann es muy conocido
por su trascendencia mediática, ya que durante el desarrollo de los programas
culturales y educativos de la TV Pública, realizó ciclos de divulgación sobre
filosofía, política e historia. Sin embargo esa tarea había comenzado mucho
antes en medios de prensa escrita, pero en espacios que no eran masivos, pues
las revistas publicadas por Ediciones de La Urraca y el diario <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Página 12</i> estaban orientados a lectores
reflexivos que se tomaran su tiempo para detenerse en artículos de opinión de
mucha elaboración, a diferencia de otras publicaciones de prensa que preferían
la síntesis para la lectura informativa rápida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Por otra parte desarrolló otra tarea
escritural con varias novelas y guiones cinematográficos, de los cuales las más
conocidas son las que dieron lugar a películas como “Los últimos días de la
víctima”, “Ni el tiro del final” y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“Eva
Perón” de 1996 con dirección de Juan Carlos Desanzo y protagonizada por Ester
Goris.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
esta ponencia nos detendremos sobre algunos de los temas del libro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Escritos imprudentes. Argentina, el
horizonte y el abismo</i> de J. P. Feinmann, hecho a partir de la reelaboración
de los artículos que publicó en diario <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Clarín</i>,
en las revistas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Radar, 3 Puntos, Latido,
Mercado y Página 30</i>, que se iniciaron como una opinión en un contexto y que
luego se incorporaron a una reflexión más amplia en forma de ensayo y en sus
novelas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El escritor y su trayectoria<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La Doctora Rita De Grandis es la
investigadora que ha desarrollado el estudio más amplio e integral sobre la
producción de José Pablo Feinmann relevando los distintos aspectos de su labor
escritural en diversos medios. Ella afirma sobre su obra periodística:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">El
periodismo columnista que practica Feinmann da cuenta de una estrecha relación
entre las prácticas de lectura de la literatura y el periodismo en el proceso
de producción que es el acotado territorio de lo nacional. Casi más de la mitad
de la obra de Feinmann se compone de textos publicados en periódicos. Constituye
un corpus vasto y heterogéneo, organizado en torno de un yo unitario y
consistente que rige su escritura. (De Grandis, 2006: 94)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Por
lo que reconoce que de acuerdo con los medios para los que escribe:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Su
temática irá variando conforme al sustento empírico en el que se apoya, regido
por las diversas coyunturas políticas que<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>atraviesa la Argentina, desde el periodo de la transición democrática
hasta el presente. Las notas de Feinmann transitan debates cotidianos,
identificaciones y rechazos de sus constantes lecturas y relecturas. (De
Grandis, 2006: 94)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Juan
Pablo Feinmann trasciende la inmediatez temporal del artículo realizado para
medio de prensa con una tarea continua de recopilación y reescritura:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Además
de la publicación de la prensa periódica, casi todas las notas han sido
editadas en forma de libro. Estas notas mantienen una relación muy estrecha con
sus ensayos; son formas breves del ensayo que luego extiende o integra en un
esquema más amplio. (De Grandis, 2006: 94)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Había dicho anteriormente que la
labor de divulgación y opinión del escritor y periodista José Pablo Feinmann
comenzó mucho antes en medios de prensa orientados a un lector reflexivo e
interesado por el acontecer político nacional. Eso ocurrió específicamente en
la revista <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Humor</i> entre 1983 y 1999,
dentro de una publicación emblemática que, bajo la dirección de Andrés
Cascioli, desafió la represión y la censura del Proceso a partir de 1978. El
medio había logrado una inserción como una revista satírica que se fundaba en
una larga tradición argentina que databa de los tiempos de Rosas, lo que le
permitió a la dirección deslizar progresivamente notas de opinión sobre la
actualidad nacional y su vínculo con el pasado inmediato. Dentro de ese perfil
es que la figura de José Pablo Feinmann se adecua oportunamente para producir
lo que el mismo autor califica de ensayos surgidos de un encuadre teórico que
le permite interpretar su momento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Las
notas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Humor</i> son ensayos breves,
pequeños artículos de opinión de los que prima la disquisición ideológica
vinculada al revisionismo histórico. El peronismo y la reciente inaugurada
democracia son un tema central que aporta una de las líneas de fuerza que
otorga unidad a toda la serie. En todas estas notas se insiste sobre las
elecciones pasadas y sobre las presentes. (De Grandis, 2006: 99)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En 1991 se unió al diario <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Página 12</i>, medio de prensa escrita que
reunió un equipo de colaboradores con un perfil similar al de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Humor</i>, pues convocaba a redactores jóvenes
junto a quienes retornaron del exilio con la democracia y a aquellos que habían
sobrevivido sin salir del país. Los redactores que compartieron
alternativamente la contratapa del diario se propusieron un plan de revisión
del presente a partir de las herencias del periodo desde el cual provenían, las
décadas del 1960 y 1970, como etapas de formación y de luchas truncadas por el
“Proceso de reorganización nacional”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Esa etapa en la que escribe sobre
otros temas para otros medios de prensa, coincide con el ascenso del Menem al
gobierno nacional y la consecuente transformación del país que varios
intelectuales denunciaron como nuevas formas de violencia provocadas por las
políticas del Estado o por sus organismos, en un contexto internacional marcado
por el fin de la guerra fría, la caída del muro de Berlín y el consecuente
triunfalismo norteamericano que, al considerarse ganador de la contienda,
pretendía imponer su pensamiento homogeneizador sobre todas sus áreas de
influencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Un medio como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Página 12, </i>integrado por redactores con experiencia política y con
gran interés por desarrollar una reflexión entre sus lectores, no dejó pasar
por alto ninguno de esos acontecimientos y, en ese contexto, José Pablo
Feinmann tomó acontecimientos de fuerte repercusión social para analizarlos y
llevarlos más allá de la noticia de prensa del momento. Resultado de esa tarea
regular y sostenida en el medio de prensa es que publica en 2002 <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Escritos imprudentes. Argentina, el
horizonte y el abismo, </i>prácticamente una compilación de sus artículos de
contratapa en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Página 12</i> durante la
última década del siglo XX.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Los
90 fueron también escenario de nuevos episodios de violencia que caracterizaron
la política de Menem (“Sobre la delincuencia”, “Desempleo y delito”, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Escritos imprudentes</i>, 2005 –segunda
compilación de notas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Página 12</i>-),
uno de los cuales, de gran repercusión social, fue el caso Cabezas (“Narrativa
policial y realidad política”, “La estrategia del cadáver”, “Un país
rompecabezas”, “Pensar desde Cabezas”), <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Escritos
imprudentes</i> que Feinmann comenta sobre la base del desarrollo de la
literatura policial y detectivesca argentina (“Narrativa policial y realidad
política”). Evoca un clásico relato de criminalidad política dela década de los
60, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿Quién mató a Rosendo?</i> de Rodolfo
Walsh, para sustituirlo por “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿Quién mató
a Cabezas?”</i>, que es un mito en la conciencia lectora de grandes sectores
intelectuales e infiere que, cono en la literatura detectivesca argentina no
hay policías, la literatura da cuenta de la vida… (De Grandis, 2006: 105)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Durante el mismo periodo José Pablo
Feinmann se reinstaló en el panorama literario argentino porque desde su
ingreso al campo con sus novelas policiales, en 1986 publicó <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El ejército de cenizas</i> dando un giro
total hacia una ficción ambientada en el siglo XIX que echaba un juicio
terrible sobre las guerras civiles argentinas y en 1990 <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La astucia de la razón</i> le permitía hacer catarsis sobre su vida
durante el Proceso, cruzada por una reflexión filosófica que trata de dar
sentido a lo vivido. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Algunos casos puntuales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Cabezas
y la continuidad del terrorismo de Estado<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Por una cuestión del tiempo acotado
de una ponencia y por el espacio reducido de su escritura, voy a referirme a
sólo algunos de los casos que pasaron de la noticia de tapa a la reflexión de
contratapa y de allí al ensayo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Una de las noticias que más
repercusión tuvo en esa década fue el asesinato del reportero gráfico José Luis
Cabezas, hecho que fue seguido por la prensa con lugar destacado en las tapas
durante bastante tiempo. Más allá de la noticia, la contratapa de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Página 12</i> le permitió a José Pablo
Feinman la reflexión sobre el hecho a partir del cruce entre el hecho, la
relevancia periodística que adquirió y la literatura testimonial argentina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El asesinato de José Luis Cabezas
unió a la prensa en una cruzada que superó sus diferencias ideológicas por lo
que tuvo una investigación y una cobertura muy amplia que puso a los culpables
en una situación en que perdieron el amparo del gobierno con el que había
negociado su impunidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En la tercera parte de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Escritos imprudentes,</i> José Pablo
Feinmann reunió as notas de contratapa en las que especuló sobre el caso Cabezas,
entroncándolo con una tradición de violencia amparada por el Estado cuyo máxima
expresión se dio en la década del setenta con la Triple A y luego con los
grupos de tareas del gobierno de facto. Por lo que muestra que la etapa no fue
superada por la vuelta a la democracia sino que continúa presente como una
forma de funcionamiento de la corrupción instalada en los aparatos del Estado
que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>incluyen a la Policía. La distancia
entre la nota publicada en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Página 12</i>
y su reelaboración para el libro se evidencia en un comentario que hace notar
la lentitud del aparato judicial para esclarecer el crimen por el tiempo
transcurrido entre su publicación original y su preparación para el libro:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Entonces,
si se tira hasta el final del hilo Yabrán y si en ese final lo que se derrumba
es un Poder que ha hecho de los negocios turbios su estilo de existencia
política, lo deseable, o, más aún, lo imprescindible será que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">esa</i> Argentina sea la que ocupe el lugar
vacante. (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nota: </i>Todos sabemos, hoy,
que fue exactamente esto lo que no ocurrió. Estoy terminando este libro –verano
de 2002- y se cumplen cinco años del asesinato de Cabezas. Las incógnitas
siguen, la impunidad también.) (Feinman, J.P., 2002: 304-305)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El
análisis del mismo crimen le permite emparentarlo con la tradición del género
policial y sus particularidades en la Argentina, que fue prácticamente definido
por las novelas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>testimoniales de Rodolfo
Walsh y que lo llevaron a la muerte en manos de un Estado represivo. El mismo
José Pablo Feinmann contribuyó al campo con dos novelas transpuestas a la
pantalla con los mismos títulos, en las que no hay posibilidad de restauración
del orden porque el crimen es estructural en el sistema, no es una anomalía que
el detective pueda restaurar. Con lo que muestra que la literatura –lejos de
ser una evasión por mundos ficcionales- es reveladora del complejo entramado
social y de sus mecanismos de poder<a href="file:///G:/rafael/Investigaci%C3%B3n/2463/Escritos%20imprudentes,%20de%20la%20cr%C3%B3nica%20al%20ensayo.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El
fin de la historia y el punto final<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Hacia
el final de su libro de ensayos, ordenada como la “Séptima parte” está la serie
que lleva por título “Después de las torres gemelas” y reúne las reflexiones en
torno a la gran noticia con la que se inauguraba el siglo XXI: el ataque a las
torres gemelas de New York, el 11 de setiembre de 2001.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El
fin del siglo XX estuvo marcado por el fin de la guerra fría con lo que el
capitalismo declaraba su triunfo y su filósofo era Francis Fukuyama que
anunciaba <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El fin de la historia y el
último hombre</i> como su legitimación desde la filosofía. Esa etapa finalizó
con el inesperado atentado ejecutado por una organización terrorista
internacional que llevaba al corazón de Norteamérica una guerra que siempre
pretendió mantener lejos de sus fronteras. Aunque, paradójicamente, el imperio
necesita de enemigos para justificar guerras e intervenciones en distintos
lugares del mundo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">José
Pablo Feinmann, como conocedor de la historia y de la filosofía de la historia,
aprovechó para mostrar que el Islam como enemigo ya existía en los planes
norteamericanos y su mentor era Samuel Huntington, a quien alinea junto a Francis
Fukuyama:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">No
son pensadores, son hábiles ideólogos entregados a la tare de fundamentar
conflictos (o la ausencia de ellos a causa del triunfo definitivo, en el caso
de Fukuyama) de una administración, de un proyecto político que respaldan en la
modalidad del cuasi sometimiento. De aquí también la certeza, la univocidad de
sus juicios que consiguen arrastrar a muchos, a veces a todos, a la aceptación
o el rechazo, instalando una temática que la agenda política del “Occidente
democrático” quiere instalar. (Feinmann, 2001; 532)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Marcándolos
en su rol de funcionarios del imperio que ni siquiera llega a reconocer como
“pensadores” –por no decir “filósofos”- y los califica de “ideólogos”
subordinados a la política. Sin embargo, luego los asimila a filósofos de su
aprecio como Hegel y Engel que en su momento también cumplieron la tarea de
justificar desde la filosofía el accionar político del imperio en el que
producían y, de modo análogo, también trataron de congelar la historia para
tapar los conflictos latentes e irresueltos a pesar del triunfo de una de las
partes en el gran conflicto internacional. En ese esquema de confrontación
ideológica internacional no deja de colocar a la Argentina, aunque sea
brevemente, para que el lector no pierda de vista el horizonte desde el cuál
analiza el conflicto:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Analicemos;
niega la posibilidad de conflictos entre países pobre y países ricos porque
exige que “todo” Occidente sea un bloque. (Lo está pidiendo hoy Bush cuando
dice “con nosotros o contra nosotros”. Lo está aceptando, en otra de las
modalidades menemistas de su gestión, el mínimo De la Rúa cuando ofrece nuestra
“colaboración” con la cruzada punitiva). (Feinmann, 2001; 534)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Lo
que lo lleva a concluir en el desenmascaramiento de una falacia que puede
aplicarse para evitar una oclusión en la lectura de nuestra historia que el
gobierno de Menem trató de ejecutar con la sanción de la “Ley de punto final”:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Somos
todos occidentales y estamos en guerra contra el Islam. Al hacerlo elimina el
conflicto en Occidente. Ya no hay pobres ni ricos, ya no hay culturas
diferentes, identidades diferentes. Somos todos occidentales y estamos en
guerra contra el Islam. Y si no, somos terroristas, tan terroristas como los
fanáticos que derrumbaron las Torres Gemelas. Videla y nuestros militares, lo
mismo: uno estaba con ellos o contra ellos. Y si no estaba con ellos (condición
que se extendía lasta los “indiferentes” o los “tímidos”) era un subversivo.
Fue así como todos fuimos subversivos. Es así como hoy, a medida que esta
locura continúe, todos seremos terroristas. (Feinmann, 2001; 535)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">De
modo que José Pablo Feinmann si bien analiza el conflicto internacional del
momento, en ellos encuentra los argumentos para llamar la atención sobre la
actualidad de los acontecimientos iniciados en la década de 1970 y que no
pueden cerrarse sin esclarecerse, aun cuando una ley lo sancione.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Conclusión<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El
escritor José Pablo Feinmann ha realizado una tarea continua de análisis de los
acontecimientos de actualidad por su trabajo en los medios de prensa escrita, caracterizados
por un perfil que invita a la reflexión del lector. Su formación profesional y
su experiencia personal le permitieron establecer vínculos entre esos hechos
del momento relevados por la prensa como noticia del momento y su vinculación
con la historia del pensamiento político. Ese modo de escribir asentado en
trascender el momento e insertarlo en series de acontecimientos y pensamientos
más amplios, son los que le permitieron recuperarlos de su espacio en la prensa
y llevarlos al formato de libros de ensayo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La
misma temática sobre la que José Pablo Feinmann reflexionó en los diarios y
revistas que luego se volcaron en libros, también se tematizaron en ficciones
que se dieron a conocer en formato de novelas y películas, que son otro modo de
reflexionar. Tal como lo dice Ricardo Piglia, se trata de pensar con imágenes, y
esa es la única distancia que hay entre la filosofía y la literatura, que una
realiza abstracciones y que la otra produce narraciones que las ejemplifican.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">José
Pablo Feinmann más que registrar el acontecimiento, tal como la hacen los
cronistas, se detiene sobre ellos y los analiza para concatenarlos en series
que amplifican su sentido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Bibliografía<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">De Grandis, Rita
(2006), <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Reciclaje cultural y memoria
revolucionaria</i>, Buenos Aires, Biblos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Feinmann, José Pablo
(2001), <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La astucia de la razón</i>,
Buenos Aires, Norma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Feinmann, José Pablo
(2002), <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Escritos imprudentes</i>, Buenos
Aires, Norma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Fukuyama, Francis
(1992), <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El fin de la historia y el último
hombre</i>, Buenos Aires, Planeta-Agostini.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Jozami, Eduardo (2013),
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rodolfo Walsh. La palabra y la acción</i>,
Buenos Aires, Edhasa.<o:p></o:p></span></div>
<div style="mso-element: footnote-list;">
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/rafael/Investigaci%C3%B3n/2463/Escritos%20imprudentes,%20de%20la%20cr%C3%B3nica%20al%20ensayo.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> <span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;">Esa estimación que realiza J.P. Feinmann
es coincidente con los postulados de Ricardo Piglia que, a partir de las
lecturas que realizar de Roberto Arlt, concluye de modo similar con lo que
denomina “la literatura premonitoria”.<o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
<br /></div>
Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-57618442010270174422020-04-10T19:23:00.000-07:002020-04-10T19:23:03.655-07:00Garibaldi Pum<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES">"E
non è vero que è morto<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES">Garibaldi,
pum<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES">Garibaldi,
pum,<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES">Garibaldi,
pum."<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="ES">LAS
AVENTURAS DE GIUSEPPE EN TIERRAS DE NUEVO MUNDO<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Cuando era niño y recién el
televisor comenzaba a ser acusado de restar tiempo y creatividad al sano entretenimiento
infantil, de vez en cuando leía historias de aventuras que alimentaron mi
imaginación y, más tarde, mis deseos de escribir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Julio Verne y Emilio Salgari fueron
los maestros de la aventura que crearon paisajes exóticos en mares llenos de
aventuras, con selvas pobladas de tigres a los que el héroe enfrentaba con sólo
un cuchillo, para terror de sus enemigos y admiración de la mujer que
pretendía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Luego, descubrí que la historia
estaba llena de aventureros heroicos que habían realizado mejores proezas que
las imaginadas por los escritores con un José “Pachi” Gorriti que mata a un
tigre con su cuchillo; un Guillermo Browm que con una flota de barcos
improvisados y gauchos marineros ponía en fuga a las poderosas armadas del
Brasil, Gran Bretaña y Francia; un Bouchard que arrasaba los océanos de sur a
norte para aterrorizar a la flota realista; de mujeres que guiaban milicias
aguerridas que derrotaban a ejércitos imperiales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Así también descubrí que el héroe de
la unificación italiana legó a la posteridad de los jóvenes lectores de
aventuras un libro, su libro, las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Memorias</i>
que el mismo Alejandro Dumas ayudó a corregir antes de su publicación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En el común de la gente el nombre de
Giuseppe Garibaldi remite inmediatamente a la unificación italiana del siglo
XIX; sin embargo este héroe merecedor de varias estatuas ecuestres a un lado y
el otro del Atlántico participó en tantas guerras que sólo la providencia puede
explicar como vivió para llegar a relatarlas en su vejez, sobreviviendo a la
muerte de esposas e hijos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Giussepe Garibaldi fue marino de
carrera y, por lo tanto, sus viajes lo pusieron en contacto con muchos
conflictos en un mundo convulsionado que anunciaba el nacimiento de los estados
modernos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El marinero profesional dio paso al
líder y se embarcó en las luchas por la unificación italiana independizando
reinos que estaban sometidos a otras naciones, como Austria y Francia, pero esa
desigual contienda entre pequeños reinos contra grandes potencias llevaron a
Giuseppe Garibaldi al exilio en América.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Como es sabido, las luchas por las
independencias de los estados americanos y la lucha por la conformación de los
estados europeos estaban vinculadas a intereses supranacionales digitados por
logias secretas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El héroe de la unificación italiana
estuvo integrado a dos logias que lo llevaron a continuar con la tarea que dejó
inconclusa en Italia, por ello en Brasil se unió a las fuerzas independentistas
y en Uruguay se enfrentó a la escuadra naval del gobierno de Juan Manuel de
Rosas que por aquellos años enfrentaba a los opositores que se refugiaban en <st1:personname productid="la Banda Oriental" w:st="on"><st1:personname productid="la Banda" w:st="on">la Banda</st1:personname> Oriental</st1:personname> de Uruguay con
ayuda de una coalición franco británica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En esos ríos tan disputados -y aún
hoy fuente de conflictos- fue que Bowm y Garibaldi midieron fuerzas y allí fue
que nuestro gran almirante mostró su superioridad estratégica derrotando al
héroe italiano y luego manifestó su grandeza dejándolo huir con sus derrotados
marineros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La magnanimidad de Browm ocasionó
que Giuseppe Garibaldi pudiera reunir a sus italianos y formar “<st1:personname productid="La Legin Italiana" w:st="on">La Legión Italiana</st1:personname>”
que defendió exitosamente la ciudad de Montevideo del asedio de las tropas
leales a Rosas y después armó una nueva flota con el apoyo de ingleses y
franceses con los que tomó la isla Martín García, las ciudades de Gualeguaychú
y Salto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">En 1839 había
conocido en Laguna, estado de Santa Catarina a Ana Maria de Jesus Ribeiro con
quien se casó en 1842. Esa mujer que la posteridad conoce como Anita Garibaldi
le dio cuatro hijos, Menotti, Rosita, fallecida con dos años, Tersita y
Ricciotti. Lo acompañó a su regreso a Italia y en su lucha por la independencia
de los reinos europeos murió a causa de la fiebre tifoidea mientras eran
perseguidos por un ejército de españoles, franceses y napolitanos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La derrota en Italia lo llevó a un
nuevo exilio por África y nuevamente a América, donde fue recibido por Manuela
Sáenz, la amante de Bolívar en Perú, con lo que continuó alimentando su imagen
de luchador internacional por el ideal de la independencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Después de esos viajes regresó a
Italia y compró la isla de Caprera desde donde retomó la guerra para unificar
Italia y fue en su paso por Sicilia que conoció a Alejandro Dumas que por
aquellos años estaba instalado allí y con quien cultivó una gran amistad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En 1861, el Presidente Abraham
Lincoln invitó al ya conocido héroe italiano a formar parte de sus ejércitos en
la guerra contra <st1:personname productid="la Confederacin" w:st="on">la
Confederación</st1:personname> separatista, conocida como <st1:personname productid="la Guerra" w:st="on">la Guerra</st1:personname> de Secesión o de
Norte contra Sur, sin embargo Garibaldi rechazó la propuesta y regresó a Europa
con la ambición de liberar otras naciones ocupadas como Croacia, Grecia,
Hungría, pero no logró concretar sus proyectos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Poco después luchó en la guerra
franco-prusiana para defender la ciudad de Dijon e impulsar la instauración de
la república en Francia y regresó a Italia para asumir por poco tiempo el cargo
de diputado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En 1882 falleció en la isla de
Caprera dejando contradictorias imágenes a ambos lados del Alántico, para
algunos fue el héroe independentista de dos continentes, para otros un pirata,
esclavista, ladrón de caballos y mercenario. Tanto una como otra versión pueden
encontrar asidero en sus <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Memorias</i> que
lo suman a los escritores de novelas de aventuras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Hoy la historia lo recupera en
estatuas de bronce en distintas partes del mundo, pero en esta parte del globo,
algunos recuerdan un fragmento de una canción cantada en rondas infantiles y
que he utilizado como epígrafe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES">* Lic
Rafael Gutiérrez<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br /></div>
Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-28247614310302574632020-04-10T19:21:00.000-07:002020-04-10T19:21:11.895-07:00El increíble viaje de John Carter<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
El increíble viaje de
John Carter<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Edgar Rice
Burroughs (1875-1959) es mundialmente conocido por una de sus ficciones
literarias que tuvo tanto éxito que se trasladó de los folletines a los cuadros
de las historietas, al cine y a la televisión en sucesivas versiones de ida y
vuelta, pues no hay nadie de los nacidos del siglo XX a la actualidad que no
haya conocido a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tarzán</i>, el legendario
rey de los monos que con su grito concita<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>a las fieras de la jungla para luchar contra los villanos de turno.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Hay tantas
versiones del mítico héroe que la fama de la creatura ha opacado a su creador
pues si todos conocen a Tarzán, pocos conoces a Edgar Rice Burroughs por su
nombre y menos por su trayectoria literaria que es bastante amplia y
fundamental en el género de la ciencia ficción.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Entre sus
muchas creaciones, antes que pergeñara la figura de Tarzán, perpetró otro
héroe, adelantándose por lo menos dos décadas a Buck Rogers y a Flash Gordon y
elevando la mirada y las mentes de los lectores hacia otros mundos en los
cielos como escenarios de aventuras humanas. Su John Carter que aparece en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Under the Moons of Mars</i> en 1912 como
folletín y luego compilado en libro en 1917 con el título <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Una princesa de Marte</i>. El héroe interplanetario de Burroughs había
comenzado su periplo peleando la Guerra de Secesión en Norteamérica y siguió
sus luchas en las arenas de Marte, en el reino de Barsum.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
El viaje
interplanetario se resolvió más de modo fantástico que científico -en una clara
transición entre el relato fantástico y el de ciencia ficción-aunque ya sus
predecesores Julio Verne y Herbert Wels apelaban a los adelantos científicos y
dedicaban capítulos ala explicación del funcionamiento de las máquinas
novedosas. Para Burroughs el viaje de su héroe era prácticamente mágico y los
seres a los que se enfrentaba parecían más bien mitológicos, dentro de lo que
hoy llamaríamos “fantasy”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Carl era un
niño (1934-1996) que se fascinó por las aventuras del héroe en Marte y deseó
tanto compartir ese mundo que durante tardes enteras se pasaba en el campo con
los ojos cerrados y las manos extendidas hacia el cielo, esperando abrirlos y
encontrarse en las rojas arenas de la aventura, pero la magia no acontecía. Sin
embargo, no se dejó vencer por la frustración y con el paso de los años el niño
se hizo joven y fue a la universidad donde estudió astronomía y astrofísica.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Cuando se
convirtió en profesional trabajó para la NASA y participó de las empresas que
llevaron las sondas Viking a Marte y las Voyager<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que ahora están en los límites de nuestro
sistema solar.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
La ficción
alimentó la fantasía de un niño y ella nutrió el proyecto de un hombre que, al
cabo de los años, cumplió sus anhelos y pudo abrir los ojos en las rojas arenas
de Marte.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Ese fue el
legado de Carl Sagan que siempre expresó su deuda con el ficticio John Carter,
su inspiración para viajar a Marte.<o:p></o:p></div>
<br /></div>
Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-32160368998752583832020-04-10T19:17:00.001-07:002020-04-10T19:17:34.040-07:00COMER, BEBER, PODER<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">En un lugar de la Argentina cuyo nombre sí quiero recordar…<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Al
norte de la República Argentina hay, en un fértil valle, una ciudad regada de
ríos y protegida por montañas, la que fundara un 16 de abril de 1582 el
Licenciado Don Hernando de Lerma. Fue guiado hasta ahí por los nativos aliados
que le indicaron que había un valle hermoso en el que el maíz crecía más alto
que un hombre. Como era costumbre bautizó a la ciudad con su nombre y como
referencia puso el valle de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sakta</i>.
Poco tiempo después el nombre de Lerma fue borrado por los pobladores y la
ciudad comenzó a llamarse por la referencia topográfica hasta que la fuerza de
la costumbre la mantuvo por el mal pronunciado vocablo cacán como “Salta”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El
escaso poblado que rodeaba a la plaza, al Cabildo, a la Catedral y a algunas
otras iglesias no obstaba para que recibiera el nombre de ciudad, aunque la
mayor parte de la población se distribuía en las grandes mercedes de tierra que
la rodeaban, en las que cultivaban el sustento diario: una gran variedad de
papas, zapallos y calabazas, trigo y maíz, mientras que las algarrobas
naturalmente regaban sus bayas de las que se alimentaban las cabras. Esos
mismos frutos servían desde tiempos preincaicos para preparar la aloja que
junto a la chicha de maíz y el vino -introducido por los europeos- se volvió
infaltable en las fiestas sagradas y profanas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La
ciudad –más de nombre que de dimensión- fue escenario de milagros y de
enfrentamientos por la independencia de estas crueles provincias en la que
hombres y mujeres de distintas etnias y procedencias marchaban de sur a norte,
llevados por los avatares de las contiendas. Hasta que, entrado el siglo XX,
este lejano punto en el mapa de un dilatado país comenzó a recibir a las
familias que atravesaron el océano en busca de una nueva patria. La ciudad de
aspecto colonial fue creciendo hacia la estación de trenes inaugurada en 1891 y
hacia los ríos, con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">turcos, gallegos,
rusos, tanos</i> y otros <i style="mso-bidi-font-style: normal;">gringos</i>,
cada uno delatado por sus rasgos y su acento por el uso de una lengua distinta
a la materna, con sus hábitos y gustos por la bebida y la comida. Gracias a
eso, pronto las mesas se enriquecieron con pastas, tartas, salsas, ensaladas,
revueltos, paella, estofados y variados guisos, que desde entonces convivieron
con los asados y pucheros, las empanadas, los tamales, las humitas, el locro,
el guaschalocro, el api, el anchi, el tulpo, la carbonada y los picantes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Una ventana al pasado remoto<o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">A principios del
siglo XXI vemos a la ciudad como un conglomerado de gentes y espacios
disponibles para ser descubiertos, aún en una que ya creemos conocer. Por
ejemplo en el centro histórico de la ciudad de Salta, si uno da una vuelta en
torno a la Plaza 9 de Julio puede encontrar la Basílica Mayor, la antigua casa
de gobierno convertida en Centro Cultural América y varios comedores, cafés y
confiterías frecuentados por visitantes y locales entre los que uno puede hallar
músicos, poetas y artistas de distinta índole departiendo amablemente con un
café o unas empanadas. Por ello es que hay una estatua dedicada al Cuchi
Leguizamón, porque ese notable músico frecuentaba el lugar arduamente para
reunirse con sus contertulios al mediodía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">También hay varios
museos, uno de ellos, el más antiguo en una vieja construcción que data de
tiempos coloniales, está el Museo Histórico del Norte, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cuyas salas nos llevan por un recorrido
diacrónico que comienza con los testimonios de los primeros pobladores de la
región. Esas piezas arqueológicas nos remiten al principio de los tiempos del
hombre en estos valles, cerros y quebradas. A esa etapa se la llama prehistoria,
porque no hay textos escritos que den cuenta de su vida cotidiana, sus
creencias, sus logros y aspiraciones, sólo quedan restos de civilizaciones de
otro tiempo: utensilios y modelados en cerámicas y piedras que acusan la huella
de los cambios de hábitos de esos pobladores para dar origen a lo que ahora
llamamos poblaciones sedentarias. Son piezas que nos refieren<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los primeros momentos del neolítico hasta los
últimos doscientos años de historia e invitan a la reflexión sobre el papel crucial
que tuvo la comida para que la humanidad sea lo que hoy conocemos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El
desarrollo de las grandes culturas se debió al descubrimiento de alimentos
renovables y no perecederos. En ese período conocido como "revolución
neolítica" -por el cambio técnico en el trabajo con la piedra- coincide
con el sedentarismo por la domesticación de vegetales y animales que aseguraron
la provisión regular de comida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Si
el hombre fue nómade se debió a que debía trasladarse en dirección del
alimento, ya sea vegetal o animal, que variaba según las épocas del año. Cuando
la humanidad <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>descubrió que algunas
especies podrían ser reguladas para que permanecieran y se reprodujeran en su
mismo lugar, los grupos cambiaron los hábitos de la caza y recolección por los
de pastoreo y cultivo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Como
las variedades vegetales y animales son diferentes en el mundo, cada pueblo
adoptó como base a aquel que se desarrollaba en su zona. El lejano Oriente adoptó
el arroz, el medio Oriente y Europa domesticaron el trigo y América hizo lo
propio con el maíz. Junto a estos alimentos base había otros que los
complementaban permitiendo a los cuerpos crecer, reconstituirse, regular la
temperatura y la salud.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Especialmente
ligadas a estas dos últimas necesidades se desarrollaron las llamadas bebidas
estimulantes, derivadas de plantas cuyo valor nutritivo no era preponderante
pero sí rico en otros beneficios. Europa desarrolló el vino, la cerveza se
extendió por África y Europa, el chocolate fue la bebida de Centro América, la
chicha y el mate de Sud América, el licor de arroz y el té se desarrollaron en
lejano oriente y el anís y el café en medio oriente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Sin
embargo las necesidades humanas no son sólo fisiológicas sino de diferentes
índoles y por lo tanto son denominadas culturales. Entre ellas podemos considerar
las de orden intelectual y espiritual. De allí la selección de los alimentos
para distintas funciones: fiestas o celebraciones religiosas o profanas,
medicinales, embriaguez por esparcimiento o ritual.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Cubrir
las necesidades de las comunidades a medida que crecían y diversificaban sus
actividades ocasionó el desarrollo de los liderazgos personalizados. Esos
líderes se encargaban de dirigir la producción, el acopio y la distribución de
alimentos. A medida que se especializó esa capacidad, la contribución
voluntaria a los depósitos comunitarios fue trocándose por un tributo a los
soberanos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El
aumento del poder de una clase estuvo ligado al conocimiento de los factores
naturales que incidían en la producción de alimentos, su distribución y en su
aplicación a distintas finalidades.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La
predicción del tiempo, el cambio de estaciones, la variantes en los caudales
fluviales con la confección de calendarios, la construcción de silos de acopio,
diques, canales y el establecimiento de medios para defenderlos (murallas,
fosos, ejércitos) hicieron a sacerdotes y guerreros seres especiales sin los
cuales la comunidad quedaba a merced de los enemigos: las otras comunidades o
los caprichos de la naturaleza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El
acopio de los excedentes y la capacidad para defenderlos aseguró el poder de
unas comunidades sobre otras. Tomemos como ejemplo al pueblo judío que se
entregó mansamente a los egipcios en un período de escasez o a los incas que
montaron un imperio sobre la base de la administración de los recursos de producción
y distribución.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Si
continuamos con una revisión de la historia antigua vemos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en el imperio romano un testimonio de esa
relación entre alimento y control del poder en el famoso dicho latino: "al
pueblo hay que darle pan y circo". Es muy ilustrativo al respecto de la
importancia de entretener estómagos y cerebros para conservar el poder.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Durante
la conquista hispánica de América, buena parte del poder jesuita se centraba en
la administración de la producción de alimentos que se intercambiaban entre las
distintas misiones para asegurar una provisión permanente, junto al vino que
era indispensable para el rito católico. Además, en la zona litoraleña y del
Paraguay la producción de yerba mate permitía entretener los estómagos de los
indígenas y contar con excedentes para comercializar en distintos puntos del
dilatado imperio español. Práctica que quedó testimoniada en una variedad de
utensilios domésticos destinados a preparar la infusión que, si bien puede
beberse como un té, se consume mayoritariamente sorbiéndola con una bombilla de
un pequeño recipiente que se comparte con los convidados del momento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Andando
el tiempo, las que fueran colonias se emanciparon de su señor ultramarino y
comenzaron a disputarse el vacío de poder en el que las intenciones declamadas
públicamente diferían de las acciones ejecutadas en pos de asegurar el control
sobre un espacio con muchos partícipes. De hecho, la simple confrontación de un
mapa actual a los distintos del siglo XIX testimonian en qué breve lapso se ha
transformado el territorio por cambios políticos que van desde la crisis del
poder virreinal hacia 1810 hasta el primer centenario en el que la República
Argentina celebró su inserción en el concierto internacional de las naciones
modernas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Nuestra
historia política registra hacia fines del siglo XIX una facción del partido
conservador conocida como los "chupandinos"<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>porque, ante una endeble democracia, atraían
a los votantes por el reparto de empanadas y vino, siguiendo de algún modo la
tradición de romana entretener vientres y mentes. No en vano nuestra actual legislación
electoral prohíbe la venta de bebidas alcohólicas durante los comicios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Una mirada al futuro<o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Después
de recorrer las calles de la ciudad que nos muestran los rastros del pasado en
su presente, nos es propicio levantar la mirada hacia un horizonte ondulante,
hecho de cerros que obligan a ver hacia el cielo con proyección hacia el
futuro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">A las puertas del
tercer milenio, cuando el mundo se propone globalizarse en una sola pancultura,
vemos con preocupación que aún enfrenta el problema de la irregular
distribución de los recursos alimenticios. Y no hablemos sólo de las
comunidades enteras de países periféricos que padecen el flagelo del hambre y
la sed sino dentro de países –como el nuestro- donde la producción de alimentos
parece óptima pero muchos sectores sufren la desnutrición.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En
estos momentos Japón -un país de escaso territorio con una gran densidad
poblacional, con una inmensa capacidad de desarrollo y que ha pasado por los
flagelos del hambre- propone ante las Naciones Unidas la creación de un fondo
mundial de alimentos para evitar las hambrunas que aún azotaron y azotan a la humanidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Tal vez ha llegado
el momento en que el mundo avance hacia una conciencia solidaria del compartir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Después
de todo, el avance de la civilización ha desplazado los mecanismos de consecución
y control del poder a otras construcciones culturales que no pasan
necesariamente por la producción y distribución de alimentos.<o:p></o:p></span></div>
<br /></div>
Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-9473987425141592322020-04-10T18:48:00.002-07:002020-04-10T18:48:14.944-07:00Paso revista<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal">
Todas las mañanas<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
me levanto, recorro<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
el campo santo y hago<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
mi prolija<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
nómina de huesos<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En el recuento<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
de los de ayer<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
y en el descuento<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
de los de mañana<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Me aseguro<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
de que no estén<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
los míos<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Sólo entonces<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
vuelvo a mis<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
tareas cotidianas<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
y no sé si agradecer<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
o maldecir<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
por mi falta<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
en el inventario<o:p></o:p></div>
<br /></div>
Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-45373779831532469432020-04-10T18:34:00.002-07:002020-04-10T18:34:22.741-07:00LEYENDAS DE AYER Y DE SIEMPRE<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDB18w_9yTVUWtV1UMx1w16vFslSI1pQgPBvGnygagV-H1J4SRd563OA2uyoMdKlrgha-e5jHln908FK9xX6fcMLcBqz_rRhqFlMBFzqA2271qgDd2hgRh5x5y5PAyHUyOPKTHTkuwb-c/s1600/100_8824.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDB18w_9yTVUWtV1UMx1w16vFslSI1pQgPBvGnygagV-H1J4SRd563OA2uyoMdKlrgha-e5jHln908FK9xX6fcMLcBqz_rRhqFlMBFzqA2271qgDd2hgRh5x5y5PAyHUyOPKTHTkuwb-c/s320/100_8824.JPG" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-ansi-language: ES-AR;">LEYENDAS DE AYER Y DE SIEMPRE<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-ansi-language: ES-AR;">De <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Lippe, </i>Felipe Mendoza<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-ansi-language: ES-AR;">Los bestiarios forman parte de un género casi olvidado que tuvo importacia
en su momento particular de la historia de la cultura. Proliferaron como género
en la Edad <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Media. En ellos se
catalogaban a los animales, en especial a aquellos de tierras ignotas al que
los pobladores de un mundo limitado no podían acceder e iban acompañados de
ilustraciones realizadas en base a los testimonios fidedignos de viajeros y
exploradores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-ansi-language: ES-AR;">Esos libros hechos por testimonios de viajeros daban cuenta de una fauna
fabulosa en la que convivían ballenas, jirafas, dragones, pigmeos, gigantes y
tapires. Con el cambio de mentalidad del mundo moderno esos caóticos catálogos
cayeron en descrédito y fueron reemplazados por las rigurosas taxonomías de los
naturalistas. Sin embargo, cada tanto muchos de esos seres relegados al mundo
fantástico se hacen presentes en el mundo cotidiano para espanto del
pensamiento positivo y racional. En el afán de conjurarlos, reaparecen los
catálogos, entre los más famosos podemos citar al <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Manual de zoología fantástica</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
libro de los seres imaginarios</i> de Jorge Luis Borges o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Criptozoología</i> que, con un afán más científico, trata ese
fronterizo mundo de lo registrado por testigos pero con falta de pruebas
materiales para confirmar el testimonio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-ansi-language: ES-AR;">Dentro de ese universo de seres que acompañan a la humanidad desde que
es tal se instala el libro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Leyendas de
ayer y de siempre</i> de Felipe Mendoza. Un libro que surgió como una sección
de publicación regular, a instancias del pedido del director de la revista <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Gauchita</i>, Eduardo Ceballos. El reconocido
escritor salteño necesitaba para su publicación de una sección que diera cuenta
de los seres legendarios de la región, porque <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Gauchita</i> es un espacio propicio para el folklore y Felipe
Mendoza acumula una larga experiencia en la investigación sobre la mitología de
la región que narrativizó en la novela gráfica <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La leyenda del Ucumar</i> y representó en la versión animada del mismo
título.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-ansi-language: ES-AR;">Por lo tanto <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Leyendas de ayer y de
siempre</i> de Felipe Mendoza es un bestiario que se instala en el siglo XXI
para dar cuenta de una amplia fauna que convive con nosotros esquivando las
afirmaciones y negaciones de la ciencia, a la espera de que más testigos sigan
dando cuenta de su pervivencia.<o:p></o:p></span></div>
<br /></div>
Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-21212490833977479872019-04-02T16:41:00.003-07:002019-04-02T16:41:45.040-07:00Teresa Leonardi Herrán<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal">
Teresa Leonardi Herrán (1938-2019)<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="mso-fareast-language: ES-AR; mso-no-proof: yes;"><!--[if gte vml 1]><v:shapetype
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</v:shapetype><v:shape id="Imagen_x0020_1" o:spid="_x0000_i1025" type="#_x0000_t75"
alt="Descripción: http://www.portaldesalta.gov.ar/fot2014/tere1.jpg" style='width:183pt;
height:215.25pt;visibility:visible;mso-wrap-style:square'>
<v:imagedata src="file:///C:\Users\PC\AppData\Local\Temp\msohtmlclip1\01\clip_image001.jpg"
o:title="tere1"/>
</v:shape><![endif]--><!--[if !vml]--><img alt="Descripción: http://www.portaldesalta.gov.ar/fot2014/tere1.jpg" height="287" src="file:///C:/Users/PC/AppData/Local/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image002.jpg" v:shapes="Imagen_x0020_1" width="244" /><!--[endif]--></span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Desde su profunda filosofía y su fe en el hombre, ella no
creía en Dios, no al menos en el Dios de los cristianos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Sin embargo, Dios siempre creyó en ella y obró a través de
ella, por eso su cruz preside su última morada en este mundo, ante el cual
pasan quienes la conocieron a dejarle su saludo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Ella sigue con nosotros y seguirá hablándonos a través de
sus libros y de la huellas que dejó en Salta para que el mundo crea en que un
nuevo hombre es posible.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
“González Tuñón supone que “la poesía es una arma cargada de
futuro” y Gelman afirma “que toda poesía es hostil al capitalismo”. Son dos
concepciones de la poesía que coinciden en considerarla como omnipotente. Creo
que es más acertado aquello que dice Auden, “que ningún poema salvó<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a ningún niño delas cámaras de Auschwitz”, o
el amargo realismo de Giannuzzi que denuncia “este oficio que tiende hacia el
escándalo/de su propia especialidad/representación para una veintena de
butacas/ monotonía de Onán en un cuarto cerrado”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pienso que en este
mundo a punto de derrumbase por sus contradicciones los mejores poemas los
escriben los acontecimientos que resisten a la catástrofe humanitaria. Ejemplos
cercanos son la marcha de los cesanteados en los ingenios y la marcha mundial
de las mujeres. Verdaderas escrituras poéticas, los “acontecimientos” inscriben
la verdad, la densidad, la emoción, la resistencia y la esperanza. Por eso, en
el día de la poesía, saludo y reverencio a esos anónimos hacedores de belleza.”<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="mso-tab-count: 4;"> </span><span style="mso-tab-count: 4;"> </span>Kuky<o:p></o:p></div>
<br /></div>
Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-3625777177063081912017-09-16T07:37:00.000-07:002017-09-16T07:37:09.065-07:00EL PODER EN EL LENGUAJE, EN LA LITERATURA Y EN LA CULTURA ITALIANA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">Buena noticia para ADILLI</span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">La Editorial de la U.N.Sa. participó en la primera Feria Internacional del Libro Universitario desde el 22 hasta el 27 de agosto. El “Libro Universitario Argentino” estuvo presente en FILUNI, la primer Feria Internacional del Libro Universitario de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), que se desarrolló en su Centro de Exposiciones y Congresos en la Ciudad de México.</span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">La REUN, Red de Editoriales de las Universidades Nacionales de la Argen</span><span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">tina, junto con EUDEBA, representó al Libro Universitario Argentino en el stand B11, ofreciendo más de 1200 títulos, entre los cuales se encuentran presentes los siguientes libros de EUNSa (Editorial Universidad Nacional de Salta):<br />La Represión en Salta 1970 – 1983. Testimonios y documentos. Autores: Lucrecia Barquet y Raquel Adet.<br />La Industria Azucarera en Salta. Agronegocio concentración económica e impacto ambiental. Autores: Dr. Cesar Gabriel Moreno y Toribio Serrano.<br />EL PODER EN EL LENGUAJE, EN LA LITERATURA Y EN LA CULTURA ITALIANA. Comp.: Fulvia Lisi y Rafael Gutiérrez<br />Además, FILUNI contó con las principales editoriales universitarias de México, Colombia, Perú y Chile, editoriales privadas y redes de editores universitarios como Altexto de México, ASEUC de Colombia, AAUP de Estados Unidos y UNE de España.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkA73Cy8coxWwuHhQhHxz8ORpLX4Zl57CC3kXPtjUyMuUX-C8lzF8nZjfFiXhNvoeF3331Xym6VNWGdrjD2r0V3ZHnTeWrXTng73UBAEGeUJLXswQtcOeCEmADGtalaSChPVUsV4EcnyA/s1600/Tapa+EL+PODER.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1132" data-original-width="1600" height="226" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkA73Cy8coxWwuHhQhHxz8ORpLX4Zl57CC3kXPtjUyMuUX-C8lzF8nZjfFiXhNvoeF3331Xym6VNWGdrjD2r0V3ZHnTeWrXTng73UBAEGeUJLXswQtcOeCEmADGtalaSChPVUsV4EcnyA/s320/Tapa+EL+PODER.jpg" width="320" /></a></div>
</div>
Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-3470671987366838932017-01-16T05:23:00.000-08:002017-01-16T05:23:04.602-08:00Historia de Rosendo Juárez<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div align="center" style="background-color: white; font-family: Georgia; text-align: -webkit-center;">
<span style="color: black; font-family: Georgia; font-size: large;"><b>Jorge Luis Borges</b></span><br /><span style="color: black; font-family: Georgia; font-size: medium;">(1899–1986)</span><br /><br /><br /><span style="color: black; font-family: Georgia; font-size: medium;"><span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-numeric: normal;">Historia de Rosendo Juárez</span></span><br /><span style="color: black; font-family: Georgia; font-size: medium;">(<i>El informe de Brodie</i>, 1970)</span><br /><br /><br /><br /></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Georgia; line-height: 18pt; margin: 3pt 0in 0.0001pt 0.3in; text-indent: 0in;">
<span style="color: black; font-family: Georgia; font-size: small;"> <span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-numeric: normal;">Serían las once</span> de la noche, yo había entrado en el almacén, que ahora es un bar, en Bolívar y Venezuela. Desde un rincón el hombre me chistó. Algo de autoritario habría en él, porque le hice caso en seguida. Estaba sentado ante una de las mesitas; sentí de un modo inexplicable que hacía mucho tiempo que no se había movido de ahí, ante su copita vacía. No era ni bajo ni alto; parecía un artesano decente, quizá un antiguo hombre de campo. El bigote ralo era gris. Aprensivo a la manera de los porteños, no se había quitado la chalina. Me invitó a que tomara algo con él. Me senté y charlamos. Todo esto sucedió hacia mil novecientos treinta y tantos.<br /> El hombre me dijo:<br /> —Usted no me conoce más que de mentas, pero usted me es conocido, señor. Soy Rosendo Juárez. El finado Paredes le habrá hablado de mí. El viejo tenía sus cosas; le gustaba mentir, no para engañar, sino para divertir a la gente. Ahora que no tenemos nada que hacer, le voy a contar lo que de veras ocurrió aquella noche. La noche que lo mataron al Corralero. Usted, señor, ha puesto el sucedido en una novela, que yo no estoy capacitado para apreciar, pero quiero que sepa la verdad sobre esos infundios.<br /> Hizo una pausa como para ir juntando los recuerdos y prosiguió:<br /> —A uno le suceden las cosas y uno las va entendiendo con los años. Lo que me pasó aquella noche venía de lejos. Yo me crié en el barrio del Maldonado, más allá de Floresta. Era un zanjón de mala muerte, que por suerte ya lo entubaron. Yo siempre he sido de opinión que nadie es quién para detener la marcha del progreso. En fin, cada uno nace donde puede. Nunca se me ocurrió averiguar el nombre del padre que me hizo. Clementina Juárez, mi madre, era una mujer muy decente que se ganaba el pan con la plancha. Para mí, era entrerriana u oriental; sea lo que sea, sabía hablar de sus allegados en Concepción del Uruguay. Me crié como los yuyos. Aprendí a vistear con los otros, con un palo tiznado. Todavía no nos había ganado el fútbol, que era cosa de los ingleses.<br /> En el almacén, una noche me empezó a buscar un mozo Garmendia. Yo me hice el sordo, pero el otro, que estaba tomado, insistió. Salimos; ya desde la vereda, medio abrió la puerta del almacén y dijo a la gente:<br /> —Pierdan cuidado, que ya vuelvo en seguida.<br /> Yo me había agenciado un cuchillo; tomamos para el lado del Arroyo, despacio, vigilándonos. Me llevaba unos años; había visteado muchas veces conmigo y yo sentí que iba a achurarme. Yo iba por la derecha del callejón y él iba por la izquierda. Tropezó contra unos cascotes. Fue tropezar Garmendia y fue venírmele yo encima, casi sin haberlo pensado. Le abrí la cara de un puntazo, nos trabamos, hubo un momento en el que pudo pasar cualquier cosa al fin le di una puñalada, que fue la última. Sólo después sentí que él también me había herido, unas raspaduras. Esa noche aprendí que no es difícil matar a un hombre o que lo maten a uno. El arroyo es taba muy bajo; para ir ganando tiempo, al finado medio lo disimulé atrás de un horno de ladrillos. De puro atolondrado le refalé el anillo que él sabía llevar con un zarzo. Me lo puse, me acomodé el chambergo y volví al almacén. Entré sin apuro y le dije:<br /> —Parece que el que ha vuelto soy yo.<br /> Pedí una caña y es verdad que la precisaba. Fue entonces que alguien me avisó de la mancha de sangre.<br /> Aquella noche me la pasé dando vueltas y vueltas en el catre; no me dormí hasta el alba. A la oración pasaron a buscarme dos vigilantes. Mi madre, pobre la finada, ponía el grito en el cielo. Arriaron conmigo, como si yo fuera un criminal. Dos días y dos noches tuve que aguantarme en el calabozo. Nadie fue a verme, fuera de Luis Irala, un amigo de veras, que le negaron el permiso. Una mañana el comisario me mandó a buscar. Estaba acomodado en la silla; ni me miró y me dijo:<br /> —¿Así es que vos te lo despachaste a Garmendia?<br /> —Si usted lo dice —contesté.<br /> —A mí se me dice señor. Nada de agachadas ni de evasivas. Aquí están las declaraciones de los testigos y el anillo que fue hallado en tu casa. Firmá la confesión de una vez.<br /> Mojó la pluma en el tintero y me la alcanzó.<br /> —Déjeme pensar, señor comisario —atiné a responder.<br /> —Te doy veinticuatro horas para que lo pensés bien, en el calabozo. No te voy a apurar. Si no querés entrar en razón, ite haciendo a la idea de un descansito en la calle Las Heras.<br /> Como es de imaginarse, yo no entendí.<br /> —Si te avenís, te quedas unos días nomás, después te saco y ya don Nicolás Paredes me a asegurado que te va a arreglar el asunto.<br /> Los días fueron días. A las cansadas se acordaron de mí. Firmé lo que querían y uno de los dos vigilantes me acompañó a la calle Cabrera.<br /> Atados al palenque había caballos y en el zaguán y adentro más gente que en el quilombo. Parecía un comité. Don Nicolás, que estaba mateando, al fin me atendió. Sin mayor apuro me dijo que me iba a mandar a Morón, donde estaban preparando las elecciones. Me recomendó al señor Laferrer, que me probaría. La carta se la escribió un mocito de negro, que componía versos, a lo que oí, sobre conventillos y mugre, asuntos que no son del interés del público ilustrado. Le agradecí el favor y salí. A la vuelta ya no se me pegó el vigilante.<br /> Todo había sido para bien; la Providencia sabe lo que hace. La muerte de Garmendia, que al principio me había resultado un disgusto, ahora me abría un camino. Claro que la autoridad me tenía en un puño. Si yo no le servía al partido, me mandaban adentro, pero yo estaba envalentonado y me tenía fe.<br /> El señor Laferrer me previno que con él yo iba a tener que andar derechito y que podía llegar a guardaespaldas. Mi actuación fue la que se esperaba de mí. En Morón y luego en el barrio, merecí la confianza de mis jefes. La policía y el partido me fueron criando fama de guapo; fui un elemento electoral de valía en atrios de la capital y de la provincia. Las elecciones eran bravas entonces; no fatigaré su atención, señor, con uno que otro hecho de sangre. Nunca los pude ver a los radicales, que seguían viviendo prendidos a las barbas de Alem. o había un alma que no me respetara. Me agencié una mujer, la Lujanera, y un alazán colorado de linda pinta. Durante años me hice el Moreira, que a lo mejor se habrá hecho en su tiempo algún otro gaucho de circo. Me di a los naipes y al ajenjo.<br /> Los viejos hablamos y hablamos, pero ya me estoy acercando a lo que le quiero contar. No sé si ya se lo menté a Luis Irala. Un amigo como no hay muchos. Era un hombre ya entrado en años, que nunca le había hecho asco al trabajo, y me había tomado cariño. En la vida había puesto los pies en el comité. Vivía de su oficio de carpintero. No se metía con nadie ni hubiera permitido que nadie se metiera con él. Una mañana vino a verme y me dijo:<br /> —Ya te habrán venido con la historia de que me dejó la Casilda. El que me la quitó es Rufino Aguilera.<br /> Con ese sujeto yo había tenido trato en Morón. Le contesté:<br /> —Sí, lo conozco. Es el menos inmundicia de los Aguilera.<br /> —Inmundicia o no, ahora tendrá que habérselas conmigo.<br /> Me quedé pensando y le dije:<br /> —Nadie le quita nada a nadie. Si la Casilda te ha dejado, es porque lo quiere a Rufino y vos no le importás.<br /> —y la gente, ¿qué va a decir? ¿Que soy un cobarde?<br /> —Mi consejo es que no te metás en historias por lo que la gente pueda decir y por una mujer que ya no te quiere.<br /> —Ella me tiene sin cuidado. Un hombre que piensa cinco minutos seguidos en una mujer no es un hombre sino un marica. La Casilda no tiene corazón. La última noche que pasamos juntos me dijo que yo ya andaba para viejo.<br /> —Te decía la verdad.<br /> —La verdad es lo que duele. El que me está importando ahora es Rufino.<br /> —Andá con cuidado. Yo lo he visto actuar a Rufino en el atrio de Merlo. Es una luz.<br /> —¿Creés que le tengo miedo?<br /> —Ya sé que no le tenés miedo, pero pensalo bien. Una de dos: o lo matás y vas a la sombra, o él te mata y vas a la Chacarita.<br /> —Así será. ¿Vos, qué harías en mi lugar?<br /> —No sé, pero mi vida no es precisamente un ejemplo. Soy un muchacho que, para escurrirle el bulto a la cárcel, se ha hecho un matón de comité.<br /> —Yo no voy a hacerme el matón en ningún comité, voy a cobrar una deuda.<br /> —Entonces, ¿vas a jugar tu tranquilidad por un desconocido y por una mujer que ya no querés?<br /> No quiso escucharme y se fue. Al otro día nos llegó la noticia de que lo había provocado a Rufino en un comercio de Marón y que Rufino lo había muerto.<br /> Él fue a morir y lo mataron en buena ley, de hombre a hombre. Yo le había dado mi consejo de amigo, pero me sentía culpable.<br /> Días después del velorio fui al reñidero. Nunca me habían calentado las riñas, pero aquel domingo me dieron francamente asco. Qué les estará pasando a esos animales, pensé, que se destrozan porque sí.<br /> La noche de mi cuento, la noche del final de mi cuento, me había apalabrado con los muchachos para un baile en lo de la Parda. Tantos años y ahora me vengo a acordar del vestido floreado que llevaba mi compañera. La fiesta fue en el patio. No faltó algún borracho que alborotara, pero yo me encargué de que las cosas anduvieran como Dios manda. No habían dado las doce cuando los forasteros aparecieron. Uno, que le decían el Corralero y que lo mataron a traición esa misma noche, nos pagó a todos unas copas. Quiso la casualidad que los dos éramos de una misma estampa. Algo andaba tramando; se me acercó y entró a ponderarme. Dijo que era del Norte, donde le habían llegado mis mentas. Yo lo dejaba hablar a su modo, pero ya estaba maliciándolo. No le daba descanso a la ginebra, acaso para darse coraje, y al fin me convidó a pelear. Sucedió entonces lo que nadie quiere entender. En ese botarate provocador me vi como en un espejo y me dio vergüenza. No sentí miedo; acaso de haberlo sentido, salgo a pelear. Me quedé como si tal cosa. El otro, con la cara ya muy arrimada a la mía, gritó para que todos lo oyeran:<br /> —Lo que pasa es que no sos más que un cobarde.<br /> —Así será —le dije—. No tengo miedo de pasar por cobarde. Podés agregar, si te halaga, que me has llamado hijo de mala madre y que me he dejado escupir. Ahora, ¿estás más tranquilo?<br /> La Lujanera me sacó el cuchillo que yo sabía cargar en la sisa y me lo puso, como fula, en la mano. Para rematarla, me dijo:<br /> —Rosendo, creo que lo estás precisando.<br /> Lo solté y salí sin apuro. La gente me abrió cancha, asombrada. Qué podía importarme lo que pensaran.<br /> Para zafarme de esa vida, me corrí a la República Oriental, donde me puse de carrero. Desde mi vuelta me he afincado aquí. San Telmo ha sido siempre un barrio de orden.”</span></div>
</div>
Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-75385818816216940942017-01-13T03:59:00.000-08:002017-01-13T03:59:04.556-08:00El género policial argentino en la literatura y el cine<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
Introducción<o:p></o:p></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
La narrativa
policial es un gran reservorio de historias y pronto la industria
cinematográfica vio la posibilidad de tomar las historias trabajadas por la
ficción escrita y transponerlas al lenguaje cinematográfico. La traslación de
un lenguaje a otro implica la generación de nuevos sentidos con los que el
lector puede ganar al confrontar las lecturas de las versiones literaria y cinematográfica.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por
lo tanto, en este ciclo nos proponemos confrontar lecturas y establecer un
diálogo abierto en el que los participantes obtengan el beneficio de compartir
las versiones de la misma historia en dos lenguajes distintos, no con la
intención de criticar una en desmedro de la otra sino para enriquecer la visión
sobre los modos en que se expresan las artes.<o:p></o:p></div>
<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><br clear="all" />
</span>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Actividades de 19.00 a 20.30 hs.:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->Viernes 13 <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->Presentación de la propuesta del taller,
indicación de las lecturas y de la dinámica de trabajo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->Proyección de <i>El hombre de la esquina rosada </i>(1962)<i>.</i> 1 Hora y 6’<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->Lunes 16<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->Discusión sobre la versión cinematográfica en
relación con los cuentos “Hombres pelearon” y
“El hombre de la esquina rosada” de Jorge Luis Borges.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->Viernes 20<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->Proyección de <i>Plata quemada </i>(1997)<i>.</i> 2
Horas 5’<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->Lunes 23<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->Discusión sobre la versión cinematográfica en
relación con la novela <i>Plata quemada</i>
de Ricardo Piglia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->Viernes 27<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->Proyección de <i>Los crímenes de Oxford </i>(2008)<i>.</i>
1 Hora 45’ <o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->Lunes 30<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->Discusión sobre la versión cinematográfica en
relación con la novela <i>Crímenes
imperceptibles</i> de Guillermo Martínez.<o:p></o:p></div>
<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><br clear="all" />
</span>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify;">
Arancel: $ 350<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt; text-align: justify;">
Información:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt; text-align: justify;">
E mail: <a href="mailto:rfguti2001@hotmail.com">rfguti2001@hotmail.com</a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt; text-align: justify;">
Blog: <a href="http://letrasyartesdecombate.blogspot.com.ar/">http://letrasyartesdecombate.blogspot.com.ar/</a><o:p></o:p></div>
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Rafael
Gutiérrez<br clear="all" style="mso-special-character: line-break; page-break-before: always;" />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAQGPOzODJYWiqHzUJmbSr_eGl2rDUWi9b6ZjBkWti-D2dl6h96b2L86a5ITVkXRk8Z1TGBeejnWz9apUBnHJqxxuCeklRYNtwvdaTXX5vlZq2um1JuLmdn6QAiWB9kuxQL6XUr_KA6Jk/s1600/Piglia+y+cine.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="452" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAQGPOzODJYWiqHzUJmbSr_eGl2rDUWi9b6ZjBkWti-D2dl6h96b2L86a5ITVkXRk8Z1TGBeejnWz9apUBnHJqxxuCeklRYNtwvdaTXX5vlZq2um1JuLmdn6QAiWB9kuxQL6XUr_KA6Jk/s640/Piglia+y+cine.jpg" width="640" /></a></div>
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Complejo
de Bibliotecas de Salta<o:p></o:p></div>
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Belgrano
y Sarmiento<o:p></o:p></div>
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Enero
de 2017</div>
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Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-10889067653721460612017-01-07T06:41:00.001-08:002017-01-07T06:41:01.419-08:00"El hombre de la esquina rosada" de Jorge Luis Borges<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div align="center" style="background-color: white; font-family: Georgia; text-align: -webkit-center;">
<span style="color: black; font-family: Georgia; font-size: large;"><b>Jorge Luis Borges</b></span><br /><span style="color: black; font-family: Georgia; font-size: medium;">(1899–1986)</span><br /><br /><br /><span style="color: black; font-family: Georgia; font-size: medium;"><span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-numeric: normal;">Hombre de la esquina rosada</span></span><br /><span style="color: black; font-family: Georgia; font-size: medium;"><i>Historia universal de la infamia</i> (1936)</span><br /><br /></div>
<div align="right" style="background-color: white; font-family: Georgia;">
<span style="color: black; font-family: Georgia; font-size: x-small;"><i>A Enrique Amorim</i></span><br /></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Georgia; line-height: 18pt; margin: 3pt 0in 0.0001pt 0.3in; text-indent: 0in;">
<span style="color: black; font-family: Georgia; font-size: small;"> <span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-numeric: normal;">A mi, tan</span> luego, hablarme del finado Francisco Real. Yo lo conocí, y eso que éstos no eran sus barrios porque el sabía tallar más bien por el Norte, por esos laos de la laguna de Guadalupe y la Batería. Arriba de tres veces no lo traté, y ésas en una misma noche, pero es noche que no se me olvidará, como que en ella vino la Lujanera porque sí a dormir en mi rancho y Rosendo Juárez dejó, para no volver, el Arroyo. A ustedes, claro que les falta la debida esperiencia para reconocer ése nombre, pero Rosendo Juárez el Pegador, era de los que pisaban más fuerte por Villa Santa Rita. Mozo acreditao para el cuchillo, era uno de los hombres de don Nicolás Paredes, que era uno de los hombres de Morel. Sabía llegar de lo más paquete al quilombo, en un oscuro, con las prendas de plata; los hombres y los perros lo respetaban y las chinas también; nadie inoraba que estaba debiendo dos muertes; usaba un chambergo alto, de ala finita, sobre la melena grasíenta; la suerte lo mimaba, como quien dice. Los mozos de la Villa le copiábamos hasta el modo de escupir. Sin embargo, una noche nos ilustró la verdadera condicion de Rosendo.<br /> Parece cuento, pero la historia de esa noche rarísima empezó por un placero insolente de ruedas coloradas, lleno hasta el tope de hombres, que iba a los barquinazos por esos callejones de barro duro, entre los hornos de ladrillos y los huecos, y dos de negro, dele guitarriar y aturdir, y el del pescante que les tiraba un fustazo a los perros sueltos que se le atravesaban al moro, y un emponchado iba silencioso en el medio, y ése era el Corralero de tantas mentas, y el hombre iba a peliar y a matar. La noche era una bendición de tan fresca; dos de ellos iban sobre la capota volcada, como si la soledá juera un corso. Ese jue el primer sucedido de tantos que hubo, pero recién después lo supimos. Los muchachos estábamos dende tempraño en el salón de Julia, que era un galpón de chapas de cinc, entre el camino de Gauna y el Maldonado. Era un local que usté lo divisaba de lejos, por la luz que mandaba a la redonda el farol sinvergüenza, y por el barullo también. La Julia, aunque de humilde color, era de lo más conciente y formal, así que no faltaban músicantes, güen beberaje y compañeras resistentes pal baile. Pero la Lujanera, que era la mujer de Rosendo, las sobraba lejos a todas. Se murió, señor, y digo que hay años en que ni pienso en ella, pero había que verla en sus días, con esos ojos. Verla, no daba sueño.<br /> La caña, la milonga, el hembraje, una condescendiente mala palabra de boca de Rosendo, una palmada suya en el montón que yo trataba de sentir como una amistá: la cosa es que yo estaba lo más feliz. Me tocó una compañera muy seguidora, que iba como adivinándome la intención. El tango hacía su voluntá con nosotros y nos arriaba y nos perdía y nos ordenaba y nos volvía a encontrar. En esa diversion estaban los hombres, lo mismo que en un sueño, cuando de golpe me pareció crecida la música, y era que ya se entreveraba con ella la de los guitarreros del coche, cada vez más cercano. Después, la brisa que la trajo tiró por otro rumbo, y volví a atender a mi cuerpo y al de la companera y a las conversaciones del baile. Al rato largo llamaron a la puerta con autoridá, un golpe y una voz. En seguida un silencio general, una pechada poderosa a la puerta y el hombre estaba adentro. El hombre era parecido a la voz.<br /> Para nosotros no era todavía Francisco Real, pero sí un tipo alto, fornido, trajeado enteramente de negro, y una chalina de un color como bayo, echada sobre el hombro. La cara recuerdo que era aindiada, esquinada.<br /> Me golpeó la hoja de la puerta al abrirse. De puro atolondrado me le jui encima y le encajé la zurda en la facha, mientras con la derecha sacaba el cuchillo filoso que cargaba en la sisa del chaleco, junto al sobaco izquierdo. Poco iba a durarme la atropellada. El hombre, para afirmarse, estiró los brazos y me hizo a un lado, como despidiéndose de un estorbo. Me dejó agachado detrás, todavía con la mano abajo del saco, sobre el arma inservible. Siguió como si tal cosa, adelante. Siguió, siempre más alto que cualquiera de los que iba desapartando, siempre como sin ver. Los primeros —puro italianaje mirón— se abrieron como abanico, apurados. La cosa no duró. En el montón siguiente ya estaba el Inglés esperándolo, y antes de sentir en el hombro la mano del forastero, se le durmió con un planazo que tenía listo. Jue ver ése planazo y jue venírsele ya todos al humo. El establecimiento tenía más de muchas varas de fondo, y lo arriaron como un cristo, casi de punta a punta, a pechadas, a silbidos y a salivazos. Primero le tiraron trompadas, después, al ver que ni se atajaba los golpes, puras cachetadas a mano abierta o con el fleco inofensivo de las chalinas, como riéndose de él. También, como reservándolo pa Rosendo, que no se había movido para eso de la paré del fondo, en la que hacía espaldas, callado. Pitaba con apuro su cigarrillo, como si ya entendiera lo que vimos claro después. El Corralero fue empujado hasta él, firme y ensangrentado, con ése viento de chamuchina pifiadora detrás. Silbando, chicoteado, escupido, recién habló cuando se enfrentó con Rosendo. Entonces lo miró y se despejo la cara con el antebrazo y dijo estas cosas:<br /> —Yo soy Francisco Real, un hombre del Norte. Yo soy Francisco Real, que le dicen el Corralero. Yo les he consentido a estos infelices que me alzaran la mano, porque lo que estoy buscando es un hombre. Andan por ahí unos bolaceros diciendo que en estos andurriales hay uno que tiene mentas de cuchillero , y de malo , y que le dicen el Pegador. Quiero encontrarlo pa que me enseñe a mi, que soy naides, lo que es un hombre de coraje y de vista.<br /> Dijo esas cosas y no le quitó los ojos de encima. Ahora le relucía un cuchillón en la mano derecha, que en fija lo había traído en la manga. Alrededor se habían ido abriendo los que empujaron, y todos los mirábamos a los dos, en un gran silencio. Hasta la jeta del milato ciego que tocaba el violín, acataba ese rumbo.<br /> En eso, oigo que se desplazaban atrás, y me veo en el marco de la puerta seis o siete hombres, que serían la barra del Corralero. El más viejo, un hombre apaisanado, curtido, de bigote entrecano, se adelantó para quedarse como encandilado por tanto hembraje y tanta luz, y se descubrió con respeto. Los otros vigilaban, listos para dentrar a tallar si el juego no era limpio.<br /> ¿Qué le pasaba mientras tanto a Rosendo, que no lo sacaba pisotiando a ese balaquero? Seguía callado, sin alzarle los ojos. El cigarro no sé si lo escupió o si se le cayó de la cara. Al fin pudo acertar con unas palabras, pero tan despacio que a los de la otra punta del salón no nos alcanzo lo que dijo. Volvió Francisco Real a desafiarlo y él a negarse. Entonces, el más muchacho de los forasteros silbó. La Lujanera lo miró aborreciéndolo y se abrió paso con la crencha en la espalda, entre el carreraje y las chinas, y se jue a su hombre y le metió la mano en el pecho y le sacó el cuchillo desenvainado y se lo dió con estas palabras:<br /> —Rosendo, creo que lo estarás precisando.<br />A la altura del techo había una especie de ventana alargada que miraba al arroyo. Con las dos manos recibió Rosendo el cuchillo y lo filió como si no lo reconociera. Se empinó de golpe hacia atrás y voló el cuchillo derecho y fue a perderse ajuera, en el Maldonado. Yo sentí como un frio.<br /> —De asco no te carneo —dijo el otro, y alzó, para castigarlo, la mano. Entonces la Lujanera se le prendió y le echó los brazos al cuello y lo miró con esos ojos y le dijo con ira:<br /> —Dejalo a ése, que nos hizo creer que era un hombre.<br />Francisco Real se quedó perplejo un espacio y luego la abrazó como para siempre y les gritó a los musicantes que le metieran tango y milonga y a los demás de la diversión, que bailaramos. La milonga corrió como un incendio de punta a punta. Real bailaba muy grave, pero sin ninguna luz, ya pudiéndola. Llegaron a la puerta y grito:<br /> —¡Vayan abriendo cancha, señores, que la llevo dormida!<br /> Dijo, y salieron sien con sien, como en la marejada del tango, como si los perdiera el tango.<br /> Debí ponerme colorao de vergüenza. Dí unas vueltitas con alguna mujer y la planté de golpe. Inventé que era por el calor y por la apretura y jui orillando la paré hasta salir. Linda la noche, ¿para quien? A la vuelta del callejón estaba el placero, con el par de guitarras derechas en el asiento, como cristianos. Dentre a amargarme de que las descuidaran así, como si ni pa recoger changangos sirviéramos. Me dió coraje de sentir que no éramos naides. Un manotón a mi clavel de atrás de la oreja y lo tiré a un charquito y me quedé un espacio mirándolo, como para no pensar en más nada. Yo hubiera querido estar de una vez en el día siguiente, yo me quería salir de esa noche. En eso, me pegaron un codazo que jue casi un alivio. Era Rosendo, que se escurría solo del barrio.<br /> —Vos siempre has de servir de estorbo, pendejo —me rezongó al pasar, no sé si para desahogarse, o ajeno. Agarró el lado más oscuro, el del Maldonado; no lo volví a ver más.<br /> Me quedé mirando esas cosas de toda la vida —cielo hasta decir basta, el arroyo que se emperraba solo ahí abajo, un caballo dormido, el callejón de tierra, los hornos— y pensé que yo era apenas otro yuyo de esas orillas, criado entre las flores de sapo y las osamentas. ¿Que iba a salir de esa basura sino nosotros, gritones pero blandos para el castigo, boca y atropellada no más? Sentí después que no, que el barrio cuanto más aporriao, más obligación de ser guapo.<br /> ¿Basura? La milonga déle loquiar, y déle bochinchar en las casas, y traía olor a madreselvas el viento. Linda al ñudo la noche. Había de estrellas como para marearse mirándolas, una encima de otras. Yo forcejiaba por sentir que a mí no me representaba nada el asunto, pero la cobardía de Rosendo y el coraje insufrible del forastero no me querían dejar. Hasta de una mujer para esa noche se había podido aviar el hombre alto. Para esa y para muchas, pensé, y tal vez para todas, porque la Lujanera era cosa seria. Sabe Dios qué lado agarraron. Muy lejos no podían estar. A lo mejor ya se estaban empleando los dos, en cualesquier cuneta.<br /> Cuando alcancé a volver, seguía como si tal cosa el bailongo.<br />Haciéndome el chiquito, me entreveré en el montón, y vi que alguno de los nuestros había rajado y que los norteros tangueaban junto con los demás. Codazos y encontrones no había, pero si recelo y decencia. La música parecia dormilona, las mujeres que tangueaban con los del Norte, no decían esta boca es mía.<br /> Yo esperaba algo, pero no lo que sucedió.<br /> Ajuera oimos una mujer que lloraba y después la voz que ya conocíamos, pero serena, casi demasiado serena, como si ya no juera de alguien, diciéndole:<br /> —Entrá, m'hija —y luego otro llanto. Luego la voz como si empezara a desesperarse.<br /> —¡Abrí te digo, abrí gaucha arrastrada, abrí, perra! —se abrió en eso la puerta tembleque, y entró la Lujanera, sola. Entró mandada, como si viniera arreándola alguno.<br /> —La está mandando un ánima —dijo el Inglés.<br /> —Un muerto, amigo —dijo entonces el Corralero. El rostro era como de borracho. Entró, y en la cancha que le abrimos todos, como antes, dió unos pasos marcados —alto, sin ver— y se fue al suelo de una vez, como poste. Uno de los que vinieron con él, lo acostó de espaldas y le acomodó el ponchito de almohada. Esos ausilios lo ensuciaron de sangre. Vimos entonces que traiba una herida juerte en el pecho; la sangre le encharcaba y ennegrecia un lengue punzó que antes no le oservé, porque lo tapó la chalina. Para la primera cura, una de las mujeres trujo caña y unos trapos quemados. El hombre no estaba para esplicar. La Lujanera lo miraba como perdida, con los brazos colgando. Todos estaban preguntándose con la cara y ella consiguió hablar. Dijo que luego de salir con el Corralero, se jueron a un campito, y que en eso cae un desconocido y lo llama como desesperado a pelear y le infiere esa puñalada y que ella jura que no sabe quién es y que no es Rosendo. ¿Ouién le iba a creer?<br /> El hombre a nuestros pies se moría. Yo pensé que no le había temblado el pulso al que lo arregló. El hombre, sin embargo, era duro. Cuando golpeó, la Julia había estao cebando unos mates y el mate dió Ia vuelta redonda y volvío a mi mano, antes que falleciera. “Tápenme la cara”, dijo despacio, cuando no pudo más. Sólo le quedaba el orgullo y no iba a consentir que le curiosearan los visajes de la agonía. Alguien le puso encima el chambergo negro, que era de copa altísima. Se murió abajo del chambergo, sin queja. Cuando el pecho acostado dejó de subir y bajar, se animaron a descubrirlo. Tenía ese aire fatigado de los difuntos; era de los hombres de más coraje que hubo en aquel entonces, dende la Batería hasta el Sur; en cuanto lo supe muerto y sin habla, le perdí el odio.<br /> —Para morir no se precisa más que estar vivo —dijo una del montón, y otra, pensativa también:<br /> —Tanta soberbia el hombre, y no sirve más que pa juntar moscas.<br /> Entonces los norteros jueron diciéndose un cosa despacio y dos a un tiempo la repitieron juerte después.<br /> —Lo mató la mujer.<br /> Uno le grito en la cara si era ella, y todos la cercaron. Ya me olvidé que tenía que prudenciar y me les atravesé como luz. De atolondrado, casi pelo el fiyingo. Sentí que muchos me miraban, para no decir todos. Dije como con sorna:<br /> —Fijensén en las manos de esa mujer. ¿Que pulso ni que corazón va a tener para clavar una puñalada?<br /> Añadí, medio desganado de guapo:<br /> —¿Quién iba a soñar que el finao, que asegún dicen, era malo en su barrio, juera a concluir de una manera tan bruta y en un lugar tan enteramente muerto como éste, ande no pasa nada, cuando no cae alguno de ajuera para distrairnos y queda para la escupida después?<br /> El cuero no le pidió biaba a ninguno.<br /> En eso iba creciendo en la soledá un ruido de jinetes. Era la policía. Quien más, quien menos, todos tendrían su razón para no buscar ese trato, porque determinaron que lo mejor era traspasar el muerto al arroyo. Recordarán ustedes aquella ventana alargada por la que pasó en un brillo el puñal. Por ahí paso después el hombre de negro. Lo levantaron entre muchos y de cuantos centavos y cuanta zoncera tenía lo aligeraron esas manos y alguno le hachó un dedo para refalarle el anillo. Aprovechadores, señor, que así se le animaban a un pobre dijunto indefenso, después que lo arregló otro más hombre. Un envión y el agua torrentosa y sufrida se lo llevó. Para que no sobrenadara, no se si le arrancaron las vísceras, porque preferí no mirar. El de bigote gris no me quitaba los ojos. La Lujanera aprovechó el apuro para salir.<br /> Cuando echaron su vistazo los de la ley, el baile estaba medio animado. El ciego del violín le sabía sacar unas habaneras de las que ya no se oyen. Ajuera estaba queriendo clariar. Unos postes de ñandubay sobre una lomada estaban como sueltos, porque los alambrados finitos no se dejaban divisar tan temprano.<br /> Yo me fui tranquilo a mi rancho, que estaba a unas tres cuadras. Ardía en la ventana una lucecita, que se apagó en seguida. De juro que me apure a llegar, cuando me di cuenta. Entonces, Borges, volví a sacar el cuchillo corto y filoso que yo sabía cargar aquí, en el chaleco, junto al sobaco izquierdo, y le pegué otra revisada despacio, y estaba como nuevo, inocente, y no quedaba ni un rastrito de sangre.</span></div>
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Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-61616523884174869342017-01-07T06:38:00.000-08:002017-01-07T06:38:33.260-08:00"Hombres pelearon" de Jorge Luis Borges<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div align="center" class="MsoNormal" style="background: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13.524px; line-height: 14pt; margin: 54pt 0cm 30pt; text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Georgia; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.5pt;">Hombres pelearon</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13.524px; line-height: 14pt; margin: 6pt 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Georgia; font-size: 12pt; letter-spacing: 0.5pt;">Esta es la relación de cómo se enfrentaron coraje en menesteres de cuchillo el Norte y el Sur. Hablo de cuando el arrabal, rosado de tapias, era también relampagueado de acero; de cuando las provocativas milongas levantaban en la punta el nombre de un barrio; de cuando las patrias chicas eran fervor. Hablo del noventa y seis o noventa y siete y el tiempo es caminata dura de desandar.</span><span lang="ES-AR" style="font-family: Georgia; letter-spacing: 0.5pt;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13.524px; line-height: 14pt; margin: 6pt 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Georgia; font-size: 12pt; letter-spacing: 0.5pt;">Nadie dijo arrabal en esos antaños. La zona circular de pobreza que no era <i>el centro, </i>era <i>las orillas: </i>palabra de orientación más despreciativa que topográfica. De las orillas, pues, y aun de las orillas del Sur fue El Chileno: peleador famoso de los Corrales, señor de la insolencia y del corte, guapo que detrás de una zafaduría para todos entraba en los bodegones y en los batu- <span style="color: blue;">[127]</span></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Georgia; font-size: 12pt; letter-spacing: 0.5pt;"> </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Georgia; font-size: 12pt; letter-spacing: 0.5pt;">ques; gloria de matarifes en fin. Le noticiaron que en Palermo había <i>un hombre, </i>uno que le decían El Mentao, y decidió buscarlo y pelearlo. Malevos de la Doce de Fierro fueron con él.</span><span lang="ES-AR" style="font-family: Georgia; letter-spacing: 0.5pt;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13.524px; line-height: 14pt; margin: 6pt 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Georgia; font-size: 12pt; letter-spacing: 0.5pt;">Salió de la otra punta de una noche húmeda. Atravesó la vía en Centro América y entró en un país de calles sin luz. Agarró la vereda; vio luna infame que atorraba en un hueco, vio casas de decente dormir. Fue por cuadras de cuadras. Ladridos tirantes se le abalanzaron para detenerlo desde unas quintas. Dobló hacia el norte. Silbidos ralos y sin cara rondaron los tapiales negros; siguió. Pisó ladrillo y barro, orilló la Penitenciaría de muros tristes. Cien hamacados pasos más y arribó a una esquina embanderada de taitas y con su mucha luz de almacén, como si empezara a incendiarse por una punta. Era la de Cabello y Coronel Díaz: una parecita, el fracaso criollo de un sauce, el viento que mandaba en el callejón.</span><span lang="ES-AR" style="font-family: Georgia; letter-spacing: 0.5pt;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13.524px; line-height: 14pt; margin: 6pt 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Georgia; font-size: 12pt; letter-spacing: 0.5pt;">Entró duro al boliche. Encaró la barra nortera sin insolencia: a ellos no iba destinada su hazaña. Iba para Pedro el Mentao, tipo fuerte, en cuyo pecho se enanchaba la hombría y que orejeaba, entonces, los tres apretados naipes del truco.</span><span lang="ES-AR" style="font-family: Georgia; letter-spacing: 0.5pt;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13.524px; line-height: 14pt; margin: 6pt 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Georgia; font-size: 12pt; letter-spacing: 0.5pt;">Con humildad de forastero y mucho <i>señor, </i>El Chileno le preguntó por uno medio flojo y flojo del todo que la tallaba ¡vaya usté a saber con quiénes! de guapo y que le decían El Mentao. El otro se paró y le dijo en seguida: Si quiere, lo vamos a buscar a la calle. Salieron con soberbia, sabiendo que eran cosa de ver.</span><span lang="ES-AR" style="font-family: Georgia; letter-spacing: 0.5pt;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13.524px; line-height: 14pt; margin: 6pt 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Georgia; font-size: 12pt; letter-spacing: 0.5pt;">El duro malevaje los vio pelear. (Había una</span><span lang="ES-AR" style="font-family: Georgia; letter-spacing: 0.5pt;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13.524px; line-height: 14pt; margin: 6pt 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Georgia; font-size: 12pt; letter-spacing: 0.5pt;"> </span><span lang="ES-TRAD" style="color: blue; font-family: Georgia; font-size: 12pt; letter-spacing: 0.5pt;">[128]</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Georgia; font-size: 12pt; letter-spacing: 0.5pt;"> </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Georgia; font-size: 12pt; letter-spacing: 0.5pt;">cortesía peligrosa entre los palermeros y los del Sur, un silencio en el que acechaban injurias.)</span><span lang="ES-AR" style="font-family: Georgia; letter-spacing: 0.5pt;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13.524px; line-height: 14pt; margin: 6pt 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Georgia; font-size: 12pt; letter-spacing: 0.5pt;">Las estrellas iban por derroteros eternos y una luna pobre y rendida tironeaba del cielo. Abajo, los cuchillos buscaron sendas de muerte. Un salto y la cara del Chileno fue disparatada por un hachazo y otro le empujó la muerte en el pecho. Sobre la tierra con blandura de cielo del callejón, se fue desangrando.</span><span lang="ES-AR" style="font-family: Georgia; letter-spacing: 0.5pt;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13.524px; line-height: 14pt; margin: 6pt 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Georgia; font-size: 12pt; letter-spacing: 0.5pt;">Murió sin lástimas. No sirve sino pa juntar moscas, dijo uno que, al final, lo palpó. Murió de pura patria; las guitarras varonas del bajo se alborozaron.</span><span lang="ES-AR" style="font-family: Georgia; letter-spacing: 0.5pt;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13.524px; line-height: 14pt; margin: 6pt 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Georgia; font-size: 12pt; letter-spacing: 0.5pt;">Así fue el entrevero de un cuchillo del Norte y otro del Sur. Dios sabrá su justificación: cuando el Juicio retumbe en las trompetas, oiremos de él.</span></div>
</div>
Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-48791648195664765332015-12-17T07:51:00.001-08:002015-12-17T07:51:01.937-08:00El campito de Juan Diego Incardona<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Historia y mito
en <i>El campito </i>de Juan Diego Incardona<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Rafael Gutiérrez<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Introducción<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> La novela <i>El campito</i> de Juan Diego Incardona es una producción de la
novelística argentina más reciente y se podría adscribir a la novela fantástica
o de ciencia ficción, pues el mundo construido mantiene componentes de nuestro mundo
de referencia, pero hay otros que resultan de la desmesura o de la intersección
con tiempos hipotéticos. En una tradición cara al género, esa construcción
textual es deliberada para focalizar aspectos del mundo de referencia que se
pretende destacar con una finalidad crítica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> En nuestra lectura nos proponemos
relevar cuáles son los aspectos del mundo que el texto destaca críticamente y
cuáles son las estrategias desplegadas para hacerlo, con la finalidad de
establecer sus vínculos con una genealogía escritural en la literatura
universal y en la argentina en particular, en la que se entraman la historia acontecida
y su devenir en mito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> La literatura que fundó la mitología<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Jorge
Luis Borges hizo un esfuerzo por dotar a Buenos Aires de una mitología para que
sus producciones culturales pudieran ingresar a la llamada “cultura universal”
o sea a la cultura entendida desde los parámetros europeos. Sus primeros libros
testimonian ese esfuerzo, en especial <i>Cuaderno
San Martín</i> (1929), donde está el título que explicita esa intención
“Fundación mítica de Buenos Aires”, que en su primera versión se llamaba
“Fundación mitológica de Buenos Aires”; los ensayos <i>Evaristo Carriego</i> (1930) -en el que un poeta menor le sirve de
pretexto para construir una historia de
Buenos Aires y del tango- y <i>Discusión</i>
(1932) en el que programáticamente aborda la poesía gauchesca junto a clásicos
de la “literatura universal” y en el centro hace una declaración de principios
sobre la relación del escritor argentino con la tradición de occidente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Coetáneo de Borges es Leopoldo
Marechal, quien compartió la misma preocupación por la configuración de una
tradición mítica e hizo su aporte desde su literatura aunque se lo recuerde en
especial por su novela <i>Adán Buenosayres</i>
(1948), verdadero corolario de su trabajo programático.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> En ambos escritores lo que se
evidencia es el trabajo de integración entre una formación letrada que se
remonta a los clásicos grecolatinos y continúa por el canon europeo, junto con
un conocimiento de la historia legada por los libros, pero fundamentalmente
aquella de carácter oral, que circula por las calles de los arrabales y los
caminos que desembocaba en la pampa, que ambos vates fatigaron.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> El arrabal tanguero en disolución y
los compadritos en vías de extinción, por el avance de la modernización de
Buenos Aires, fueron extraídos del tiempo lineal e instalados en el tiempo
mítico por obra de estos escritores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> A lo largo del siglo XX se
produjeron nuevos acontecimientos cuya credibilidad pueden desafiar a la
imaginación ya que su desmesura los coloca en un incierto borde entre lo
verosímil y lo fantástico. La escritura que dio cuenta de esa dimensión pasó a
formar parte del universo imaginario o mítico que dota de sentido a Buenos
Aires o, más bien, al mundo rioplatense.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Uno de esos hechos fue el peronismo
y sus protagonistas que alcanzaron rápidamente dimensión mítica. El grado de
simbolización de Perón y, más todavía, de Evita se volvió un núcleo de
generación de ficciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Un nuevo fabulador<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">A
principios del siglo XXI, un joven escritor retomó la tarea legada por los
poetas buscadores de esencias nacionales, se trata de Juan Diego Incardona (Buenos
Aires 1971) narrador que generó un mundo fantástico a partir de los mitos
construidos en el siglo XX, en su libro de cuentos <i>Villa Celina</i> (2008) y en la novela <i>El campito</i> (2009).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Nos
detendremos en la novela que se construye con una estrategia cara a los
orígenes de la literatura moderna: hay un relato porque hay alguien que quiere
contar para un auditorio que queda cautivo, seducido por la palabra. Como en
los <i>Cuentos de Canterbury</i> (Geoffrey
Chaucer 1475) o en el <i>Decameron </i>(Giovanni
Boccaccio 1351), el hastío de los jóvenes genera el momento propicio para
compartir relatos. En la novela de Incardona esa es la ocasión precisa en la
que se hace presente el trotamundos, el hombre sin domicilio, acompañado por un
animal de la mitología contemporánea “el hombre gato”<a href="file:///G:/Ponencias/Historia%20y%20mito%20en%20El%20campito.rtf#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> En una forma cara a la tradición
literaria, la novela de Incardona está construida como un relato que enmarca
una serie de anécdotas de un viajero que recorre lugares fantásticos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 3cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Juan
Diego, el narrador, relata la historia que le refiere Carlitos, ciruja andante
y especie de trovador que va contando sus fantásticas aventuras en una Matanza
que se parece al escenario de un alto fantástico como <i>El Señor de los Anillos</i>, pero en clave subdesarrollada, entre
basurales, mutantes producto de la contaminación del Riachuelo y barrios
secretos creados por orden de Eva Perón. (Soifer, 2009)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Tal
como Odiseo, Telémaco, Lemuel Gulliver en <i>Los
viajes de Gulliver</i> (1726) o el Marco Polo creado por Ítalo Calvino en <i>Las ciudades invisibles</i> (1972) hay una
aventura de relatar y otra vivida, pero a diferencia de esos relatos de viajes
fantásticos, el mundo fabuloso de Incardona está situado en un espacio cercano,
en los barrios del conurbano bonaerense que se conectan a través de “el
campito”, suerte de espacio de transición en el que habita el ciruja narrador y
su compañero “el hombre gato”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Tal como en la edad media, cuando el
público se entretenía con los relatos del viajero que daba cuenta del mundo que
se extendía más allá de su horizonte, poblado de aventuras. En esas andanzas el
narrador también se incluía como ayudante de los locales contra seres fabulosos
en paisajes de encantamiento; en <i>El
campito </i>el mundo fabuloso existe en un “más allá” cercano, en el conurbano
bonaerense. Ese espacio fue incorporado a la mitología porteña desde que Borges
partió a buscar el Sur ancestral, poblado de malevos y compadritos y fue
abonado por Marechal, cuando Adán Buenosayres y sus amigos salieron a rastrear
al neocriollo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Para que haya mito fue necesario que
en algún momento aconteciera un hecho extraordinario que se refiriera en
relatos orales hasta cristalizarse en un momento atemporal y en un espacio
ignoto para que quedara fuera del registro de la historia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 3cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Leticia
y el Morocho, por su parte, también exageraban lo que ellos mismos habían
escuchado la primera noche (…) y así la historia se fue adornando y ya no
estaba seguro de qué era original y qué era agregado (…) a nadie se le ocurrió
poner en tela de juicio ninguna de las versiones, que, más que contradecirse,
parecían complementarse. (68)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> En la novela de Incardona una
historia fácilmente reconocible es la del primer peronismo que pronto saltó del
tiempo lineal al tiempo mítico. Así, los barrios creados por el gobierno y la
Fundación Eva Perón, trazados con diseños destinados a perpetuar la imagen de
sus creadores, fueron retomados por el escritor para montar espacios fabulosos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 3cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">…barrios
construidos como Ciudad Evita (…) La mayoría está en La Matanza, aunque nadie
sabe exactamente cuántos hay ni donde está cada uno… (65)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Enunciado en el que fácilmente se
reconoce en la primera parte la referencia al hecho histórico y en la segunda,
después del nexo adversativo <i>aunque</i>, su
disolución en las imprecisas referencias de una comunidad designada por el
pronombre indefinido <i>nadie</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> De hecho el barrio Ciudad Evita,
creado en 1947 a pesar de los cambios de nombres impuestos por los gobiernos de
turno, existe aún en la actualidad y se puede confirmar el diseño original
destinado a perpetuar la memoria de la “madre espiritual de los argentinos”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> De acuerdo con el modelo con el que
fue realizada la urbanización-monumento, la novela refiere otra similar, el “Barrio
Mercante”, hecho en homenaje al Coronel Mercante, conocido en la actualidad
como Barrio Obrero. El verosímil sería realista, salvo que adquiere ribetes
fantásticos por su entorno de jardines con flores recubiertas de cobre y que
está poblado totalmente por enanos industriosos, valientes y fanáticos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 3cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Estos
son los campos galvanoplásticos. Parece que adentro son flores naturales, pero
están revestidas de metal… (40)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Este
entorno fantástico es remisión clara a las aspiraciones científicas de Roberto
Arlt, a quien nunca se nombra, pero se reconoce por su autodefinición de
inventor autodidacta y su filiación política:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 3cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Todo
lo aprendí por mi cuenta, como autodidacta, leyendo libros, y con la práctica…
(87)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 3cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">…En
otra época, anduve con un grupo de anarquistas, pero dejamos de vernos. Algunos
se murieron, otros se fugaron. (89)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> De modo similar a como trabajó
Jonhatan Swift en su novela <i>Los viajes de
Gulliver</i>, el viajero de Juan Diego Incardona deambula de un barrio a otro,
relacionándose con los locales que representan alguna de las creaciones del
peronismo, convertidos en personajes de ficción. Entre ellos podemos mencionar
a “las censistas”, verdaderas amazonas que viven en un barrio sin hombres; “El
Purgatorio”, habitado por fantasmas entre los que podemos reconocer claramente
a “Hugo del Carril”, denominado como “Carlitos”<a href="file:///G:/Ponencias/Historia%20y%20mito%20en%20El%20campito.rtf#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a> o el
“cantor de la marcha”. Luego, en los preliminares de la “batalla del Mercado
Central”, el vagabundo y sus compañeros son tomados prisioneros por los
boxeadores del Barrio “José María Gatica y Pascual Pérez” y en las columnas de
combatientes se incorporan médicos del Barrio Ramón Carrillo. En medio de la
batalla se sumarán las tropas del Teniente Coronel Oscar Lorenzo<a href="file:///G:/Ponencias/Historia%20y%20mito%20en%20El%20campito.rtf#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a>,
representante de las fuerzas armadas fieles a Perón, y unos jóvenes milicianos,
representantes de Montoneros que mueren heroicamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> El enfrentamiento que adquiere
rasgos maravillosos por la confrontación entre oponentes anacrónicos -pues en
el siglo XXI libran una batalla oponentes de los últimos cincuenta años-
incorpora un componente fantástico con el “esperpento”, monstruo hecho por
pedazos de cadáveres –a la manera de Frankeintein- y con las manos de Perón,
invulnerable a las armas de la resistencia peronista. En la batalla es el
cantor el único que logra dominarlo con su música.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Las ficciones de la utopía peronista<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> El peronismo fue definido por su
creador, Juan Domingo Perón, como un movimiento político, sin embargo después
de más de casi setenta años de vigencia –a pesar de las interrupciones
institucionales- podemos afirmar que es un movimiento cultural que ha generado
una multiplicidad de expresiones. Entre ellas podemos hablar de sus utopías,
entre las que destacaré <i>La Guerra de los
Antartes</i>, la novela gráfica inconclusa de Héctor Germán Oesterheld, y <i>El Sueñero</i>, la de Enrique Breccia<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> La historia del errante confluye
hacia un clímax dado por una batalla entre el pueblo peronista que se ha
conservado en su tiempo mítico en los ignotos barrios del conurbano. De modo
similar a <i>El sueñero</i> de Enrique
Breccia (1998), la novela tiene un momento culminante en el enfrentamiento
entre la resistencia peronista y las tropas de la oligarquía. Es ahí donde convergen
todos los personajes que conoce Carlos Moreno en su deambular por los barrios
que lo van adoptando y dónde él pasa de ser un observador a ser un protagonista
que participa de la lucha, aunque guiado más por el amor a una mujer que por la
convicción en una causa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Entre el auditorio cautivo que va
creciendo progresivamente se encuentra el adolescente Juan Diego, que prefiera
huir de sus tareas escolares para escuchar los relatos fabulosos del viajero,
cuya palabra es lo único que exhibe como prueba de sus andanzas que son
confirmadas en silencio por su compañero escapado de la zoología fantástica, el
gato descomunal que todos reconocen como el “hombre gato”, especie resultante
de una metamorfosis similar a la que afecta al “aperrao”<a href="file:///G:/Ponencias/Historia%20y%20mito%20en%20El%20campito.rtf#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a> de
la mitología popular de raíz folclórica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> En el momento en el que el vagabundo
refiere sus historias fantásticas no hay ningún hecho portentoso -como los que
relata- el gato no manifiesta ningún comportamiento especial, lo único anómalo
es su inusual tamaño, pero fuera de eso nada afecta al verosímil realista. De
manera que es sólo el relato enmarcado el que adquiere ribetes fantásticos ya
que nadie más que Carlos Moreno ha sido testigo de los barrios fabulosos, de
sus habitantes ni de la batalla que llegó desde el conurbano hasta los límites
de la ciudad de Buenos Aires.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> La aclamación popular del auditorio,
la reafirmación de la batalla fabulosa por los recuerdos de ruidos y luces de
explosiones en el horizonte y la incorporación de joven Juan Diego a los viajes
de Carlos Moreno hacen de la novela una promesa de renovación de los mitos en
los que busca afianzarse el peronismo como parte insalvable de la cultura
argentina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Conclusión<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> La novela de Juna Diego Incardona
abona su relato en los mitos que fue tejiendo Buenos Aires a lo largo del siglo
pasado y los reúne en una heroica batalla que no termina de resolverse. En una
tradición cara a la literatura, la construcción de un mundo fantástico no es
para generar evasión sino para volver la atención sobre el propio mundo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Al
centrar la batalla en un momento contemporáneo que recupera los protagonistas
de distintos momentos desde la fundación del peronismo, la novela muestra un
claro interés político.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Es
la fábula fantástica la que convoca los mitos del peronismo y los sitúa en un
espacio que rodea a Buenos Aires como un modo de resaltar que el peronismo se
encuentra resguardado en ese entorno, resistiendo y listo para volver a cobrar
protagonismo.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US;"><br clear="all" style="mso-special-character: line-break; page-break-before: always;" />
</span>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Bibliografía<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Borges,
Jorge Luis, (2011, <i>Obras completas III, </i>,
Buenos Aires, Sudamericana<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Caraballo, María Laura, “<i>El campito</i> de Juan Diego Incardona” en <a href="http://www.no-retornable.com.ar/v4/nuevo/caraballo_2.html">http://www.no-retornable.com.ar/v4/nuevo/caraballo_2.html</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Corvalán, Kekena, “<i>El Campito”</i> en <a href="http://www.leedor.com/contenidos/literatura/el-campito">http://www.leedor.com/contenidos/literatura/el-campito</a>
Publicado en Leedor el 29-10-2011<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Fernández,
Nancy, “Literatura argentina y peronismo. Sobre <i>El Campito</i>, de Juan Diego Incardona” <b> </b></span>http://vanguardiaytradicion.blogspot.com.ar/2009/12/el-campito-de-juan-diego-incardona-nota.html<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Incardona,
Juan Diego (2013), <i>El campito</i>, Buenos
Aires, Interzona<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Soifer, Alejandro, “Las
patas en la fuente. El Campito Juan Diego Incardona” en <a href="http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-5579-2009-09-21.html">http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-5579-2009-09-21.html</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<br />
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Ponencias/Historia%20y%20mito%20en%20El%20campito.rtf#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<span lang="ES">“El hombre gato” fue un delincuente
que atacaba en la zona de La Plata y el Gran Buenos Aires entre 1984 y 1985, ni
la policía ni los vecinos organizados pudieron atraparlo y pronto fue llevado a
la música popular por Ricky Maravilla en 1986.</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Ponencias/Historia%20y%20mito%20en%20El%20campito.rtf#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<span style="font-size: 10.0pt;">El nombre puede deberse a que el cantante y
actor protagonizó la versión cinematográfica más famosa de la biografía de
Carlos Gardel.</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Ponencias/Historia%20y%20mito%20en%20El%20campito.rtf#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Teniente Coronel del Ejército Argentino. Peronista. Fusilado en La Plata,
provincia de Buenos Aires, luego del frustrado intento del 9 de junio de 1956
(comandado por el General Juan José Valle), por recuperar la soberanía popular
arrebatada por el sangriento golpe militar de Rojas y Aramburu, protagonizado
un año antes.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn4">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Ponencias/Historia%20y%20mito%20en%20El%20campito.rtf#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
En la tradición folclórica hay diversas razones por las que un hombre puede
convertirse en lobo, pero en el caso argentino, por falta de lobos en la fauna
local, el mito tiene su variante en la metamorfosis del hombre en un perro de
grandes dimensiones, de allí que sea referido como el “aperrao”. Su versión más
popular es la de “Mendieta”, el perro parlante que acompaña a Don Inodoro
Pereyra.<o:p></o:p></div>
</div>
</div>
</div>
Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-57472898761843768572015-12-17T07:49:00.002-08:002015-12-17T07:49:22.081-08:00Civilización y barbarie<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="ES">Un
largo camino de la oposición entre civilización y barbarie<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES">Rafael
Gutiérrez<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">La literatura
argentina está marcada por la oposición civilización / barbarie, aunque
enunciada por Sarmiento en el título de su ya clásico e insoslayable libro <i>Facundo,</i> era la síntesis de una forma de
entender América desde que iluminismo se proyectó sobre las colonias europeas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Dado que el
iluminismo es un pensamiento deudor del neoclasicismo, para su formulación se
retomaron esquemas elaborados durante el desarrollo de la cultura grecorromana
en Europa. El Imperio romano incorporó la cultura griega y con ella la idea de
que los que no compartían su cultura eran bárbaros. El término remite
específicamente al campo de la lengua, pues “bárbaro” quiere decir balbuceante,
pues los griegos reconocían a los ajenos a su cultura como defectuosos,
incapaces de expresarse en una verdadera lengua. Sucede que la expresión verbal
en la interacción interpersonal funciona como signo de pertenencia a
determinada comunidad y su diferencia puede ser factor de discriminación y
hasta de estigmatización.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">La carga negativa
que adquirió el término “bárbaro” aconteció con la crisis del Imperio Romano
que expandió su cultura sobre las naciones conquistadas, por la que todos se
reconocían como miembros de un orden que se encontraba amenazado por los que
estaban más allá de sus fronteras. Sucede que quienes se encontraban más allá
de los límites del Imperio, conocían de su cultura y aspiraban a participar de
algunas de sus prácticas y costumbres. De modo que las naciones de allende las
fronteras tuvieron un fluido intercambio que progresivamente se fue
incrementando hasta que los exteriores
se fueron instalando en la sociedad imperial, en principio en tareas que los
“romanos” (en el sentido más amplio del término) preferían no realizar,
incluido el servicio militar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">El Imperio Romano,
en su última etapa, había convertido al cristianismo en su religión oficial, de
modo que la incorporó como marca distintiva de su cultura en oposición a las
prácticas religiosas de las naciones externas al Imperio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Cuando el orden
imperial colapsó, las naciones denominadas bárbaras penetraron las ciudades
romanas en busca de los bienes de los que tenían noticias por quienes habían
entrado y salido de sus fronteras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Estamos
acostumbrados a la versión esquemática en la que los bárbaros sólo buscan
saquear y arrasar las ciudades romanas, sin embargo, y sin negar las confrontaciones
violentas, los invasores buscaban participar de los bienes de esa cultura en
crisis. Hay naciones enteras que terminaron por asentarse en los fragmentos del
Imperio y entre sus prácticas culturales, las aspiraciones que tenían y los
restos de la cultura romana en crisis, se formaron otras, con nuevos rasgos,
cada una con su particularidad según su lugar y circunstancias de desarrollo.
Fue el principio de las diversas naciones europeas en la Edad Media.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Esa paradoja,
producida por la penetración de los bárbaros que apreciaban el mundo al que
buscan más conquistar que destruir, está textualizado de cierto modo en “Historia
del guerrero y la cautiva” <i>El Aleph</i>
(1949) de Jorge Luis Borges.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Cuando los
románticos argentinos retomaron la oposición civilización / barbarie ponderaron
la cultura europea a la que aspiraban como ideal de desarrollo, en oposición a
la cultura latinoamericana, marcada por rasgos rurales y feudales, representada
por los caudillos que ostentaban un poder personalista a diferencia del orden
republicano al que la Generación de Mayo anhelaba como ideal político.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Tal como lo
interpreta Elsa Drucaroff a partir del relevamiento de un corpus literario
producido por la generación post-dictadura, encuentra que el esquema de pares
opuestos “civilización / barbarie” para interpretar la Argentina, ha caducado
porque hacia el siglo XXI las nuevas generaciones reconocen la imposibilidad de
mantener un esquema de pares excluyentes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Sucede que las
ciudades como representantes de una incipiente cultura europea –o sea la
civilización- estuvieron siempre penetradas de la otra cultura, aquella forjada
en el ámbito rural y uno de cuyos signos distintivos es el lenguaje.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Al principio de la
literatura argentina están ambos lenguajes, surgidos en el mismo espacio, pues
en el mismo momento en el que la
expresión se realiza por autores letrados según los cánones neoclásicos, es que
van a remedar la expresión rural: “Canta un guaso en estilo campestre los
triunfos del Excelentísimo Señor Don Pedro de Cevallos” (1777).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> En <i>Facundo</i>
(1845), Sarmiento se esfuerza en mostrar lo excluyente y opositivo de la
cultura rural y la cultura urbana, la primera con aspiraciones de europeísmo y
la segunda como expresión de un americanismo bastardo y despreciable. Sin
embargo, la vitalidad del segundo sobre el primero gana la escritura y termina
por mostrar cómo ha constituido América una forma de entender la forma de
gobierno republicano (Myers, 1995).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Lucio V. Mansilla
en <i>Una excursión a los indios ranqueles</i>
(1870) realiza un trabajo de campo por el que busca una asimilación entre la
cultura occidental y cristiana, a la que él representa, con la cultura ranquel
a la que incursiona. Con un arduo trabajo antropológico apela a su conocimiento
del mundo europeo para equiparar las prácticas culturales de los ranqueles con
las europeas con la intención de que la asimilación entre las dos culturas en
pugna en el mismo territorio lleguen a un acuerdo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">José Hernández en <i>El gaucho Martín Fierro</i> (1872) parte de
la misma paradoja con la que se funda la literatura argentina, porque es un
escritor letrado que remeda las expresiones rurales para plantear un problema
sobre el que se asienta la definición de quienes serán considerados ciudadanos
en un país que aspira a ser considerado dentro del orden dirigido por los
países europeos centrales. En las lecturas que se realizaron durante las
siguientes dos décadas estigmatizaron el libro por su adscripción lingüística a
la palabra del “otro”, el bárbaro, el gaucho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">La asimilación
definitiva del gaucho a la construcción de una identidad argentina se
textualiza en <i>Don Segundo Sombra</i>
(1926), y a esa aceptación de la cultura contribuye el empleo de un lenguaje
que no se percibe como un “balbuceo” o deformación de la “lengua correcta” sino
como un exquisito artificio verbal. Por esa exitosa novela es que los
argentinos sienten que su identidad es la de gauchos, aunque nunca hayan
montado un caballo o trenzado un lazo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Es en esas primeras
décadas del siglo XX en la que los nuevos balbuceantes de la lengua hacen su
aparición como una amenaza ante la cultura que trata de tomar una forma
distinta de Europa, pero también diferenciada del mundo rural feudalizado al
que se confrontó durante el siglo XIX.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Los inmigrantes
europeos trajeron lenguas y acentos diferentes que fueron percibidos por los
locales como bárbaros, pues eran portadores de otras costumbres. La política
educativa propiciada por las leyes de escolarización y servicio militar
obligatorio pronto asimilaron a la nueva generación, los hijos de los recién
llegados, que pronto se sintieron parte
integrante del nuevo país con aspiraciones de europeizarse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Hacia la cuarta
década del siglo XX, Buenos Aires había asumido una identidad de ciudad
europeizante habitada por criollos –europeos nacidos fuera del continente-
herederos de una tradición gaucha, pero percibieron una nueva invasión de otros
bárbaros, esta vez provenientes de una América mestiza e indígena de la que
pretendían diferenciarse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Hasta fines del
siglo XX, aún en el discurso de los políticos hay reclamos por una pureza
criolla que se ve amenazada por una cultura más latinoamericana. Es la amenaza
que sienten ante los migrantes internos que de las provincias fluyen hacia la
Capital en busca de <i>La ciudad de los
sueños</i> (1983). A pesar de todas las crisis que sobrevinieron Buenos Aires
sigue siendo un destino buscado como posibilidad de una vida mejor tanto para
los habitantes del interior como para quienes vienen de los países limítrofes y
se instalan en una creciente periferia de la ciudad en la que se mezclan
cultura, acentos, tonadas, dialectos y lengua diferentes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">De modo similar a
aquellos pueblos ubicados en las fronteras del Imperio Romano que aspiraban a
su bienestar, los nuevos migrantes invaden la gran ciudad más con ánimos de
participar de sus beneficios que de saquearla o destruirla.</span></div>
</div>
Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-6096009845468186022015-12-02T07:54:00.004-08:002015-12-02T07:54:39.419-08:00Al escritor perseguido<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
A los escritores perseguidos
en su día<o:p></o:p></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
Lic.
Rafael Gutiérrez<o:p></o:p></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
Cátedra
de Literatura Argentina<o:p></o:p></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
U.N.Sa.
13 de junio de 2014.-<o:p></o:p></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El
<i>Día del Escritor </i>fue instituido en la
fecha del natalicio del poeta, narrador y ensayista Leopoldo Lugones, el
homenaje se debe a que fue el primer Presidente de la Sociedad Argentina de
Escritores, un primer intento de institucionalizar la tarea de los escritores
que estaba en pleno proceso de profesionalización. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Considero que
la celebración del<i> Día del Escritor</i>
debe ser un momento oportuno para la conmemoración de todos aquellos que
ejercieron el arte y el oficio en nuestro país a lo largo de su convulsionada
historia. Por ello me propuso más que hablar sobre Leopoldo Lugones, a quien se
homenajea particularmente este día, a reflexionar sobre la imagen de los
escritores perseguidos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
La historia de
la literatura argentina, en cualquiera de las fundaciones que decida asumir el
investigador, comienza con alguna prohibición. Pareciera que el oficio de las
letras es siempre conflictivo para los poderosos de turno.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La
expansión ultramarina del naciente Imperio Español fue coincidente con el cisma
de la Iglesia, situación a la que la corona española respondió con una adhesión
a la Contrarreforma para fortalecerla, Esa decisión implicó la persecución a
los disidentes o sea a los llamados herejes cismáticos y, por supuesto, a los
musulmanes y a los judíos. Por otra parte se impuso una severa censura sobre lo
que los súbditos podían o no leer y para las provincias de ultramar se prohibió
la circulación de novelas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Como
siempre, a pesar de la severidad de las leyes y de los controles, las novelas
llegaron a América –junto a otros libros
perversos- y echaron sus frutos a lo largo del dilatado territorio, lo que
podemos leer en las protonovelas hispanoamericanas, las fabulosas crónicas de
aquellos improvisados escritores. Otro fruto tardío se dio en el siglo XIX con
una sucesión de revoluciones que emanciparon las colonias de ultramar del
dominio hispánico.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por
otra parte, si tomamos las letras del romanticismo como fundación, es inevitable
hacer un listado de los escritores que aportaron a la cultura nacional pero
desde el exilio. Al Supremo Juan Manuel de Rosas no le cayeron en gracia las
opiniones políticas de muchachos como Esteban Echeverría, Juan Bautista Alberdi
o ese cuyano alborotador, Domingo Faustino Sarmiento o de ese fraile mal
hablado Fray Francisco de Paula Castañeda. Por lo menos algunos de esos nombres
ahora son infaltables cuando hablamos de literatura argentina, pero por
aquellos años previos a la sanción de nuestra primera Constitución Nacional,
sus escritos estaban prohibidos en suelo de la Santa Confederación. Como dije
antes, prohibidos no quiere decir no leídos, se las ingeniaban para hacer
circular su opinión aún en contra de la terrible represión de la “mashorca”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Entre
los exiliados políticos una jovencita que huyó con su familia hacia Bolivia,
inauguró la novela argentina con <i>La quena</i>,
relato inaugural del género, escrito por Juana Manuela Gorriti que, después del
exilio argentino tuvo otro en Bolivia que la llevó al Perú, sin sus hijas.
Recién anciana pudo volver a recorrer su provincia y ver las ruinas de la que
fuera su casa y, peor aún, ver a los otrora enemigos acérrimos haciendo
negocios sobre la ruina de los que partieron al exilio.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sin
embargo esa es una historia muy conocida que ha dejado a los escritores
románticos con un aura de heroísmo, con efectos pragmáticos, ya que a Sarmiento
le ayudó a llegar a la Presidencia de la Nación. Pero a diferencia de la imagen
que nos legó el <i>Facundo</i>, Rosas no era
Atila y tuvo su séquito de intelectuales que incluyó a redactores y escritores
quienes tuvieron que continuar su vida después de la caída del Gaucho de los
Cerrillos. Juan Manuel de Rosas partió el exilio para convertirse en un
nostálgico <i>Farmer</i> en Inglaterra
–según la versión que nos legó Andrés Rivera- y sus adherentes del tintero y la
imprenta cayeron en el descrédito y si bien no se impuso sobre ellos una
prohibición sí hubo un oscuro silencio. Algunos abjuraron públicamente de su
viejo patrón y se adecuaron a los nuevos tiempos para sobrevivir humildemente.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Recién
decía que hubo un escritor perseguido que llegó a detentar la máxima autoridad
del país, Domingo Faustino Sarmiento, que una vez allí mostró que el poder
embriaga y ensoberbece a tal punto que terminó por asumir las actitudes que
condenó cuando él sólo era un escritor. Uno de sus rivales políticos era el
Diputado José Hernández que, desde la oposición o sea el Partido Federal,
cuestionaba la política oficial que diezmaba a los gauchos. El Presidente de la
República se molestó a tal punto que puso precio a la cabeza del disidente
–unos diez mil pesos fuertes- y eso lo
llevó a cruzar el río de los exiliados. Desde el Uruguay es que <i>Martín Fierro</i> cobró forma y le respondió
a su rival con una seguidilla de versos quizá más infaltables en la literatura
argentina que <i>El Facundo.<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Así
como no se puede soslayar en el siglo XIX el gobierno de Juan Manuel de Rosas,
tampoco se puede entender el siglo XX argentino sin la figura de Juan Domingo
Perón. El ascenso del carismático Coronel dentro del gobierno de facto en la
década del cuarenta lo llevó pronto al gobierno constitucional antes de
terminar la década. El Presidente asumió una política personalista y con escasa
tolerancia a la disidencia por lo que muchos autores, intelectuales y artistas
fueron censurados y se sumieron en el silencio o partieron al exilio.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
De
esos dos primeros gobiernos de la primera mitad del siglo XX nos ha quedado
clara la imagen de ese escritor aristocrático y controvertido por sus opiniones
políticas que detestaba a Perón porque “… había encarcelado a Madre y a mi
hermana”. El poeta fue ascendido por el gobierno al cargo de “Inspector de aves
de corral en el Mercado Municipal”, puesto que prefirió declinar, lo que lo
convertía en un desempleado. Recordemos que la aristocracia de Borges se
remontaba a ancestros que le legaron un pasado glorioso pero nada de bienes
materiales, era un joven intelectual que si no trabajaba no tenía de qué vivir.
Pero sus vinculaciones con Victoria Ocampo, la gran mecenas de la cultura
argentina, lo impulsaron a dedicarse de lleno a la literatura.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En
el año 1955 cayó el segundo gobierno de Juan Domingo Perón y Borges junto a sus
amigos celebraron el triunfo de la “Revolución Libertadora”, que lo premió con
el cargo de Director de la Biblioteca Nacional, hecho que textualizó en el
terrible “Poema de los Dones”. Pero de modo análogo a Rosas, “el tirano
depuesto” también tuvo sus escritores que –caído el jefe- fueron sumidos en el
silencio. El caso más emblemático es el de Leopoldo Marechal, cuyas novelas y
obras teatrales son infaltables cuando hablamos de las letras argentinas. Creo
que la Argentina sería un poco más incomprensible sin <i>Adán Buenosayres</i>.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los
aliados en la “Revolución Libertadora” pronto mostraron sus desavenencias y sus
extremos, entre los conciliadores y los revanchistas, avivando nuevos
enfrentamientos, entre los que surgieron nuevos escritores dispuestos a poner
su palabra para denunciar hechos que no debían pasar desapercibidos para los
habitantes de la Argentina.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Rodolfo
Walsh es una figura emblemática de esa generación de escritores con fe en la
palabra como medio para transformar la realidad, con un ejercicio tan serio y
responsable del oficio de periodista que llevó a la investigación periodística
a la creación de una nueva categoría en las letras: el género testimonial. La
investigación bajo nombres falsos hasta llegar a testigos supuestamente muertos
y la publicación desde imprentas clandestinas son la clara imagen del
arriesgado empeño por dar testimonio a un país al que se trata de sumir en la
ignorancia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La
historia de este periodista escritor es por todos conocida y su desaparición
durante el gobierno del “Proceso de Reorganización Nacional” se ha vuelto un emblema del compromiso con la
verdad al precio de la vida.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Julio
Cortázar que se había ido del país por no poder convivir con el ruido que
metían los cabecitas negras, desde Europa tuvo otra visión de Latinoamérica y
su escritura dio cuenta del cambio y su residencia europea se volvió un exilio cuando
no pudo retornar a su país porque los gobiernos militares condenaron sus
libros. Con la vuelta a la democracia, el autor de <i>Rayuela</i> regresó a la Argentina, pero el temeroso gobierno radical
prefirió ignorar la presencia del consagrado escritor que volvió a París para
morir en el exilio.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Para
quienes apreciamos la historieta al punto de apropiarnos de la denominación de
Oscar Masotta y llamarla “literatura dibujada”, no podemos dejar de referirnos
a Héctor Germán Oesterheld, el prolífico guionista que nos legara una imagen
del argentino que por salvar a su familia y sus amigos no se rinde ni aún ante
la invasión de los extraterrestres. Consecuente con su héroe de ficción, Juan Salvo, el guionista militó con el
peronismo revolucionario y fue detenido ilegalmente junto a sus hijas. Prolongó
sus días haciendo guiones para sus captores hasta que desapareció
definitivamente.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Quizá
la década del setenta, signada por el decadente gobernó de Isabel Martínez de
Perón y el “Proceso de Reorganización Nacional”, sea la época que dejó una huella
más honda en la historia reciente por la violencia desatada sobre quienes
pensaban y opinaban distinto.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por
esa época es que el novelista y cineasta Manuel Puig fue amenazado por la
temible Triple A y se fue al exilio desde donde siguió con una prolífica
actividad creativa hasta su muerte en Cuernavaca en 1990.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La
dramaturga y novelista Griselda Gambaro fue prohibida por Jorge Rafael Videla y
por ello partió al exilio a España hasta 1983, cuando regresó y se instaló en
Buenos Aires desde donde continúa con una prolífica producción.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El
escritor riojano Daniel Moyano también partió al exilio hacia España, después
de que una patrulla militar lo detuviera una mañana del 25 de marzo de 1976 en
la puerta de su casa, en la calle Corrientes 675 de La Rioja. Sólo regresó por
unos días en 1984 para hacer un documental de la televisión española. Murió lejos de su barrio y sus amigos, en
1992.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
El jujeño
Héctor Tizón por su declarada militancia radical, a pesar de encontrarse tan
lejos de los centros de poder, tuvo que partir al exilio en España entre 1976 y
1982, con el fin del Proceso regresó a Yala, donde permaneció hasta su muerte
en el año 2012.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Nuestro primer
Rector, el poeta Holver Martínez Borelli, Presidente fundador de la S.A.D.E.
filial Salta, quien convocara a los artistas del medio para dotar de un vínculo
visible con la cultura provincial a la naciente universidad y así es que nuestro
escudo es obra de Osvaldo Juane y Manuel J. Castilla. Fue detenido y torturado
en Salta por la Policía Federal, luego huyó de la Provincia hasta que en 1976
partió al exilio hacia Francia y en 1978, después de dar una conferencia en
Bruselas, murió de un infarto sin poder volver a su patria.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Teresa
Leonardi, profesora de filosofía de nuestra universidad, de declarada
militancia por los derechos humanos fue separada de su cargo por el gobierno de
facto y permaneció en un exilio interior. El retorno a la democracia le
permitió recuperar su lugar en la universidad hasta su retiro, desde donde
sigue ejerciendo el oficio de la poesía, militante, comprometida y rica de un
profundo lirismo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por
la década del setenta floreció la novelística policial de José Pablo Feinmann
que debió llamarse al silencio en sus proyectos de publicar ensayos sobre
pensamiento argentino y latinoamericano. El género policial le permitió
continuar opinando sobre la violencia de Estado solapadamente, bajo el
artilugio de la narración policial. Dar cuenta de la época en que participó de
un intento de transformación de la universidad y de la persecución política
tuvo que esperar hasta la década del noventa con su esquizofrénica y
autobiográfica novela <i>La astucia de la
razón</i> (1990)<i>.<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ahora
estamos en el siglo XXI y creemos que la democracia está vigente con la
posibilidad de expresarnos libremente y disentir con la opinión de los
poderosos de siempre o de turno, sin embargo, cada tanto se hace notar que hay ciertas voces que son molestas y es mejor
acallarlas. Así Jesús Ramón Vera, el único discípulo de Manuel J. Castilla fue
sumido en la postergación, discriminado por alcohólico, hasta que se recluyó en
su Rosario natal haciendo del arte su modo de vida.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El
escritor contemporáneo Víctor Fernández Esteban ha escrito tres novelas en las
que ficcionaliza Salta y la denuncia en toda su hipocresía con nombres y
acciones fácilmente reconocibles en la bruma de un mundo surreal. Si bien el
escritor vive de destacados cargos públicos, su lectura es restringida, a tal
punto que recientemente sus novelas fueron retiradas de un colegio céntrico con
la excusa de que las imágenes eróticas subidas de tonos dañaban la sensibilidad
de los jóvenes lectores. En realidad temían que los niños se enteraran de cómo
funciona Salta.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hoy
es un día en el que se hacen recitales y se brinda en nombre de los escritores
y se recuerda la creación de la Sociedad Argentina de Escritores y a su primer
Presidente, el canonizado Leopoldo Lugones que comenzó su vida adhiriendo al
socialismo y terminó sus días ponderando el golpe de Estado liderado por
nuestro comprovinciano José Félix Uriburu. Sin embargo hay un gesto que dentro
de todas sus contradicciones lo enaltece: cuando el golpe triunfó, le
ofrecieron la Dirección de la Biblioteca, pero declinó el honor porque no le
parecía oportuno aprovecharse de una simpatía política para asumir un cargo tan
importante.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No quiero agriarles la celebración a los
escritores pero me parece que entre cada recital y cada brindis es importante
recordar a todos los que padecieron por su destino de letras papeles.<o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-86976788290036162512015-11-23T09:26:00.000-08:002015-11-23T09:26:00.283-08:00Crónica del diluvio<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Crónica
del diluvio, </span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">un
relato del tiempo perdido<i><o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">En una tradición muy
cara a la literatura hispanoamericana, poblada de crónicas con la intención de
ser historias verdaderas que vienen a rectificar la historia oficial, <i>Crónica del Diluvio</i> de Antonio Nella
Castro se instala en la serie literaria recorriendo los últimos cuatro mil años
de historia humana entramándolos como un fatal suceder cíclico al que Dios -o
un extraño mecanismo universal- ha condenado al hombre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">¿Cómo emitir un juicio
propio sobre la historia de la humanidad sin caer en el discurso histórico o
sin el pesado tono de un moralista que acicatea a los hombres con máximas para
que reordenen sus vidas, y a la vez proponer un modelo de sociedad perfecta
como ilusión del paraíso perdido? Parece ser el planteamiento que sirve de base
para la construcción de una novela que, fusionando el tiempo mítico circular de
los libros sagrados y las tradiciones del oriente medio con la historia lineal
codificada por la historiografía occidental, echa un juicio devastador sobre
cuarenta siglos de historia signada por la apetencia de poder, el dominio del
hombre por el hombre y excluyendo sistemáticamente "todo aquello que le
suma felicidad".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Esta historia de la
humanidad parece ser relatada y juzgada por un personaje mítico que, sentado en
el fin de un ciclo y el principio de otro, asume la autoridad para ejecutar una
tarea que considera tan inútil como la de Sísifo, aun cuando formula la
esperanza de un mundo mejor que su propio relato se encarga de negar. Es una
hábil estrategia narrativa que le permite a Antonio Nella Castro dar su propia
versión de la historia, realizando una relectura de las mitologías y de la
historia para emitir un juicio devastador sobre la humanidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La/s historia/s<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La novela <i>Crónica del Diluvio</i> es crónica en tanto
relato cronológico que sigue el orden de los tiempos y abarca dos aspectos: uno
referido a la historia del mundo que se pierde con el diluvio; otra a la
victoria de la hazaña náutica del arca que navega en un cataclismo y entre dos
tiempos. Ambas historias se imbrican como una sola novela gracias al artificio
del narrador que en una única tirada a manera de monólogo -pues el diálogo está
casi ausente- lo que es propio de la crónica como género.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Esta novela,
construida a la manera de una crónica, recupera una serie de textos históricos
y míticos, pero objetivados por un solo punto de vista privilegiado, lo que es
índice del carácter monológico de este discurso que trata de dominar todo el
texto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">El primer discurso
que se hace evidente, desde el título, es el mítico, más específicamente el
mito del diluvio universal, por lo que la remisión es, al menos, a dos libros
sagrados: <i>La Biblia</i> de la tradición
judeo-cristiana y de <i>El Cantar de
Gilgamesh</i>, considerado el poema épico más antiguo de la historia. Pero la novela privilegia el
relato bíblico, ya que es el patriarca Noé el encargado de la mayor parte de la
narración y; a través de él, es citado Utnapistin y su arca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Otra evidencia de la
recuperación del texto mítico y de la intención de investir a toda la novela de
ese carácter-lo da el epígrafe de <i>Mito y
realidad</i> de Mircea Eliade<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 3cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">El
mito es una realidad y hay que contar con ella, no sólo como imagen del pasado
sino también como técnica del hombre moderno para percibir lo eterno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La historia del mundo
que se relata está dispuesta en un orden cronológico, aparentemente lineal,
salvo dos intercalaciones regresivas coincidentes con la historia de nuestro
mundo; de modo que para sobrepasar el tiempo lineal de la historia e instalar
el tiempo circular del mito, el narrador pone en primer lugar una detallada
explicación del tiempo de los ciclos cósmicos que ha ordenado la antiguas
cultura de la India. A partir de allí lo que se incluya en el relato pasará de
ser un hecho contingente y mutable a ser un hecho necesario y paradigmático de
un acontecer original e inmutable, así en al capítulo XI el narrador afirma:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 3cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 3cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">El porvenir era el
pasado. Lo que iba a suceder ya había ocurrido. Y no en gran escala, en los hechos
trascendentes. Sino en las pequeñas cosas. En los sucesos cotidianos. (p. 184)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Esta sola sentencia
basta para reconocer la filiación de este texto con un pensamiento de tipo
pitagórico, más filosófico que religioso, y de allí el carácter pesimista que
se imprime en la totalidad de la novela:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 3cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La
repetición despojada de su contenido religioso conduce necesariamente a una
visión pesimista de la existencia. Cuando deja de ser un vehículo para
reintegrar una situación primordial y para reencontrar la presencia misteriosa
de los dioses, cuando se desacraliza, el Tiempo Cíclico se hace terrorífico, se
revela como un círculo que gira indefinidamente sobre sí mismo, repitiéndose
hasta el infinito. (Mircea Eliade: 1998, 81)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 3.0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">El relato de la
travesía o bitácora es el que abre la narración y sirve de marco a la historia
del mundo prediluviano. Esta bitácora, por tener un carácter más inmediato con
respecto a la enunciación total, es más detallada y sus datos son más precisos.
Así, se consignan las fechas del comienzo del diluvio, la genealogía del
narrador-protagonista y las relaciones con los contemporáneos de su cultura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">En este primer tramo
de la novela (caps. I al VII) está el logro estilístico más acabado, al poder
ensamblar la historia con la bitácora que al citar a un profeta contemporáneo,
Mehir, y dar los detalles de su labor, lo emparenta con otro profeta, "el
Redentor" o “Inmolado". Esta filiación es el pretexto que tiene el
narrador para incluir la historia de Cristo y la Iglesia en su bitácora.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Pero hay algo que
destacar en este episodio de la historia, está contado desde el punto de vista
de quien mira a la distancia un hecho superado por el tiempo, como quien mira
un objeto; por lo tanto no es el discurso cristiano convocado a contar su
propia historia sino que citado por el propio discurso del autor en su tono
objetualizante y pesimista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">A medida que la
novela avanza y el narrador incorpora otros episodios de la historia a su
bitácora, esta labor se vuelve más difícil y los ensamblajes entre ambas se hacen
más notorios. Un indicio de ello es la necesidad de establecer una división de
la historia según las castas que gobernaron el mundo, la sacerdotal, la militar
o pretoriana, la burguesa y la popular. A quien más dedica sus sañas el autor,
a través de los distintos narradores, es a la casta militar o pretoriana<a href="file:///G:/Lecturas%20incompletas.rtf#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">El primer episodio
histórico es el de Alejandro y su imperio macedonio, e inmediatamente el de
Roma, su expansión y decadencia. Pero ya esta cita requiere una justificación
por parte del narrador, aun cuando trata de mantener una relación bastante
directa con la bitácora:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 3cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Pero como
transporto un pretoriano a bordo, debo lavar mi culpa previniéndolos un poco
más de esta deleznable cofradía que periódicamente, retrograda el progreso de
la humanidad. (p. 125)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">El siguiente episodio es la edad
feudal, como continuación de la disolución del imperio romano, y en tanto
gobierno de la casta pretoriana el autor le imprime una carga semántica
negativa tanto a su formación y estructura, como a sus actos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 3cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Una cáfila de
cuarterones de la nobleza provinciana que, ascendiendo en la escala social,
reemplazaron a sus antiguos amos y se agruparon en torno a una testa coronada
del representante de Dios en la tierra, personificado, como un sarcasmo, en la
figura del conductor de la iglesia del inmolado. (p. 132)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Como ejemplo de uno de los actos
más desatinados de esa era refiere las Cruzadas y en particular “la cruzada de
los niños”:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">...al rededor de los
años mil de la Era que signaron, tuvo lugar un particular fenómeno que la
Histeria recogió con el nombre de "Cruzadas”... (p. 132)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Doscientos años y
ocho expediciones derrotadas fueron el saldo del delirio mesiánico (p. 134)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">..la Cruzada,
entonces tenía que ser llevada a cabo por manos inocentes... por los niños...
Todos sembraron sus huesos por las ciudades, pueblos y plazas (p. 135)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">A partir del capítulo IX, Noé es
relavado en su función de dirigente del navío y en este momento el narrador se
ve obligado a hacer un reordenamiento de su relato para poder tocar otros
aspectos de la historia. A esta altura se hacen mucho más evidentes las
intercalaciones de episodios históricos dentro de la bitácora.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">En este particular
momento del capítulo IX es como si la novela tuviera que ser recomenzada,
restableciendo toda la situación de la enunciación inicial<a href="file:///G:/Lecturas%20incompletas.rtf#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Aprovechando la
holganza que me brinda este descanso forzoso a que me tienen sometido en el
arca, voy a hablarles ahora de un tema que, deliberadamente, he estado
reservando para mejor oportunidad. Después continuaremos, si posible, con la
historia doméstica que les he venido contando. Se trata del Gran Año...
(p. 143)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Una nueva secuencia
de esa "Historia hogareña" es la que corresponde a la hegemonía de
"la casta burguesa'' donde los dardos son disparados contra Hitler y
Perón, pues considera, al segundo uno de los que "Irrumpieron disfrazados
de caudillos miméticos, ingresando al séquito del biotipo original y repitieron
a escala reducida, cada uno de sus actos e imitando cada uno de sus
gestos". (p ,151)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La Alemania
hitleriana es nombrada a través de los mitos que ella misma reeditó: "los
caballeros de Thule", "alcurnia teutona", "régimen Hiperbóreo".
Y el autor, acollándose a los .juicios emitidos por toda la historiografía
contemporánea, no sólo hace de este un modelo de negativa aventura de una
nación fanatizada por un dictador, sino también un lugar común donde vuelven a
arder las hogueras de la edad media, la inquisición y los cazadores de brujas,
como símbolo de la intolerancia, y el sectarismo extremos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">El episodio de la
Argentina peronista, a no ser por su filiación con Hitler, requiere una
justificación especial, pues si el género es la Alemania Nazi, el peronismo
sólo sería una especie y, por tanto, no el más apropiado para ser mostrado como
paradigma de la historia cíclica. La justificación dada por el narrador es:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">...si bien el suceso
podría no tener la espina dorsal necesaria para ser incluido en la dimensión
ecuménica, no es menos verdad que resultaría muy injusto obviarlo, debido a las
particulares características de su protagonista, único en su género, y, en
especial, a su moraleja, digna de una fábula de Lud... (p.168)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">El siguiente turno le
toca al pueblo Inca: en un salto temporal coincidente con el cataclismo que
cierra una época y abre otra en la
bitácora se produce esta regresión temporal en la historia citada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La primera referencia
a este "Imperio de los Cuatro rumbos" es como modelo del paraíso
terrenal al que la humanidad no puede acceder porque "Desde que lo
arrojaron, del paraíso, perdió la identidad de su dicha. No reconoce su rostro.
Y transcurre desorientado, persiguiendo una sensación sin memoria”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Este primer dato
sirve de pretexto para desarrollar su historia, primero como tradición mítica y
luego como transcripción del relato de un testigo. Por esta doble narración
este episodio adquiere una fuerza singular dentro de la novela porque su verdad
es doblemente afirmada, por un lado es la verdad del mito y, por otro, es el
testimonio de quien ha recibido como patrimonio la verdad de lo testimonial. El
autor realza este modelo como el único
sistema social "bueno para hombre”, por lo que le dedica a los Incas
buena parte de tres capítulos de toda la novela. Pero su posible función
pragmática se suspende cuando el narrador Noé vuelve el discurso sobre sí al
reconocer la vanidad de su tarea
diciendo: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">…humanamente necesito
una esperanza y continúo creyendo que no puede haber un Constructor capaz de
edificar un mundo nada más que para verlo
desesperarse. (p. 232)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">En este doble juego
de convertir la historia en mito y el mito en historia, la leyenda, de la
Atlántida es incorporada a la misma altura de los imperialismos coloniales y
neocoloniales de los siglos XIX y XX.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">El procedimiento es
similar al empleado con la historia de los Incas, dejando los relatos a cargo
de sendos narradores, a saber:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La primera de ellas y
también la más antigua, le fue narrada a un extranjero ávido de conocimientos,
por un sacerdote kemita del templo de Neith. Y la segunda la bebí personalmente
de la boca de Mehir. (p. 276)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">El autor justifica
este particular entramado de la historia, con una afirmación que pone a cargo
del narrador Mehir cuando recalca la veracidad de su historia ante su
narratorio Noe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">A ti, Noé, esta
historia, sin duda, te parecerá fantástica, increíble.También a la gente de
nuestra primera Época Zodiacal, a pesar de los relatos le pareció fantástico e
increíble el caso de la Atlántida. Pero no es así. Ambas tradiciones encierran
una realidad, una historia humana de carne y hueso. (p. 303)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Estos dos son los
únicos episodios que cita el narrador Noé en la bitácora para hacer luego un
resumen de todas las edades y las de la humanidad, enrostrándoles sus maldades.
De esta última condena de tan severo juez sólo quedan en pie "la comunidad
andina y algún lapso que no conozco, durante el ciclo de la hegemonía
popular" (p-325) Pero la historia en su recurrencia cíclica no se cierra
en la bitácora sino en el Epílogo, donde el narrador impersonal que abriera el
Prólogo retoma el relato bíblico como el último episodio de la novela y el
primero de la humanidad postdiluviana que no hace sino reconstruir el mundo que
desapareció.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> La
manipulación del relato<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">En cuanto relato, la
novela requiere de un narratario ingenuo, y de un narrador que se va definiendo
paulatinamente a lo largo del texto, primero como uno de los sabios conocedores
del diluvio universal que el mundo no advierte o niega, después, como el sabio
conocedor de la historia humana y ubicado en su conclusión por ella misma y,
finalmente, como quien ha participado de todas las malas experiencias de la
humanidad. Ese narrador, que coincide con el personaje Noé, no conoce a su
narratorio, pero lo postula como un sujeto textual y prevé sus posibles
movimientos, por lo que lo orienta constantemente con alusiones directas para
que tome partido en su favor y no en su contra, con un hábil saber manipulador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Dentro de esta
estrategia de manipulación, el narrador Noé cede la palabra a otros narradores.
En primer lugar al narrador comerciante, para que dé testimonio de su saber con palabras y gestos:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Como no quiero
agregar palabra, voy a repetírselas lo más fielmente posible, lamentando
no poder evidenciar la contrariedad que asomaba a sus ojos cada vez que
mencionaba las enormes riquezas que atesoraban sus templos y palacios (p. 224)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">A su vez; en esta
situación Noé asume el papel de narratario y a través suyo se incorpora su
narratario colectivo. De modo que el relato del narrador comerciante tiene dos
destinatarios: Noé y la humanidad postdiluviana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">En segundo lugar, el
turno le toca al sacerdote del templo de Neith Pero esta situación es más
compleja porque el narrador Noé enmarca este relato donde hay otro par
narrador-narratario: le fue narrada a un extranjero ávido de conocimientos por un sacerdote kemita del templo de Neith,
(p 276). Frente a esta enunciación que enuncia, el narrador Noé toma cierta
distancia puesto que maneja su contenido transcribiéndolo como un frente al
pasivo narratario que debe simplemente aceptar dicha verdad sin poder cuestionarla o juzgarla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">De todo esto se
desprende que el texto es eminentemente monológico pues mantiene la unidad
discursiva, objetualizando los discursos ajenos, por lo que no reconoce al otro
en tanto sujeto sino como objeto, negando así su posibilidad de refutar o negar
la <i>Verdad</i> que sustenta el autor<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Un
profeta a destiempo<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Antonio
Nella Castro hizo del periodismo no sólo su profesión sino también la fuente de
información en la que buscó los materiales para construir su literatura
narrativa. La novela <i>El ratón</i> toma
explícitamente un período de la historia argentina marcada por los golpes
militares del siglo XX. En <i>Crónica del
diluvio</i> intenta una experiencia más abarcadora y ficcionaliza toda la
historia conocida a través de un narrador privilegiado que ha sabido leer los
signos de los tiempos y comprender que nuestra historia es un eterno retorno en
el que volvemos a caer sin remedio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> La
novela privilegia a un narrador que desacraliza la imagen del piadoso y justo
Noé y a su familia, poniéndola al mismo nivel de toda la humanidad; la aleja de
la premonitoria palabra divina y la acerca a la inútil tarea humana de
perpetuarse junto con los males que acarrea. De modo que la escritura de
Antonio Nella Castro es una parodia del Génesis, una contraescritura bíblica
que al emitir un terrible juico contra la humanidad, también lo hace contra sus
falsas creencias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> El
Noé de Antonio Nella Castro dista mucho de aquel construido por el relato
bíblico, no es el hombre justo –en el sentido de santidad que le otorga el
Antiguo Testamento- cuy pureza le permite dialogar con el Dios Creador y
destructor del universo que le encomienda la salvación de las criaturas y de la
humanidad. No, la novela da lugar a un patriarca menor, a un hombre relegado
por los políticos de su tiempo y en conflicto con sus propios hijos, o más bien
con uno en especial. Es un hombre sabio y crítico, de la política y de la
religión, pero también es el previsor que sabe interpretar los signos del
universo y desde allí predecir el cataclismo que se avecina. Esa misma
sabiduría es la que le permite avizorar que del mismo modo en que el ciclo de
la destrucción y la regeneración cósmica se repiten, lo mismo acontece con la
historia humana y en vista de ello lo más aconsejable sería dejar que el
cataclismo arrasara con toda la humanidad. Sin embargo, por un motivo que no
puede explicar, pero que bien podemos asociar a algo tan irracional como el
amor, la esperanza y una vaga fe en la capacidad humana de cambiar, le hace
llevar la empresa de la que todos dudan hasta que se desata el cataclismo y aún
más allá, con el motín instalado en su propia nave.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> La
escritura novelesca contrapone un Noé crítico a un confiado Noé bíblico,
permitiendo que la historia de la humanidad se deshoje ante la severa condena
del narrador privilegiado que ve a un mundo hundirse y a otro surgir, emitiendo
un terrible juicio del que no se salva ni el mismo enunciador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Lecturas%20incompletas.rtf#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Esto se debe no sólo al momento particular de enunciación, ya que la
novela fue escrita durante el “Proceso de reorganización Nacional” (1976 –
1982) sino que también se hace eco de los golpes militares anteriores,
incluyendo a Juan Domingo Perón en la lista de militares gobernantes.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Lecturas%20incompletas.rtf#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Yo-aquí-ahora, narrador-narratario y tiempo, espacio y tema<o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
</div>
Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-3192465555724468212015-11-23T09:22:00.001-08:002015-11-23T09:22:42.630-08:00Francisco Zamora<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Aproximación a la narrativa de
Francisco Zamora<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Francisco
Zamora fue conocido en el ámbito periodístico y literario de Salta en las tres
últimas décadas del siglo XX, aunque su producción fue silenciada
progresivamente hasta su desaparición física en la primera década del siglo
XXI.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Como narrador dejó un
libro de cuentos y dos novelas y, revisando el impacto que produjo desde la
década del setenta, podemos afirmar que su producción no pasó desapercibida en
su momento de aparición, pues dos componentes conformadores del canon lo
ponderan claramente. Por una parte el discurso crítico y por otra el pedagógico
lo tuvieron en cuenta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Walter Adet -el antologista
y crítico de un momento en el que aún la universidad no tenía suficiente
injerencia en el ámbito consagratorio- cuando presentó el cuadro de la
generación del 60, lo ubicó claramente como el más representativo del género
narrativo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 3.0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">En
la generación del 60 sobresalen Jacobo Regen en la poesía, Carlos Hugo Aparicio
en el cuento y Francisco Zamora en el novela, mientras hierve la discordia como
una sopa de piedras y acuden a los suplementos culturales demasiados poemas
como una sala de terapia intensiva, diagnosticados de traumatismo cerebral.
(Adet, Walter, 2006: 237)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 3.0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Luego, en el libro de
ensayos <i>El escudo de Dios</i> de 1983
reproduce el prólogo que le escribiera en <st1:metricconverter productid="1975 a" w:st="on">1975 a</st1:metricconverter> <i>El llamavientos</i> para refrendar esa ponderación realizada al
narrador casi una década atrás y casi simultáneamente con la aparición de su
segunda novela.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">También en la
selección de textos escolares, sus cuentos integraron antologías de literatura
recomendada para la provincia y la nación. El cuento “La cometa” del libro <i>El llamaviento</i> fue seleccionado para
integrar una de las antologías de Colihue sobre autores regionales preparadas
para su uso en ámbitos escolares.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Cuando la Universidad
Nacional de Salta encaró un estudio integral de Salta con motivo de la celebración
del Cuarto Centenario de la Fundación de la Ciudad, los encargados de relevar
su literatura no soslayaron sus libros, en ese momento, uno de cuentos, <i>El llamamiento,</i> y una novela, <i>La heredad de los difuntos</i>. Aún cuando
no los pondera específicamente en cuanto a su logro estilístico, sino que lo
aborda en función del tratamiento de ciertas temáticas recurrentes. El hecho de
citarlos como representativos aún cuando su publicación es muy próxima, es ya
un gesto de reconocimiento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">El retorno de la democracia
durante la década del 80 marcó la literatura con la reaparición de escritores
que estuvieron silenciados en el ámbito nacional y, entre ellos Francisco
Zamora llegó a ser considerado como uno de los mejores vendidos con su novela
paródica <i>Bisiesto viene de golpe</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Los dos primeros
libros de Zamora fueron objeto de la crítica local que inmediatamente consideró
sus referencias al espació regional con un trabajo sobre el lenguaje destinado
a generar esa impresión de oralidad del interior del interior.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> El
objetivo de esta lectura panorámica de la narrativa de Francisco Zamora es
establecer si más allá de los cambios de estilo hay una unidad de referente
construido y de efecto crítico buscado y logrado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Relatos de un mundo
cercano<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Los mundos creados en
<i>El llamaviento</i> son comparables a las
ficciones de Juan Rulfo y de Héctor Tizón, ya que el espacio –geográfico y
cultural- que estos tres autores textualizan guardan muchas similitudes puesto
que plantean el conflictivo encuentro entre dos mundos coexistentes, pero
ordenados en base a dos formas distintas de comprensión del universo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 3.0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">El
lector de “Huallpa” debe, por ejemplo, crear los sujetos de las voces, que
oímos más que leemos (a la manera rulfiana), influencia conscientemente
aceptada por Zamora). (Chibán, A., 1982: 226)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La
heredad de los difuntos</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">
fue publicada en Buenos Aires en 1977 como resultado de la convocatoria “Premio
de Novela Homero Robles” que contó con un jurado compuesto por tres escritores
en plena vigencia en ese momento, pero surgidos del interior y no de la gran
Capital: Juan José Hernández de Tucumán, María Granata de la Provincia de
Buenos Aires y Antonio Nella Castro de Salta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La nota “A manera de
prólogo” que los editores incorporan a la novela de Zamora se reproduce en la
contratapa reiterando los motivos por los cuáles el texto fue galardonado con
su publicación:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 3.0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">…esta
novela, aunque pura ficción, podría haber sucedido, pero lo más importante no
es eso, sino que está inserta en una realidad que poca gente conoce. (Zamora,
1977:8)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Refrendando el carácter
testimonial y de denuncia de la literatura como un “deber ser” asumido por una
generación de escritores que impulsa a otros escritores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> En
1983 <i>Bisiesto viene de golpe</i> fue
publicado por Editorial Bruguera Argentina, con una tapa en la que aparece un
militar flaco y de bigotes, como una clara alusión al ex presidente de facto
Jorge Rafael Videla que huye con una valija de la que caen dólares.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> La
distancia que hay entre los dos modos de narrar va más allá que los seis años
de edición que las separan. Si el estudio realizado por la U.N.Sa. sobre la
literatura de Salta en su cuarto centenario, mostraba una continuidad temática
y estilística entre <i>El llamaviento</i> y <i>La heredad de los difuntos</i>, con <i>Bisiesto viene de golpe</i> hay un notorio
cambio tanto temático como estilístico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> La desolación casi rulfiana de la Puna en
<b>La heredad de los difuntos</b> de
Francisco Zamora, está vivida desde el padecimiento y la conciencia de los
personjes…( Chibán, A., 1982: 149)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> La
primera novela tematiza el problema del aislamiento geográfico y legal de las
comunidades de la Puna con un lenguaje plagado de regionalismos, a tal punto
que el libro se cierra con un “Vocabulario” para facilitar el tratamiento con
un lenguaje que busca acercarse a la oralidad de sus protagonistas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> La
segunda novela, en cuanto a la construcción de su referente geográfico, no se
aleja mucho de los dos primeros libros, pues las alusiones a los paisajes del
NOA son claramente reconocibles. La diferencia está en que si el libro de
cuentos y la primera novela asumen un tono elegíaco ante comunidades al borde
del exterminio, <i>Bisiesto viene de golpe</i>
es totalmente paródica y, como buena parodia, remite a través del humor crítico
y destructivo a una historia por todos conocida, respondiendo a una estética
generacional:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 3.0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La alteración no será
buscada exclusivamente en los temas, sino en los procedimientos internos de
esta nueva narrativa. Aquellas normas implícitas dentro del canon estático
anterior, los estatutos que restringen el itinerario de la palabra y las reglas
acerca de la restructuración profunda del discurso, constituyen una suerte de
“protocolo literario” al que los autores de este período desoyen, instaurando
un nuevo registro en las letras nacionales. (Poderti, 2000:420)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Si reconocemos en los dos
primeros libros la asunción de un “deber ser” de la literatura, con una
estética tendiente a crear una impresión de oralidad testimonial, la segunda
novela si bien toma el registro paródico, no se aparta de la intensión política
de denuncia, pues la risa no es de puro divertimento sino una risa crítica,
cruel y demoledora que caricaturiza un momento de la historia y a sus
protagonistas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> El
efecto del espejo deformante es devastador porque en la crítica no envuelve
sólo al referente parodiado sino al mismo lector que por acción u omisión formó
parte de esa historia criticada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> La
tarea pendiente<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> La
producción escrita de Francisco Zamora es una tarea pendiente dentro de los
estudios literarios de Salta, sujeto a todos los problemas que se han planteado
en torno a la de muchos otros autores de la región. Un recorrido global
implicaría revisar además su producción lírica, ensayística y periodística,
tanto édita como inétida pues ya planteábamos al principio de nuestra presentación
que por problemas con la dirección del diario <i>El Tribuno</i>, muchos de sus artículos no fueron publicados y, por
tanto, requerirán una tarea de rastreo por archivos personales para sus
investigadores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Esta primera
aproximación a la narrativa de Francisco Zamora nos ha permitido realizar una
mirada de conjunto sobre sus tres libros y reconocer si, efectivamente, más
allá de sus diferencias formales había una unidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> El
relevamiento panorámico nos permitió corroborar la lectura que realizaron los
trabajos críticos precedentes que establecen una continuidad temática y
estilística evidente entre el libro de cuentos <i>El llamaviento</i> y la novela <i>La
heredad de los difuntos</i>, pero a la vez nos permitió esclarecer que <i>Bisiesto viene de golpe</i> construye su
mundo representado apelando a un mundo referencial similar al de sus primeros
dos libros, sólo que el lenguaje con el que trabaja es satírico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> La
unidad de toda su obra no está dada solamente por la referencia al mundo
representado sino fundamentalmente por la actitud crítica que asume en toda su
obra. En los dos primeros textos esa crítica se realiza a través de la dolorosa
representación de un mundo en descomposición, mientras que en el último lo hace
con un lenguaje satírico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> De
ambas maneras, el efecto logrado es muy contundente pues el lector no puede
dejar de compadecerse del dolor por la destrucción de un mundo en los dos
primeros textos y la risa concitada en la segunda novela no es de una diversión
gratuita sino que provoca una profunda reflexión que lleva del gesto de la risa
a la mueca de la preocupación profunda por un mundo del que participamos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Los mundos posibles de<i> El llamaviento</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">En un proyecto de
investigación realizado en la U.N.Sa., bajo la dirección de la Prof. Alicia
Chibán, se incluyó el tratamiento de la narrativa de Zamora y en su informe
final le dedicó dos apartados bajo los títulos “La literatura actual” (1982;
136-137) y “Mitos y creencias en la literatura salteña” (1982; 222-227). De esa
misma producción narrativa, el cuento “La cometa” del libro <i>El llamaviento</i> fue seleccionado para
integrar una antología sobre autores regionales preparadas para su uso en
ámbitos escolares por la editorial Colihue ya conocida por su producción de
libros de carácter didáctico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Los mundos creados en
esas narraciones son comparables a las ficciones de Juan Rulfo y de Héctor
Tizón, ya que el espacio –geográfico y cultural- que estos tres autores
textualizan guardan muchas similitudes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Nuestra lectura se
centra en el conflicto que se plantea en los cuentos de <i>El llamaviento</i> a partir de una matriz semántica: el encuentro de
dos mundos ordenados en base a dos formas distintas de comprensión del
universo. Básicamente los relatos sitúan el espacio en un paisaje rural y
pueblerino cuyo referente es el espacio puneño. El conflicto se presenta ante
el lector bajo distintos formatos, pero manteniendo la misma matriz semántica:
la conflictiva relación entre un mundo ordenado en base al pensamiento
mítico-tribal y un mundo ordenado en base a leyes consumistas-urbanas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Los nueve cuentos que
conforman el libro pueden ser clasificados en base a la construcción de mundos
posibles y su invasión por un orden extraño o por los sujetos que migran entre
un mundo y otro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Al primer tipo
pertenecen: <i>Don Alemán, El pedrero de
Bailón, El perro de doña Cande, La Cometa, Huacanqui y El Angelito Santo. </i>Al
segundo: <i>Huallpa, Seis años para
Veneranda y Con la sal a cuestas.<o:p></o:p></i></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Los mundos posibles<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">Según Umberto Eco (1981), los mundos
posibles son estados de cosas que se describen en los términos del mismo
lenguaje en que habla el texto narrativo, lo que permite cotejar diversos
estados de cosas bajo una cierta descripción y de poner en claro si pueden ser
mutuamente accesibles o no y de qué manera difieren. Revisar un mundo posible
nos obliga a considerar también el mundo real o actual como artificio cultural.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">Esta afirmación teórica se realiza en
una práctica cultural concreta llamada literatura, en un texto específico, <i>El llamaviento</i>, cuya construcción de
mundos posibles nos obliga a considerar nuestro mundo de referencia como un
artificio cultural, un constructo equivalente al que nos presentan las
narraciones literarias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">Planteados así, los mundos
construidos pueden considerarse y evaluarse como modelos de laboratorio que
permiten ver cómo interactúan dos realidades culturales en contacto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">Estos juegos del lenguaje logran:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 1.0cm; margin-top: 0cm;">
<b><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">asombrar </span></b><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">al lector, sacarlo de sus hábitos de
pensamiento, prepararlo para lo indecible por una toma de conciencia más viva
de la relatividad universal. “el espacio-obra” igual que un panfleto
parahistórico no hace más que decirnos: “No estamos seguros de nada, y nuestra
seguridad en ciertas materias es sólo falta de imaginación”. (Pichón y otros,
1969: 22)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">De modo similar al ejercicio
intelectual que realizan los relatos de ciencia-ficción al presentar el
cataclísmico encuentro entre universos paralelos, los cuentos de Zamora dan
forma al mismo conflicto en un espacio cultural que podríamos denominar como
“realidad rural cercana”. Ya que el amoblamiento –según la terminología de Eco
(1981)- nos remite al espacio rural de noroeste argentino.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">Las distintas configuraciones del
relato<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">En los cuentos <i>Huallpa, Seis años para Veneranda y Con la Sal a cuestas</i>, el
conflicto que conforma el relato está dado por el <i>desplazamiento</i> de un sujeto desde su mundo de origen, configurado
en base a un pensamiento mítico, hacia un mundo extraño, constituido en base a
un orden capitalista-urbano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">En los cuentos <i>Huacanqui, El Angelito Santo, Don Alemán, El pedrero de Bailón, El
perro de doña Cande y La Cometa</i> el mundo establecido por un pensamiento
mítico tribal se encuentra invadido, o interferido, por un orden otro –que
hemos convenido en denominar “capitalista urbano”- lo que produce divergencias
en las interpretaciones de los hechos por parte de los protagonistas que se
encuentran involucrados en los conflictos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">En el caso de <i>Huallpa</i>, el sujeto que va a desencadenar el conflicto es el miembro
de la comunidad tribal que ha salido de los límites de su mundo para acceder a
un mundo que, si bien no comprende, reconoce como poseedor de poderes que lo
superan. El relato que el peregrino realiza al regreso de su viaje es tomado
por inverosímil, producto de una mente trastornada, que desestabiliza el orden
de su universo, a tal punto que ofende a los dioses y por ello es condenado a
muerte para aplacar la ira divina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">En <i>Seis años para Veneranda</i> el relato presenta una complejidad mayor,
puesto que un sujeto proveniente de un mundo mítico se inserta en un mundo capitalista,
en el último lugar de la escala social, como servidumbre. En un mundo donde el
sujeto es reducido a una condición de cuasi-objeto y, como tal, sólo digno de
ser usado y abusado en manos de quienes están por encima de él. El drama del
sujeto-víctima se acentúa cuando regresa a su comunidad de origen donde
recupera su condición de sujeto, pero para hacerse cargo de las deudas que
contrajo antes de su partida y de las nuevas con que lo estigmatizan a su
regreso. El sujeto, agobiado por sus deudas y con nuevas responsabilidades,
retorna al orbe que lo ha cuasi-objetualizado para terminar asumiendo el rol de
chivo expiatorio de la hipocresía de una sociedad que clasifica y califica a
sus miembros según lo que aparentan.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">Veneranda, el sujeto-víctima de ambos
mundos, comprende lo que le ha sucedido en su comunidad de origen, pero no
logra entender el otro orden que sólo la asume como sujeto cuando debe cargar
culpas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">El cuento <i>Con la sal a cuestas</i> representa el problema de quien debe pasar de
su mundo –que habíamos caracterizado como de orden “mítico tribal”- a un mundo
otro – al que habíamos denominado “capitalista-urbano”- del cual depende para
su supervivencia económica. En ese tránsito transgrede una ley y debe pagar por
ello, aún cuando no comprende cuál fue su ofensa, ya que ésta reside en la
legalización del uso del espacio. En la comunidad de la que sale el personaje
el espacio es compartido, el hombre se inserta en él, por lo tanto el hombre
pertenece al paisaje y no a la inversa, como sucede en el mundo
capitalista-urbano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">Lo que acentúa la ironía del conflicto,
resaltando la incomunicación por la incapacidad de comprensión entre los
sujetos de un mundo y el otro, está dado por una última parte del relato, en la
que dos personajes evalúan al sujeto-víctima como un privilegiado, libre de las
presiones del mundo al que pertenecen.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">Don Alemán</span></i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;"> es un relato más lineal que los otros del libro, no reviste
el mismo logro estético de los cuantos anteriores, sin embargo no por ello
patentiza menos el conflicto de la comunidad mítica-tribal penetrada por un
orden capitalista en el que el poder de la empresa decide sobre la vida de los
hombres. Cuando la voluntad de los hombres contraría los designios de la
empresa, se tapa sus logros atribuyéndolos a la intervención divina antes que a
la voluntad humana. El acto subversivo de la comunidad que puede poner en
peligro la hegemonía de la empresa es rápidamente neutralizado por la
complicidad de los representantes de la Iglesia, cuyo discurso puede penetrar
en el pensamiento mítico de la comunidad con mayor facilidad, resignificando
los hechos con otra interpretación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">En <i>La cometa</i> el problema de la penetración del capitalismo y de la
explotación de la niñez toma forma magistralmente en el delirio de un niño
enfermo que sólo en su muerte encuentra el modo de escapar a su duro destino.
El exquisito manejo del lenguaje lleva al lector desde la fantasía infantil al
sueño febril que desemboca en la agonía final.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">El pedrero de Bailón</span></i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;"> textualiza el conflicto de la
distribución de poderes de las poblaciones en la puna a causa a la intervención
de las instituciones oficiales: la Iglesia, la policía y el funcionario del
gobierno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">El comisario y el cura por un lado y
un diputado, por el otro, se disputan la notoriedad en un pueblo. El hallazgo
de un viejo cañón evidencia el conflicto, cuando un miembro común puede
sobresalir de la comunidad al participar de la disputa, invistiéndose como
representante del diputado que le otorga un cargo político ficticio. Esa nueva
imagen le permite competir con las imágenes del comisario y del cura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">En <i>El perro de doña Cande,</i> un sujeto -con un pensamiento mítico-
explica los acontecimientos atribuyéndolos a los poderes sobrenaturales del
diablo. El narrador-protagonista asiste al relato de la metamorfosis con un
racional escepticismo, pero al final del cuento queda sumido en la perplejidad
que desestabiliza su pensamiento racional.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">El Angelito Santo</span></i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;"> está narrado desde la comprensión mítica, pero con la
interferencia de un narrador que permite establecer dos visiones: la de los
protagonistas y la del observador externo. Cada una de ellas construye una
interpretación diferente en base a los mismos datos, porque los fundamentos
empleados provienen de dos órdenes distintos y, quizá, irreconciliables.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">Huacanqui</span></i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">, en cierto modo, escapa a las clasificaciones anteriores ya
que el relato se plantea desde el interior mismo de una comunidad mítica y su
incomprensión del “mal”, la que los lleva a su desaparición. Estratégicamente
nunca se menciona cuál es el mal que sume a la comunidad en la esterilidad y la
inmoviliza hasta la muerte, pero se puede inferir desde las actitudes del
hechicero que se propone a sí mismo como único remedio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">Para cerrar una lectura<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">Como pudimos ver a lo largo de esta
lectura, una misma matriz semántica puede expandirse bajo distintos
investimentos, dando lugar a diversos relatos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">De modo tal que la literatura, que
construye su propio mundo de referencia, no evade la realidad sino que la
redescubre, patentizando aspectos de los discursos sociales que organizan el
mundo y su comprensión. En este caso, el mundo de las fronteras entre las
realidades de la puna y de la ciudad y su mutua incomprensión. Por lo tanto, el
choque cataclísmico por el encuentro entre dimensiones diferentes que ha
producido tanta literatura fantástica y de ciencia ficción es también la forma
de textualizar un conflicto social aún irresuelto y que caracteriza nuestra
realidad de frontera: la incomunicación.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<br /></div>
</div>
Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-38562250234471620742015-11-23T09:21:00.001-08:002015-11-23T09:21:53.161-08:00Raúl Aráoz Anzoátegüi<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Raúl
Aráoz Anzoátegui y su huella en las letras de Salta<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Raúl
Aráoz Anzoátegui (1923-2011) dejó una honda huella en la actividad literaria de
Salta, desde su formación en “La Carpa”, por su participación en distintas
actividades públicas y privadas en la Provincia de Salta y por las sucesivas
publicaciones de sus obras que mostraron su sostenida producción literaria,
estableciendo una lectura de su época que trasciende su visión generacional.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Los
apellidos que portaba lo ligaban a la generación de escritores que precedió a
la del ’40, pues su padre fue el reconocido político, periodista y escritor
Ernesto Aráoz, quien nos legó -entre sus obras más memorables- aquella larga
entrevista a la repatriada veleta del Cabildo, conocida como <i>El Diablito del Cabildo</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Significación de Raúl
Aráoz Anzoátegui y<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">“La Carpa” en la
cultura de Salta<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La desaparición
física de Raúl Aráoz Anzoátegui el 24 de octubre de 2001, cuando tenía 88 años
de edad, al principio de la segunda década del nuevo milenio no es sólo la
ausencia de uno de los escritores más significativos de la literatura de Salta
en el siglo XX, es la partida del último integrante de “La Carpa”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Podemos decir que
Raúl Aráoz Anzoátegui fue el último en abandonar esa tienda de campaña desde la
que sus integrantes se organizaron para salir a aventurarse en los campos del
arte en esta parte del país.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Todo
comenzó allá, por la década del 40 cuando un grupo de jóvenes se reunió en
Tucumán y lanzó su desafiante grito de guerra: “tenemos conciencia de que en
esta parte del país la literatura nace con nosotros”. Como después lo
declararon, sabían que se trataba de una bravuconada para provocar a sus
mayores, que les precedían entre quienes esperaban hacerse reconocer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> De
hecho, cuando volvieron a Salta, fueron a buscar al principal representante de
la generación precedente. Las visitas fueron varias pero –como dice el viejo
refrán- “para pelear hacen falta dos” y el viejo poeta, más condescendiente que
combativo, no acusaba impacto de los ataques y, más bien, dio su bendición a
los jóvenes, alentándolos a escribir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Consideramos
que esa lección de magnanimidad de parte de Juan Carlos Dávalos dejó honda
huella en los poetas de “La Carpa” en Salta y en la generación siguiente, lo
que se puede ver en el “Prólogo” a Copajira, por ejemplo, donde el viejo poeta
celebra el libro de nuevo escritor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Cuando
ese patriarca de las letras de Salta –a cuya casa acudían los aspirantes para
recibir consejos y bendiciones- se fue en 1959, su lugar imaginario fue ocupado
por Raúl Aráoz Anzoátegui. El cabello y la barba junto a la pipa le daban la
solemnidad que requería tal imagen.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 3cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">… pelo y barba
blancos (aunque no tan blancos como ahora), una voz serena, grave sobre todo al
recitar algún poema, y una pipa que bajaba y subía acompasadamente. La escena
transcurría en Limache… (Sylvester; 1985: 9)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Su presencia en las
actividades públicas de las letras de Salta se volvió icónica, pues su imagen
casi totémica otorgaba la sacralidad que el hecho cultural requería. Sin embargo,
es oportuno aclarar que la suya no era sólo un presencia figurativa de carácter
simbólico, sino que su participación como difusor de la cultura y de los nuevos
escritores se hizo a través de las radios y los diarios en los que trabajaba
como periodista y a través de su imprenta, en la que dio cabida a las primeras
producciones literarias de los que luego serían denominados la generación del
’60: Walter Adet, Jacobo Regen, Carlos H. Aparicio, Miguel Ángel Pérez y Juan
José Hernández.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Academia y escritores<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> La
vinculación entre los escritores de Salta y las instituciones académicas, a
pesar de los rumores de enfrentamientos y desavenencias, en general fueron
buenas. Tanto con la Academia Argentina de Letras como con las universidades.
En particular el vínculo con las universidades fue creciendo desde el momento
en que “La Carpa” cobró vida. Sucede que en el NOA, desde la década del 40 en
adelante los jóvenes de las provincias del NOA fueron a la Universidad Nacional
de Tucumán en busca de un futuro profesional y algunos de ellos volvieron con
sus títulos universitarios. Por ejemplo, Sara San Martín de Dávalos –reconocida
poeta del grupo- ejerció la docencia universitaria en Salta en la sede que
estableciera la U.N.T. como precedente de la Universidad Nacional de Salta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Cuando
se fundó la Universidad Nacional de Salta en 1973, no se desvinculó de los
escritores de “La Carpa”, el mismo Manuel J: Castilla es el autor del lema que
figura en el escudo universitario: “Mi sabiduría viene de esta tierra”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> En
1995 la Universidad Nacional de Salta y la Universidad Católica de Salta
otorgaron a Raúl Aráoz Anzoátegui el título de Profesor Honoris Causa, en el
momento en que se recordaba el quincuagésimo aniversario de la publicación de
su primer libro, Tierra altas. Desde luego que aún antes de recibir esos
reconocimientos académicos ya era convocado por las universidades para integrar
jurados, paneles y disertar en cátedras o congresos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Con respecto a la Academia Argentina de Letras
que mencionáramos al principio de este apartado, en 1994 sesionó en Salta y en
esa oportunidad fue don Raúl el encargado de dar un discurso en el que reseñó
la presencia de los escritores locales en la prestigiosa institución nacional.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La prosa no le fue
ajena <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Cuando
nos referimos a “La Carpa” en general, tendemos a vincularla a la producción
lírica, sin embargo en el grupo original hay músicos y plásticos, pues se trató
de todo un movimiento cultural de renovación, que aún luego de su dispersión
continuó su desarrollo programático en todas las áreas que lo integraban.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Por
ello, aunque indudablemente todos reconocemos y recordamos a Raúl Aráoz
Anzoátegui por su obra poética, no fue ésa su actividad exclusiva en la
literatura ya que alguna vez publicó <i>Dos
cuentos casi fantásticos</i> (1995), fue convocado como antólogo, presentador y
conferencista, actividades que lo derivaron a poner por escrito sus
intervenciones en forma de ensayos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Por
el ojo de la cerradura </span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">fue
publicado en 1999 por Ediciones del Robledal, como un libro de ensayos,
reuniendo textos de diversa procedencia, algunos ya habían si publicados con
formato de libro como <i>Los escritores
argentinos y el problema de la incomunicación</i> (1961) y <i>Tres ensayos de la realidad</i> (1970) o dentro de otros textos como
“Encuesta a la literatura argentina contemporánea”, mientras otros permanecía
inéditos y ésa fue una buena oportunidad para disponer de ellos en un conjunto
que permitía seguir sus reflexiones sobre la literatura, desde la constitución
de la “La Carpa” hasta la actualidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> En
1980 el Centro Editor de América Latina estaba abocado a conformar un nuevo
mapa de la literatura argentina y en su último tomo se dedicó a encuestar a los
escritores del país. Esa encuesta tenía un formato estándar y fue enviado por
correo a lo largo y lo ancho de la Argentina, uno de los que respondido a la
convocatoria fue don Raúl y ya que el Tomo VI de esa Historia publicada en 1982
se volvió difícil de conseguir, reprodujo las respuestas en su libro <i>Por el ojo de la cerradura</i> junto a otra
que le hiciera tiempo después la <i>Revista
Cultura de Buenos Aires</i> en 1984, facilitándonos un acercamiento a su propia
versión de su inicio en la literatura y sus proyectos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Raúl
Aráoz Anzoátegui tuvo una destacada trayectoria en la cultura de Salta que
hemos tratado de sintetizar en dos áreas: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Su legado escrito,
compuesto por:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">POESÍA: <i>Tierras altas</i>, 1945; <i>Rodeados vamos de rocío</i>, 1963; <i>Panorama poético salteño</i>, 1963; <i>Poemas hasta aquí, antología poética</i>,
1967; <i>Pasar la vida</i>, dos ediciones:
1974 y 1983; <i>Obra poética</i>, 1985; <i>Breve inventario poético</i>, 1992; <i>Antología poética</i>, en la colección de
Poetas Argentinos Contemporáneos del Fondo nacional de las Artes, 1997; <i>Confesiones menores</i>, inédito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">PROSA: <i>Tres ensayos de la realidad</i>, 1971; <i>Medallones del milagro</i>, 1971; <i>Dos cuentos casi fantásticos</i>, 1995; <i>Por el ojo de la cerradura</i>, 1999.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Una vida ligada a la
cultura<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Seguir el recorrido vital de Raúl
Aráoz Anzoátegui es acompañar el desarrollo cultural de Salta en la segunda
mitad del siglo XX, marcando los vínculos con la generación precedente y con
las que le siguen. Fue Director General de Turismo y Cultura de su Provincia,
Director de Radio Nacional de Salta, Miembro en Buenos Aires del Directorio de
Argentina Televisora Color y, por último, Director General de Cultura de la
Municipalidad de Salta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Su
vida fue el testimonio de una transición entre un modo de consagración en el
ámbito provincial. Desde aquella a través de la “bendición” otorgada” por el
patriarca, Juan Carlos Dávalos, la participación en las tertulias y la
publicación en los diarios y semanarios editados por parientes y amigos, a una
que pasa por la vinculación con las instituciones culturales y educativas nacionales
y provinciales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> “La
Carpa” estuvo en ese gozne de transición, entre su punto de lanzamiento en
torno a la Universidad Nacional de Tucumán y la bendición de Juan Carlos
Dávalos, pero ellos mismos fueron quienes propiciaron el desarrollo de la universidad
en Salta y de una incipiente industria editorial preocupada por publicar a los
escritores reconocidos y dar su aliento a los incipientes.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6754014471484225395.post-14520587003346468562015-11-23T09:20:00.001-08:002015-11-23T09:20:24.609-08:00Mito y leyenda en Salta<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Mito y leyenda en
Salta<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> El
Folklore abarca diversos aspectos de la dimensión humana como ser las
creencias, las costumbres, y las tradiciones de una comunidad y, como
cualquiera de ellas, Salta fue creando con el paso del tiempo las leyendas que
requiere toda comunidad para dar cohesión a su mundo simbólico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">No se trata de un fenómeno
privativo de nuestra sociedad, puesto que desde que la humanidad se ha
constituido como tal ha construido en torno suyo un universo simbólico que dota
de sentido al entorno y a sus acciones. Es lo que la semiótica de la cultura ha
llamado una semiósfera, tan necesaria para la vida humana como lo es la biósfera
para el resto de las especies con las que compartimos el planeta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Sucede
que el hombre se mueve en el universo del sentido y por lo tanto trata de dar
explicación a todo su entorno y sus acciones y ese impulso de la especie es lo
que ha creado las instituciones como la religión, la filosofía, la literatura y
las distintas ciencias, cada una con sus mitos y leyendas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> En
primer lugar debemos tratar de restar ambigüedad a los términos que estamos
empleando porque su diversidad de acepciones implica distintas valoraciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Según la definición de
diccionario se entiende:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 3cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">mito1. (Del gr. μῦθος).
m. Narración maravillosa situada fuera del tiempo histórico y protagonizada por
personajes de carácter divino o heroico. Con frecuencia interpreta el origen
del mundo o grandes acontecimientos de la humanidad. || 2. Historia ficticia o
personaje literario o artístico que condensa alguna realidad humana de
significación universal. || 3. Persona o cosa rodeada de extraordinaria estima.
|| 4. Persona o cosa a las que se atribuyen cualidades o excelencias que no
tienen, o bien una realidad de la que carecen. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 3cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 3cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">leyenda. (Del lat.
legenda, n. pl. del gerundivo de legĕre, leer). f. Acción de leer. || 2. Obra
que se lee. || 3. Historia o relación de la vida de uno o más santos. || 4.
Relación de sucesos que tienen más de tradicionales o maravillosos que de
históricos o verdaderos. || 5. Texto que acompaña a un plano, a un grabado, a
un cuadro, etc. || 6. ídolo (ǁ persona o cosa admirada con exaltación). || 7.
Numism. Letrero que rodea la figura en las monedas o medallas. || ~ negra. f.
Opinión contra lo español difundida a partir del siglo XVI. || 2. Opinión
desfavorable y generalizada sobre alguien o algo, generalmente infundada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Pero
en estas definiciones no podemos apreciar como a lo largo del tiempo esos
términos fueron cambiando su valoración, pues en los albores de la civilización
los mitos y las leyendas tenían un valor explicativo comparable en nuestros
tiempos al que se le atribuye al discurso científico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Los
conocedores de los mitos y las leyendas en las comunidades primitivas –y
ágrafas- eran iniciados que sabían recitarlos de memoria para dar sentido a los
fenómenos de la naturaleza o a las acciones de los hombres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Muchos
de los relatos que llamamos mitos y leyendas se originaron en hechos concretos
con protagonistas reales que con el paso del tiempo se fueron esquematizando y
magnificando hasta adquirir una dimensión atemporal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Por
ejemplo el mito de Prometeo que roba el fuego de los dioses para entregárselo a
los hombres tuvo un posible origen en los albores de los tiempos cuando alguien
aprendió a controlar el fuego y le permitió a la humanidad perder el miedo a la
oscuridad de la noche y las cavernas. Ese hombre que le lego esa gran conquista
a la humanidad si no es un dios o un semidiós, merece serlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Esos
corpus de mitos y leyendas fueron los que compusieron las primeras religiones y
que con la aparición de la escritura conformaron los libros sagrados que
fundaron las grandes religiones con gran vigencia hasta la actualidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Con la aparición de
la filosofía y de las ciencias los mitos y las leyendas cayeron en descrédito,
especialmente aquellas que no se habían incorporado a las grandes religiones y
fueron puestas en juicio como creencias infundadas y combatidas en nombre de un
conocimiento más acertado del mundo. Sin embargo, a pesar del descrédito que
padecieron, estos relatos perduraron en la larga memoria de los pueblos y
migraron con ello alejándolos cada vez más de las circunstancias históricas que
le dieron origen pero cuyo poder explicativo continuaba siendo efectivo ante
situaciones similares.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">El caso particular de
Salta<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Para el caso que nos
toca en este particular encuentro, vale considerar que la entidad que
denominamos ciudad de Salta se conformó a partir de la conquista española del
territorio del Tucumán que trataba de afianzar sus dominios ante la amenaza de
los pueblos indígenas y de los, más peligrosos aún, portugueses que avanzaban
desde las costas del Atlántico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Sin embargo estos
territorios no estaban deshabitados y no bastaba con la simple orden imperial
de fundar una ciudad, por lo tanto los españoles y criollos que se aventuraron
en estos parajes debieron enfrentar a aguerridos pobladores que ya eran tenían
la experiencia de haberse enfrentado al imperio Inca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Legalmente la ciudad
fue fundada por el Licenciado Don Hernando de Lerma y es a partir de ese
momento que comienzan a tejerse una serie de relatos, cimentados en
acontecimientos del momento, pero cuyo matiz oral y tradicional los han
convertido en leyendas que la disciplina histórica enfrenta para buscar
respuestas o cuestionarlos en sus afirmaciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Una de esas leyendas
es un fragmento de una anterior que alimentó la imaginación de los
conquistadores y que, aún hoy, resurge en distintas formas. Me refiero a la
leyenda del dorado, aquella por la cual hay una ciudad hecha de oro –relato con
distintas variantes-.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Sucede que Colón,
desde que fracasó en su intento por llegar a la India, tentó a los reyes con la
idea de que en estas tierras se ocultaban grandes tesoros por descubrir. Ante
el requerimiento de esos tesoros a los nativos y viendo que los europeos enloquecían
ante los metales preciosos, fue que alimentaron su imaginación dándoles
noticias de un reino muy lejano hecho de oro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La leyenda del dorado
permitió a los nativos sacarse de encima a los conquistadores enviándolos a
selvas, montañas y desiertos con guías que en algún momento desaparecían
dejándolos perdidos en un territorio hostil y desconocido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La versión de esa
leyenda en Sud América está vinculada a los Incas y al rapto de Atahualpa, cuya
liberación debía pagarse en metales preciosos al codicioso Francisco Pizarro.
Como el descomunal rescate no logró salvar la vida del Inca, los súbditos
pusieron a salvo muchos de los tesoros para que no cayeran en manos españolas.
Desde entonces se supone que hay en alguna parte en lo alto de las montañas, en
lo profundo de alguna selva o incluso debajo de la tierra, una ciudad que
alberga todos los tesoros que ocultaron los incas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">En Salta, una versión
adaptada de esa historia es la de los tesoros escondidos, o “tapados”, dejados
por los nativos de la zona ante la invasión española que murieron sin revelar
su escondite.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Otra leyenda está
directamente vinculada con el fundador de Salta, que en su momento bautizó la
ciudad con su nombre pero que al cabo de los años fue borrado de la memoria
hasta quedar el nombre que actualmente utilizamos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Sucede que de los
documentos que quedaron de aquellos tiempos se puede reconstruir todo un
proceso legal que terminó con la destitución y encarcelamiento de Lerma por su
enfrentamiento con la institución eclesiástica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La leyenda negra de
Lerma dice que era un déspota, que abusaba de sus poderes de gobernador
explotando a los nativos sometidos e imponiendo pesadas cargas impositivas a
los criollos que poblaban Salta y que lo único bueno que hizo fue fundar Salta
porque el Virrey Toledo se lo encomendó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Discernir qué hay de
cierto en esta leyenda y que de fabulación corresponde discernirlo a la
disciplina histórica, pues la leyenda por sí misma es prácticamente desconocida
para las nuevas generaciones de salteños.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La leyenda de los
tesoros escondidos en Salta o “tapados” tuvo una serie de actualizaciones
posteriores:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">-Con la expulsión de los
jesuitas, a fines del siglo XVIII. Se tejió la leyenda de que aquellos
denodados evangelizadores habían conquistado el corazón de los indígenas y
ellos a cambio de la Santa Fe les habían entregado sus metales preciosos.
Cuando el Imperio Español disolvió la orden, los sacerdotes en su huida
ocultaron los metales convertidos en imágenes y elementos litúrgicos en las
montañas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">-En el siglo XIX nuestra
provincia fue abatidas por varias guerras, las de independencia y las civiles
por lo que las acaudaladas familias de Salta, ante el temor de los saqueos de
los sucesivos invasores, optaron por sepultar sus tesoros. Dicen las leyendas
que abrevan en la historia que algunos adinerados se enterraron con sus
riquezas encargando a sus sirvientes que los desenterraran después de los
saqueos; pero, al morir en manos de los frustrados invasores dejaron a sus
señores tapados vivos con sus fortunas sin que nadie supieran donde estaban.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Las gruesas paredes
de las construcciones antiguas, los profundos aljibes y los innumerables cerros
fueron el refugio de esos tesoros que durante años los “buscadores de tapados”
inquirieron durante generaciones con mayor o menor suerte. Y la leyenda dice
que estos tesoros ocultos se manifiestan de distintas formas y no dejan de
asustar a los vivos hasta que el justo sea capaz de liberar la maldición de la
codicia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Otras leyendas<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Muchas otras leyendas
también fueron desplazadas al olvido por el crecimiento de la sociedad urbana
que fue desechando el conocimiento tradicional de los ancestros que se
transmitía en forma oral. Dicho de otro modo, ¿quién presta oído en estos
momentos a los relatos de los abuelos? Prácticamente nadie, porque se
consideran más valiosos los conocimientos impartidos por el sistema escolar y
más entretenidos los medios de difusión masiva.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">En las generaciones
del siglo pasado anteriores a la televisión multicanal hubo una etapa de
transición entre el saber tradicional de transmisión oral y los nuevos medios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Un ejemplo de ello es
la literatura con obras de reconocidos escritores como Juan Carlos Dávalos,
Emma Solá de Solá, Federico Gauffin y Ernesto Aráoz, entre otros, que pusieron
por escrito esas leyendas, explícitamente o reescribiéndolas y entramándolas en
otros relatos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Por otra parte en la
radio de banda AM que aún hoy se transmite desde Salta Capital, hubo escritores
que se encargaron de llevar el relato oral más allá del alcance del limitado
círculo hogareño. El caso más recordado es el César Fermín Perdiguero, escritor
que durante años mantuvo una columna en diario <i>El intransigente</i> y la audición radial “Cochereando en el recuerdo”.
En ambos espacios periodísticos rescataba anécdotas y leyendas de una ciudad
que estaba creciendo más rápido de lo que podía retener sus relatos orales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Entre las leyendas
que supo mantener vivas estaban la de la mulánima, la salamanca, la viuda, el
familiar y el duende. Las tres no son nativas de la zona sino que llegaron
junto a las armas y los utensilios de los conquistadores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La mulánima o alma
mula tiene muchas variantes pero básicamente es la maldición que cae sobre la
mujer que tiene amores ilícitos, ya sea con el cura, el compadre o el cuñado.
Según la versión salteña el alma en pena convertida en mula corría por las
calles de la ciudad durante las oscuras noches de invierno, tirando fuego por
la boca y haciendo chispear el empedrado a su paso. Ante ella los pobladores de
la noche debían buscar refugio en algún lugar consagrado. Por suerte Salta
siempre tuvo varias iglesias para proteger a los vigilantes que caminaban las
calles o a los trasnochados de las juergas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La viuda era otra
alma en pena, la de una mujer cuya marido infiel había muerto y por ello no
encontraba paz, por lo que hizo un trato con el diablo para vivir eternamente
vengándose de su marido en los hombres infieles. Así es que vestida con su ropa
negra deambulaba de noche para seducir a los incautos con su cuerpo voluptuoso
y sensual. Cuando el hombre seducido se acercaba para abordar a la solitaria
mujer que paseaba en la oscuridad se encontraba con un rostro cadavérico y en
descomposición que trataba de besarlo ocasionando la muerte del frustrado Don
Juan.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> La
salamanca más famosa de Salta estaba ubicada en la quebrada que hay entre los
cerros Veinte de Febrero y San Bernardo y allí iban políticos, jugadores,
bailarines y músicos a hacer contratos con el diablo para que nadie los
superara en su arte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> La
leyenda del contrato con el diablo surge en la edad media, como la misma figura
del diablo que viene a la tierra a tentar a los hombres pues así puede
arrebatarle las almas a Dios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> En
la España medieval los moros ocuparon gran parte del territorio y luego de
siglos de luchas los cristianos controlaron la Península, uno de esos
territorios fue la provincia de Salamanca, en cuyas cuevas se decía que los
moros practicaban la brujería y convocaban al diablo. Esa idea de las cuevas
como lugares en los que se puede tratar directamente con el diablo fue la que
engendró la versión nacional llamada solamente salamanca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> El
familiar si bien tuvo y aún hoy tiene mayor vigencia como una leyenda rural,
hasta hace pocas décadas tuvo vitalidad en la ciudad y está vinculada a la
leyenda anterior del contrato con el diablo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Sucede
que el contrato con el diablo requiere de la entrega del alma como pago por los
beneficios concedidos, sin embargo. Hay una variación en el contrato para
evitar entregar la propia alma y es saciar al diablo con las almas de otros, de
ese modo se prorroga la validez del contrato. La entrega de almas se puede
hacer con la entrega de víctimas que mueren misteriosamente y cerca de ellos se
ve a algún animal de características especiales. A ese animal se le llama
familiar y en la zona rural puede tener la forma de un toro, un perro, un tigre
o hasta un caballo, mientras que en la ciudad el animal es una gran víbora,
generalmente cubierta de pelos, un perro o hasta el típico gato negro. Decía
que es una leyenda con vitalidad porque hasta hace poco escuché explicaciones al
triunfo en empresas comerciales, políticas y artísticas atribuyéndolas a
contratos con el diablo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> En
la década de 1970 se decía que Daniel Toro debía su habilidad para componer y
ejecutar su música a un contrato con el diablo que no pagó a tiempo y por eso
le quitó la voz. En la década de 1980 se decía que Roberto Romero había
ascendido desde la pobreza hasta convertirse en gobernador por un contrato con
el diablo y que prueba de ello era que cada vez que encaraba una nueva empresa
alguien moría para pagar su tributo al diablo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> No
nos olvidemos de los duendes que acompañan al hombre en todas las culturas sólo
con algunas variantes y con distintas acepciones. En Salta la versión legada
por Europa a través de los conquistadores españoles se fusionó con la
prehispánica, dando la imagen de un niño de sombrero grande con una mano de
lana y otra de plomo que siempre anda haciendo travesuras en la casas,
especialmente si tienen higueras en los patios u horno de barro en el fondo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La leyenda dice que
aparecen a la hora de la siesta, cuando los adultos duermen, y juegan con los
niños, tratando de llevarlos a su mundo. Las formas de evitarlo es arrojarle
estiércol o amenazarlo con el látigo o el cinto del hombre de la casa. Como los
hábitos de descanso y la disposición de las casas actuales han cambiado
reduciendo los espacios para árboles y hornos, se puede decir que los duendes
están en vías de extinción, pero por las dudas siempre bautizamos a nuestros
hijos para evitar que este ser fantástico se los lleve.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Aunque
me he encontrado con nuevas versiones científicas que tratan de explicar por
qué los duendes han tenido una vigencia tan larga en la historia de la
humanidad y dan explicaciones como que eran una raza de pigmeos europeos ya
extinta o de extraterrestres –por ello su forma pequeña y su aspecto humanoide-
todavía la ciencia no explica la sensibilidad del duende al estiércol y al
látigo del hombre de la casa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Casos
personales<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Hay
casos de personas que alcanzaron dimensión legendaria. En nuestra provincia el
más conocido es el de Güemes cuya fama y hazañas parecieran fruto del realismo
mágico de la literatura latinoamericana, sin embargo se trata de hechos
corroborados por la ciencia histórica y por lo tanto se trata de uno de esos
casos en los que la realidad superan a la ficción.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Hay
otros héroes de aquellos tiempos que tienen casi la misma dimensión legendaria.
Por ejemplo Juana Azurduy cuyas hazañas fueron poetizadas por Félix Luna en una
cueca musicalizada por Ariel Ramírez. Su personaje en la película de Leopoldo
Torre Nilsson “Güemes: la tierra en armas” fue protagonizado por Mercedes Sosa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Juan
Antonio Álvarez de Arenales, cuyo sobrenombre ha quedado en la historia
popular. Era conocido como “El Hachado” porque estaba cruzado de cicatrices ya
que se lo había dado por muerto en más de una batalla. Por algo el monumento en
el medio de la Plaza 9 de Julio está dedicado a él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Luís
Burela fue el caudillo que encabezó la resistencia gaucha después de que las
derrotadas tropas del Ejército del Norte se retiraron. El gauchaje aún recuerda
que cuando estaban reunidos deliberando el modo de resistir el avance realista
alguien preguntó con qué armas iban a luchar y entonces el caudillo contestó
“¡con las que les quitemos!”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> En
el siglo XX hay casos muy particulares que pasaron a la dimensión de la
devoción popular. Uno es el de la difunta Juana Figueroa, nacida a fines del
siglo XIX y asesinada por su marido el 21 de marzo de 1903. De ella se dicen
muchas cosas: que era hermosa, que una gran bondad habitaba en su alma, pero
que no fue fiel a su hombre. Se dice que el marido la hirió mortalmente y la
arrojó moribunda a un canal cercano al cementerio, donde terminaba la ciudad en
aquel tiempo. Se dice que la señora estaba embarazada y que agonizó durante
días en ese abandonado lugar. Cuando el cadáver fue descubierto se le comenzó a
rendir veneración y se ha establecido una suerte de culto que pasa de
generación en generación, en especial los días lunes en un santuario ubicado en
el canal donde -según la tradición- murió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">El escritor jujeño
Jorge Calvetti le escribió dos glosas, con lo que quedó testimoniada por la
literatura:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La
Juana Figueroa<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Glosa
I<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Alma
que pena y no pena.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Alma
que llora y no llora<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">así
dicen que es el alma<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">de
la Juana Figueroa.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Así
como pudo ser<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">de
tantos y tan ajena,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">así
dicen que es la Juana<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">alma
que pena y no pena.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Que
se oye al atardecer<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">y
otras veces a deshora<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">una
voz diciendo que es<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">alma
que llora y no llora.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Que
encuentra en el fuego frío<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">y
en las tormentas la calma.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">(Lo
mismo que era su cuerpo<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">así
dicen que es el alma).<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Mucha
y poca, blanda y dura,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">cielo
y tierra, santa y loca,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">así
me han dado las señas<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">de
la Juana Figueroa.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">—Nadie
buscaba aquí lo que encontraste:<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">la
certeza,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">por
eso no estás muerta.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La
carne mendigaba también entonces<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">y
tú vivías en el destino de los hombres<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">como
el viento que se envuelve, apasionado, en<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">los
árboles<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">y
siempre cede y calla.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Alma
que eras un cuerpo,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">acompañada
y sola te verían,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">como
ahora que te nombro<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">mientras
el tiempo te hace reverencias.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Cuando
paseabas por el campo,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">¿Fueron
la fácil sed, el acto, los deseos,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">las
anónimas flores que hoy crecen en tu tumba?<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">¿Eras
una mujer,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">¿O
eras, como la vida,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">una
dádiva loca que todos devolvían temerosos,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">porque
enloquece, a quien, de veras, la recibe?<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">¿Eras
la santidad, alegría de los otros,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">o
la inocencia que se ignora?<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">¿O
creerías, acaso,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">que
era tu misión sobre la tierra<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">devolver,
como las rosas,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">la
caricia del sol que les dio vida?<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">—“Hombres
igual que muertes<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">me
llevaron callados;<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">como
con una marca<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">con
placer me marcaron;<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">y
una noche de luna,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">de
galopes y abrazos,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">destrozaron
mi cuerpo<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">como
se quiebra un vaso”.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">—Oh
tierra donde todos sembraron<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">eras
el todo-amor, toda-de-amor, por eso<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">lucero
de infortunios,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">la
muerte recogió en los caminos,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">los
esparcidos días de tu corazón.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">—“La
muerte como un hombre<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">se
ha acostado conmigo;<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">pesa
sobre el silencio<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">como
un cuerpo dormido;<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">yo
voy con la memoria<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">y
los ojos perdidos,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">hundiéndome
en las sombras<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">de
un país infinito”.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">—Porque
amabas te amaron.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Tu
amor era una antorcha<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">que
los hombres alzaban para quemar tristeza.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Con
ella se hacían señas<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">de
cerro a cerro, de placer a placer, de pena a pena,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">y
un día —oh menesterosa— de quietud te vistieron<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">y
tristes lunes para siempre.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">—“Voces
color de olvido<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">me
han robado los sueños;<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">nubes
color de noche<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">me
escondieron el cielo;<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">de
todo lo vivido<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">sólo
me queda un eco<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">que
despiadadamente<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">me
repite que he muerto”.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Glosa
II<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Ando
ciego y vivo triste<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">porque
siempre estoy pensando<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">que
me sigue acompañando<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">la
sombra de lo que hiciste.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Porque
una vez me quisiste<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">ya
no te pude olvidar<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">y
hoy que te quiero mirar<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">ando
ciego y vivo triste.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Yo
te he de seguir amando<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">—esa
es la ley del amor—<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">aunque
crezca mi dolor<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">porque
siempre estoy pensando<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">que
hubo un cómo y hubo un cuándo<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">que
terminaron conmigo<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">y
hoy tu sombra es el testigo<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">que
me sigue acompañando<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Ando
ciego y vivo triste,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">ya
no tengo claridad,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">me
nubló la humanidad<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">la
sombra de lo que hiciste.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Otro caso de un alma
milagrosa consagrada por la devoción popular es la de Pedrito Sangüeso a quien
los estudiantes solían apromesarse llevándole sus carpetas y cuadernos como
ofrendas al cementerio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Pedro Pablo Sangüeso
fue violado y brutalmente asesinado el 19 de mayo de 1963 cuando contaba con
seis años de edad. Aparentemente el padrastro fue el autor de este crimen, fue
acusado y estuvo varios años en prisión. No existen demasiados detalles sobre
la vida de este niño y algunos aspectos se deducen de las placas que se dejaron
como homenaje en su tumba en el cementerio de la ciudad de Salta.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Hay
muchas otras leyendas que se tejen en torno a personas y lugares, como el Cerro
San Bernardo, y otros que aún están en formación y que son motivo de libros que
están por escribirse. Ese es el desafío de las nuevas generaciones.<o:p></o:p></span></div>
</div>
Rafael Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/16057199751649416730noreply@blogger.com0