Estoy convencido que uno de los factores del fracaso de nuestros políticos se debe a su falta de imaginación para interpretar la realidad que tienen ante su vista. Continúan aferrándose a fórmulas forjadas en el siglo XIX y no son capaces de acudir a su entorno inmediato para generar una transformación que sería beneficiosa para todos.
Por ejemplo, cuando muestran las calles destrozadas y prometen campañas para reparar los baches que en el mejor de los casos se concreta en alguna dudosa licitación en que alguna empresa y el funcionario de turno ganan muy bien a costa de las arcas del Estado. En lugar de ello bien podrian haber alquilado las calles para un rally. Con las ventas de publicidad ya se pagaría solo el arreglo de las calles, lo que se venda en concepto de derechos de transmisión servirían para pagar la siguiente campaña y con la venta de entradas y espacios para puestos de negocios el dinero sería un excedente para aumentar el sueldo a todos, incluso a los empelados estatales.
La limpieza del Riachuelo: dicen que es muy costosa y no saben cómo encararla.
¿Para qué limpiarlo? Bien puede alquilarse a las empresas que prueban equipos de buceo en zonas altamente contaminadas o para que experimenten con los efectos de armas bacterológicas o, mejor aún, vender el agua embotellada como arma bacteriológica. Creo que Bin Ladem pagaría bien por cada litro.
La Armada se queja por la falta de presupuesto para modernizarse y equiparse y la Sra. Ministro de Defensa dice que no hay fondos.
¿Por qué no alquilar la flota obsoleta a otras Armadas? Bien podrían entrenar cómo sobrevivir a desastres, reflotar navíos hundidos y prácticar tiro destruyendo blancos móviles.
Sería una forma de deshacerse de personal cuestionado en "accidentes" muy oportunos y con el dinero recaudado comprar nuevo equipo o usado que puede volver a usarse del mismo modo, manteniendo a los miembros de la Armada en práctica permanente.
Creo que si me contrataran como asesor tendría muy buenas ideas para mejorar la recaudación del Estado sin atacar al bolsillo de los ciudadanos que pagan los impuestos.
lunes, 14 de septiembre de 2009
Jóvenes, fuertes y ágiles
Después de moverme por la calles de Salta y escuchar diverso comentarios de peatones y conductores, he llegado a la conclusión de que estamos bajo un proceso de selección (aunque no sé bien si natural o artificial) tendiente a que sólo queden los jóvenes, fuertes y sanos.
Vi a un hombre que caminaba con dificultad por las lesiones de sus rodillas que en medio de la calle Belgrano era abandonado por el amparo del semáforo, sobre él se fueron todos los autos y colectivos en desbando, amenazándolo con bocinazos. No sé de donde sacó la velocidad que le permitió llegar a la vereda salvadora.
Otro tanto vi a una señora que con su notorio embarazo era abandonda por el semáforo en la esquina de Belgrano y Zuviría. Nadie bajó la velocidad y (sospecho de alguna fuerza natural bienhechora) llegó a la vereda.
En la esquina de Gral. Güemes y Mitre un muchacho que camina dificultosamente con muletas resbaló entes de alcanzar el cordón y si no fuera por dos hombres caritativos que se interpusieron entre los autos y levantaron al accidentado, ahora no lo vería seguir con su cajón y su dificultosa marcha por el centro.
No creo que todo esto sea casual, sospecho que hay un plan por detrás para depurar la especie y dejar en pie sólo a los jóvenes, fuertes y ágiles.
Vi a un hombre que caminaba con dificultad por las lesiones de sus rodillas que en medio de la calle Belgrano era abandonado por el amparo del semáforo, sobre él se fueron todos los autos y colectivos en desbando, amenazándolo con bocinazos. No sé de donde sacó la velocidad que le permitió llegar a la vereda salvadora.
Otro tanto vi a una señora que con su notorio embarazo era abandonda por el semáforo en la esquina de Belgrano y Zuviría. Nadie bajó la velocidad y (sospecho de alguna fuerza natural bienhechora) llegó a la vereda.
En la esquina de Gral. Güemes y Mitre un muchacho que camina dificultosamente con muletas resbaló entes de alcanzar el cordón y si no fuera por dos hombres caritativos que se interpusieron entre los autos y levantaron al accidentado, ahora no lo vería seguir con su cajón y su dificultosa marcha por el centro.
No creo que todo esto sea casual, sospecho que hay un plan por detrás para depurar la especie y dejar en pie sólo a los jóvenes, fuertes y ágiles.
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