SOMOS LO QUE DECIMOS
¿Sin lenguaje qué somos?
Ana María Fernández
El Planeta de los simios
He visto tres versiones cinematográficas distintas basadas en la novela EL PLANETA DE LOS SIMIOS. Todas toman el motivo del simio que ha adquirido autoconciencia y lenguaje, desplazando al humano de su lugar en la cúspide de la evolución. El resultado es una aventura en la que uno o alguno de los héroes trata de redimir a los humanos sometidos. En alguna de las versiones el héroe concilia a ambas especies inteligentes, en otras el resultado es una hecatombe que acaba con todos los seres vivos.
Con lo cuál la ciencia ficción cinematográfica suma una aventura más al género.
Sin embargo, si atendemos a la novela notamos que ni la acción, ni la aventura son los protagonistas de la historia y el resultado es terrorífico.
El problema es que el horror logrado por la novela es irrepresentable por el lenguaje cinematográfico.
La novela plantea un cambio de roles: las bestias ocupan el lugar de los hombres y, por consiguiente, los hombres se bestializan. El punto central de esa bestialización es la pérdida del lenguaje.
Cuando el protagonista logra reconstruir el proceso por el cual se produjo la traslación de los roles entre las especies, descubre que el eje de la claudicación humana fue su abulia, su apatía ante sus propios logros.
El planteamiento es: ¿puede el hombre llegar a tal estado de desinterés que sea desplazado por otra especie?
miércoles, 2 de abril de 2008
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1 comentario:
esta buena esa reflexion... y tnes razon el hombre podria ser reemplazado??y asi como vamos pareceria posible!!
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