BYAKUREN KENPO
LEY ARMÓNICA DE LOS PUÑOS DEL LOTO BLANCO
Byakuren Kenpo es la interpretación en japonés de los ideogramas chinos que representan Bay Lien Chuan Fa o Ley Armónica de los Puños del Loto Blanco.
Esta traslación del chino al japonés se debe a que los Chuan Fa o Ley Armónica de los Puños son una forma de entrenamiento psicofísico espiritual que migró en distintos momentos históricos desde China hacia Japón, sin embargo sus orígenes son mucho más antiguos.
Las formas en las que se originaron los Chuan Fa chinos se deben buscar en la antigua India, donde la casta guerrera de los Ksatriya practicaba una modalidad de combate conocida como Karari Prayat o Kararipaito. Las migraciones desde la India hacia China llevaron estas antiguas formas que evolucionaron de acuerdo con las características físicas y mentales de sus practicantes. El norte de China con un territorio más montañoso y con la influencia étnica de mongoles y manchúes desarrolló estilos más duros o centrados en la fuerza física, mientras que al sur del río Yang Tse los hombres de menor talla elaboraron formas de combate basadas en la movilidad y agilidad antes que en la masa corporal.
El desarrollo de las artes de combate en oriente está ligado a prácticas religiosas y a avatares políticos, pues aunque los monjes trataron de mantenerse al margen de los conflictos mundanos, tarde temprano debieron tomar partido y enfrentar a quienes amenazaban la supervivencia de los templos o de la religión que profesaban.
Parte de esta historia es conocida por el famoso templo del joven bosque de pinos o Shao Lin, ubicado en la actual provincia de Honan, donde los monjes budistas entrenaron el Kung Fu Wu Shu destinado al bienestar físico y espiritual, pero de tremenda aplicación para la autodefensa de los monjes.
Al sur del río Yang Tse, en la actual provincia de Fukien, en el siglo III de nuestra era el monje Wua Yin se reunió con un grupo de discípulos para fundar una sociedad que tenía por finalidad recuperar el sentido de la práctica espiritual alejándose de la corrupción mundana. Como símbolo de su propósito eligieron la flor del loto blanco ya que se trata de una flor que crece en los pantanos y mantiene su blancura a pesar de estar rodeada del barro, además se abre por la mañana y se cierra por la noche, reproduciendo en sí misma los movimientos del universo en la sucesión de yin y yang.
Con el correr del tiempo el movimiento original fundado por Wua Yin se fue ramificando en distintas sociedades secretas con distintas orientaciones, unas más inclinadas hacia el taoísmo; otras hacia el budismo, unas esotéricas y otras exotéricas; unas con preferencia por el trasmundo y otras muy vinculadas a la vida política. Lo que vinculaba a todas y las distintas ramas era que sus miembros practicaban una forma de combate con y sin armas que era conocida como la forma de entrenar de la Secta del Loto Blanco.
Una participación importantísima de la Secta del Loto Blanco ocurrió durante la invasión de Timuyin y sus mongoles en el siglo XII. Este señor de la guerra conocido como Gengis Kan se propuso someter bajo su imperio a China, sin embargo su empresa se frustró al llegar a la provincia de Fukien.
Los miembros de la Secta del Loto Blanco entrenaron al pueblo en su forma de combate y enfrentaron a los temibles mongoles que los aventajaban en talla física, en número y armamento.
Los mongoles eran hombres a caballo que comían carne cocinada en la sal del sudor de sus montas y blandían espadas de hasta un metro y medio. Los hombres de Fukien no superaban el metro sesenta, se desplazaban por jangadas y acequias y sus espadas no pasaban de los setenta y cinco centímetros.
Sin embargo el heroísmo de los pocos contra los muchos y de los pequeños contra los gigantes se impuso gracias a la Ley Armónica de los Puños del Loto Blanco.
La utilización del terreno pantanoso para impedir la maniobra de la caballería y la movilidad de los pequeños combatientes se impusieron contra el gran tamaño de quienes blandían armas descomunales.
El temible ejército del Gengis Kan fue acosado incansablemente por las guerrillas de Fukien hasta que renunció a su intento por someter a esos indómitos guerreros y estableció un acuerdo por el cual la Secta del Loto Blanco se constituía en custodia de las tradiciones chinas y de la seguridad de su pueblo. Ese pacto fue transmitido de generación en generación, de modo tal que aún en el siglo XIX y XX los invasores occidentales debieron enfrenarse a los indómitos herederos del Loto Blanco.
Parte de esta historia es la rebelión de los Boxers, lanzada para desterrar a los occidentales que corrompían con drogas al pueblo chino para apoderarse de sus riquezas.
La historia es muy conocida y ya muy repetida, las potencias occidentales se aliaron y con un armamento de última generación enfrentaron a los guerreros armados de lanzas, alabardas y espadas.
A pesar de la masacre la Secta sobrevivió y en el período de entreguerras mundiales, los japoneses infiltraron espías en territorio chino para que aprendieran idioma, costumbres y artes de combate. De ese modo fue que Doshin So y Yamada aprendieron las técnicas de Bay Lien Chuan Fa en el seno de sociedades secretas. Después de la derrota japonesa los soldados fueron repatriados y ante un país en ruinas vieron que sus artes de combate podían servir para reedificar el espíritu japonés. Doshin So fundó su escuela en Tadotsu, bautizándola Shorinshi Kenpo, en homenaje al monasterio de Shao Lin y a su primer Kata lo llamó Byakuren como recuerdo de la primera forma de combate en la que había incursionado en China.
Yamada realizó un trabajo más asistemático, debido a que las tropas de ocupación norteamericanas habían prohibido la práctica de artes marciales. Uno de sus discípulos fue Kenzo Miyazawa que desde niño practicó al arte del Loto Blanco, además de Kendo y Aikido. En la década del 60 fue enviado a la República Argentina con una misión comercial y comenzó a enseñar Kenpo y Aikido, por lo que es el introductor de ambos artes marciales al país.
Miyazawa siempre impartió clases a grupos reducidos por lo que formó pocos discípulos, uno de ellos fue Gerardo Seijo que, a partir de su graduación como primer dan instructor, comenzó a difundir el estilo, formando discípulos en Buenos Aires y Salta, desde donde la Escuela de Byakuren Kenpo se expandió hacia Tucumán y Mendoza.
Actualmente la Escuela de Byakuren Kenpo conforma una Federación con la Asociación Chubutense de Kenpo y Aikido, ya que en la Patagonia -otra rama derivada por Kenzo Miyazawa, el Tai Do Kai Kenpo- ha desarrollado una intensa actividad.
Rafael F. Gutiérrez
7º Dan Byakuren Kenpo
LEY ARMÓNICA DE LOS PUÑOS DEL LOTO BLANCO
Byakuren Kenpo es la interpretación en japonés de los ideogramas chinos que representan Bay Lien Chuan Fa o Ley Armónica de los Puños del Loto Blanco.
Esta traslación del chino al japonés se debe a que los Chuan Fa o Ley Armónica de los Puños son una forma de entrenamiento psicofísico espiritual que migró en distintos momentos históricos desde China hacia Japón, sin embargo sus orígenes son mucho más antiguos.
Las formas en las que se originaron los Chuan Fa chinos se deben buscar en la antigua India, donde la casta guerrera de los Ksatriya practicaba una modalidad de combate conocida como Karari Prayat o Kararipaito. Las migraciones desde la India hacia China llevaron estas antiguas formas que evolucionaron de acuerdo con las características físicas y mentales de sus practicantes. El norte de China con un territorio más montañoso y con la influencia étnica de mongoles y manchúes desarrolló estilos más duros o centrados en la fuerza física, mientras que al sur del río Yang Tse los hombres de menor talla elaboraron formas de combate basadas en la movilidad y agilidad antes que en la masa corporal.
El desarrollo de las artes de combate en oriente está ligado a prácticas religiosas y a avatares políticos, pues aunque los monjes trataron de mantenerse al margen de los conflictos mundanos, tarde temprano debieron tomar partido y enfrentar a quienes amenazaban la supervivencia de los templos o de la religión que profesaban.
Parte de esta historia es conocida por el famoso templo del joven bosque de pinos o Shao Lin, ubicado en la actual provincia de Honan, donde los monjes budistas entrenaron el Kung Fu Wu Shu destinado al bienestar físico y espiritual, pero de tremenda aplicación para la autodefensa de los monjes.
Al sur del río Yang Tse, en la actual provincia de Fukien, en el siglo III de nuestra era el monje Wua Yin se reunió con un grupo de discípulos para fundar una sociedad que tenía por finalidad recuperar el sentido de la práctica espiritual alejándose de la corrupción mundana. Como símbolo de su propósito eligieron la flor del loto blanco ya que se trata de una flor que crece en los pantanos y mantiene su blancura a pesar de estar rodeada del barro, además se abre por la mañana y se cierra por la noche, reproduciendo en sí misma los movimientos del universo en la sucesión de yin y yang.
Con el correr del tiempo el movimiento original fundado por Wua Yin se fue ramificando en distintas sociedades secretas con distintas orientaciones, unas más inclinadas hacia el taoísmo; otras hacia el budismo, unas esotéricas y otras exotéricas; unas con preferencia por el trasmundo y otras muy vinculadas a la vida política. Lo que vinculaba a todas y las distintas ramas era que sus miembros practicaban una forma de combate con y sin armas que era conocida como la forma de entrenar de la Secta del Loto Blanco.
Una participación importantísima de la Secta del Loto Blanco ocurrió durante la invasión de Timuyin y sus mongoles en el siglo XII. Este señor de la guerra conocido como Gengis Kan se propuso someter bajo su imperio a China, sin embargo su empresa se frustró al llegar a la provincia de Fukien.
Los miembros de la Secta del Loto Blanco entrenaron al pueblo en su forma de combate y enfrentaron a los temibles mongoles que los aventajaban en talla física, en número y armamento.
Los mongoles eran hombres a caballo que comían carne cocinada en la sal del sudor de sus montas y blandían espadas de hasta un metro y medio. Los hombres de Fukien no superaban el metro sesenta, se desplazaban por jangadas y acequias y sus espadas no pasaban de los setenta y cinco centímetros.
Sin embargo el heroísmo de los pocos contra los muchos y de los pequeños contra los gigantes se impuso gracias a la Ley Armónica de los Puños del Loto Blanco.
La utilización del terreno pantanoso para impedir la maniobra de la caballería y la movilidad de los pequeños combatientes se impusieron contra el gran tamaño de quienes blandían armas descomunales.
El temible ejército del Gengis Kan fue acosado incansablemente por las guerrillas de Fukien hasta que renunció a su intento por someter a esos indómitos guerreros y estableció un acuerdo por el cual la Secta del Loto Blanco se constituía en custodia de las tradiciones chinas y de la seguridad de su pueblo. Ese pacto fue transmitido de generación en generación, de modo tal que aún en el siglo XIX y XX los invasores occidentales debieron enfrenarse a los indómitos herederos del Loto Blanco.
Parte de esta historia es la rebelión de los Boxers, lanzada para desterrar a los occidentales que corrompían con drogas al pueblo chino para apoderarse de sus riquezas.
La historia es muy conocida y ya muy repetida, las potencias occidentales se aliaron y con un armamento de última generación enfrentaron a los guerreros armados de lanzas, alabardas y espadas.
A pesar de la masacre la Secta sobrevivió y en el período de entreguerras mundiales, los japoneses infiltraron espías en territorio chino para que aprendieran idioma, costumbres y artes de combate. De ese modo fue que Doshin So y Yamada aprendieron las técnicas de Bay Lien Chuan Fa en el seno de sociedades secretas. Después de la derrota japonesa los soldados fueron repatriados y ante un país en ruinas vieron que sus artes de combate podían servir para reedificar el espíritu japonés. Doshin So fundó su escuela en Tadotsu, bautizándola Shorinshi Kenpo, en homenaje al monasterio de Shao Lin y a su primer Kata lo llamó Byakuren como recuerdo de la primera forma de combate en la que había incursionado en China.
Yamada realizó un trabajo más asistemático, debido a que las tropas de ocupación norteamericanas habían prohibido la práctica de artes marciales. Uno de sus discípulos fue Kenzo Miyazawa que desde niño practicó al arte del Loto Blanco, además de Kendo y Aikido. En la década del 60 fue enviado a la República Argentina con una misión comercial y comenzó a enseñar Kenpo y Aikido, por lo que es el introductor de ambos artes marciales al país.
Miyazawa siempre impartió clases a grupos reducidos por lo que formó pocos discípulos, uno de ellos fue Gerardo Seijo que, a partir de su graduación como primer dan instructor, comenzó a difundir el estilo, formando discípulos en Buenos Aires y Salta, desde donde la Escuela de Byakuren Kenpo se expandió hacia Tucumán y Mendoza.
Actualmente la Escuela de Byakuren Kenpo conforma una Federación con la Asociación Chubutense de Kenpo y Aikido, ya que en la Patagonia -otra rama derivada por Kenzo Miyazawa, el Tai Do Kai Kenpo- ha desarrollado una intensa actividad.
Rafael F. Gutiérrez
7º Dan Byakuren Kenpo
2 comentarios:
Profe..cuando vuelven a iniciar las clases? Me gustaria volver a entrenar
Gracias querido Rafa!
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