martes, 16 de mayo de 2023

Poesón (al universo) de Leopoldo Teuco Castilla

 

Poesón (al universo)

Leopoldo Teuco Castilla 2016

 

                Hacer poesía desde la física a la metafísica.

                El Libro de poemas de Leopoldo Teuco Castilla se titula Poesón, que de inmediato nos hace pensar en un aumentativo de poesía y especulamos con que se trata de una poesía magnificada, si cabe tal posibilidad. Sin embargo, debajo de esas letras destacadas en blanco sobre un fondo negro, hay un paréntesis que completa el título: "(al universo)".

                Entonces prestamos atención al diseño de tapa y notamos que ese fondo oscuro es la inmensa noche del universo con una galaxia al entro y otras perdidas en esa infinitud. Al pe de la tapa, debajo del nombre del autor, está el sello de la editorial: "El Suri porfiado", imagen de la mitología prehispánica de la región, que representa de algún modo el universo.

                A medida que avanzamos en el poemario descubrimos que el poeta se ha adentrado en los meandros de la astrofísica y tradujo las arduas ecuaciones a términos poéticos, reiterando su capacidad de acceder desde la física a la metafísica.

                Después de todo, la astrofísica busca explicar el principio y el fin del universo, mientras que le poeta busca dotar de un sentido a ese infinito movimiento de masa y energía.

                El espectáculo del universo ha inspirado tanto la religión y la ciencia como la poesía, todas formas brotadas del espectador consciente de sí y de su finitud que se pregunta: "¿Por qué todo y no la nada misma?"

                Han pasado decenas de milenios desde que el ancestro primitivo se irguió sobre sus patas traseras y miró el cielo diurno y nocturno con la gran angustia de quien ve todo por primera vez.

                Como conocedor de la astrofísica, Leopoldo Castilla hace del movimiento cósmico, sus leyes y paradojas, el material para poetizar sobre las angustias existenciales de la especie que toma la palabra como el brujo que busca con sus sortilegios verbales conjurar los temores ancestrales.

                Así como el científico crea neologismos para nominar los objetos y fenómenos que descubre, el poeta especula con una partícula elemental que tal vez sí sea "la partícula de Dios", el poesón. Principio creativo del átomo que así como porta la vida, también puede engendrar la muerte: poesón, simil fonético de "poison" o se "veneno".

26/05/2020

domingo, 14 de mayo de 2023

Lo pienso así nomás

Hoy vi una nota en TV con las imágenes de estándares de belleza qye se proyectan desde los medios masivos y los problemas que acarrean sobre el resto de las mujeres. No es la primera nota de ese tipo que veo al cabo de varias décadas pues sucede que –desde que las mujeres descubrieron que el deseo mueve a los hombres- buscaron la forma de sacar ventaja de eso. El capitalismo reconoció prontamente la potencialidad económica del deseo y tomó a mujeres con características físicas excepcionales  y las exhibió como un estándar el que el resto debía aspirar.

Entonces se asocia la imagen de una mujer exitosa con esa similitud al estándar de belleza establecido, se convirtió en un índice más de estatus porque lograr esa imagen requiere una inversión económica que no cualquiera puede realizar.

A partir de allí, las mujeres o padecen la frustración o se empeñan en alcanzar ese estándar para exhibirlo por los medios.

La aspiración a ese físico perfecto es la búsqueda de una fantasía , porque quienes lo buscan imaginan que quienes lo tienen viven en un mundo de lujos  y placeres. Mientras que la realidad es que los lujos pueden existir en la vida de esas personas objeto de admiración, pero los placeres muchas veces se postergan como parte del precio que deben pagar por los lujos que exhiben.

Los rasgos, el cabello y el cuerpo privilegiado que llevan al éxito deben ser  mantenidos con distintos esfuerzos y hasta sacrificios: gimnasios, masajes, cosméticos, peluqueros, cosmetólogos y dietas que les impiden disfrutar de comer o beber, porque o bien si los consumen es con culpa y, a veces, con vómitos posteriores para evitar que desbalanceen el  “cuerpo perfecto”.

Otro problema es que la belleza tiene un tiempo de caducidad y si a todos ese proceso natural nos afecta, cuanto más a quienes hicieron de eso su modo de ganarse la vida y relacionarse con los demás.

28/04/2023 

A treinta años del premio Casa de las Américas para la novela Augustus

 Cuando la envidia habló en la literatura de Salta

A treinta años del premio Casa de las Américas para la novela Augustus de Liliana Bellone

La literatura en Salta, a lo largo del siglo XX, pretendió mostrarse como una actividad eminentemente masculina, vinculada a la bohemia de tertulias con música, tabaco y alcohol, en un ambiente que no era considerado apropiado para una dama respetable.

De hecho, la mayor parte de la literatura producida por mujeres en Salta está vinculada a la labor docente, familiar o religiosa, porque eran los ámbitos en que sí podían manifestarse honrosa y decentemente las mujeres respetables de Salta.

Sin embargo, hacia la década de 1970 la universidad ya se había instalado en Salta para transformar las costumbres porque ella era propicia para que se formaran grupos mixtos de estudiantes que comenzaron a hacer sus tertulias aún con las limitaciones impuestas por la interrupción de la vida institucional. Con el retorno de la democracia el espacio público se hizo un lugar de manifestación artística donde la nueva literatura se exhibió en recitales y tendederos callejeros; ante la admiración y hasta el rechazo de las generaciones precedentes que expresaban su desacuerdo con las nuevas prácticas, hasta llegar el extremo de negarlas como arte. “Eso no es literatura” sentenciaban en sus reuniones y lo ponían por letras de molde a través de los medios en los que trabajaban. Ellos se consideraban los únicos “dueños de la literatura de Salta” y por lo tanto los únicos con autoridad para investir y autorizar a nuevos cofrades.

A pesar de todo, las nuevas generaciones continuaron con su pujanza y por el peso de su trabajo constante se impusieron dando nueva forma al campo literario salteño. A tal punto de que trascendieron los límites de las montañas que rodean al valle comarcano y se consagraron allende las pampas y los mares.

En 1993, por primera vez en la historia de la literatura de Salta, el Premio Casa de las Américas en novela recayó en Augustus de Liliana Bellone. Un premio internacional con un jurado de lujo.

El gran macho que se creía amo y señor de las letras de Salta recibió un duro golpe en su dignidad. La evidencia era irrefutable, una escritora, una mujer que no había ido a pedir permiso al cenáculo de los dueños de la literatura para escribir, la que andaba colgando versitos y cuentos fotocopiados, era una ganadora indiscutible.

Fue tal la envidia que un portavoz generacional trató de tapar el sol con un dedo y publicó inmediatamente una nota en la sección cultural de un medio local, negando que Liliana Bellone hubiera recibido el Premio Casa de las Américas.

Y como si eso fuera poco y para que el horror sea perfecto, sacaron fotocopias de la infamante nota y las deslizaron anónimamente por debajo de las puertas de los amigos y colegas de la autora. Pero las palabras no pueden ocultar los hechos por demasiado tiempo y el premio fue entregado, la novela publicada en Cuba y luego dos reediciones en la Argentina; algo a lo que no podían aspirar los escritores de provincia, acostumbrados a pequeñas tiradas que luego no se reimprimían.

Por la lamentable nota negatoria se le echa la culpa a Luis Andolfi pues lo confesó y prometió una enmienda nunca cumplida, sin embargo es sólo un nombre y un rostro visible de toda una comunidad de escritores, pues en su momento ninguno de ellos salió a esclarecer los hechos y, no digo, realizar un desagravio con la novelista injustamente ofendida.

Ese silencio cómplice denuncia a todos aquellos que por omisión manifestaron su envidia por el logro de la escritora.

¿Cuántos de ellos se la pasaron hablando de la literatura de otros, fantaseando sobre libros que nunca escribieron y sobre premios que nunca recibieron?

Los machos heridos en su orgullo tuvieron que apretar los dientes y –muy a pesar suyo- admitir que la literatura de Salta estaba muy bien representada allende las montañas por excelentes escritoras que recogían premios a nivel nacional e internacional.

Con suerte, las nuevas generaciones dejan de lado los prejuicios sexistas y comparten libremente el campo literario, enriqueciéndolo para que los futuros lectores tengan un mundo cultural más amplio que conocer y transformar.

28/04/2023