viernes, 18 de febrero de 2011

Por escrito, ni el nombre

En los últimos años asistí a las quejas de mis colegas sobre las presiones de las instituciones para disminuir las exigencias sobre los estudiantes, a tal punto que les dije:
- ¿Entonces con que esciban bien su nombre basta para que aprueben?
Pero todos me contestaron a coro:
- No, ni eso siquiera. son tan incapaces que no pueden escribir su nombre correctamente.
La expresiones me parecían una exageración hasta que tomé un diagnóstico a ingresantes a la universidad. El resultado fue un desastre, la mayoría no  puede hacerse entender por escrito y ni siquiera saben escribir su nombre correctamente.
Sé que la permisibidad del sistema escolar les permitió a estos jóvenes llegar a las puertas de la universidad, pero en un estado de analfabetismo que continuar los estudios les va a significar un tremendo esfuerzo porque van a tener que subsanar una carencia que más de diez años de escolaridad no les dieron y, además van a tener que aprender los contenidos de las materias que traten de cursar.
Insisto en que creía que mis colegas exageraban la situación, pero tuve la oportunidad de comprobar que efectivamente de sesenta trabajos escritos, cuarenta no pudieron escribir sus nombres correctamente.
¿Se cumplirá la predicción de Pierre Boulle y dejaremos de ser pensantes para dejar el lugar a los simios?

Boulle, Pierre, BAJO EL PLANETA DE LOS SIMIOS.
Excelente muestra de la novelística de ciencia ficción en la que se especula sobre la involución de la inteligencia humana y su reemplazo por los simios como especie pensante y dominante que esclaviza a los hombres bestializados.
Recomiendo su lectura para quienes todavía pueden hacer uso de la lengua escrita.