Introducción
Este artículo no se centra específicamente en
el papel que la historieta puede jugar específicamente en la enseñanza de la
lengua o de la literatura, más bien tiene una orientación hacia la vinculación
de este género mediático con la educación formal en general.
Nos proponemos ante todo llamar la atención
sobre las potencialidades que tiene el género para ser aprovechado como
material de lectura en los distintos niveles del sistema educativo.
Relación prejuiciosa
La educación durante mucho tiempo ha estado
investida de un halo de solemnidad que, por tal motivo, excluyó o estigmatizó
negativamente una serie de prácticas sociales por considerarlas inadecuadas
para su carácter. Entre ellas podemos mencionar la canción popular, los
entretenimientos mediáticos.
Hubo que esperar a que avanzara el siglo XX
para que se cuestionara esa práctica discriminatoria en cuanto a lo que se
admitía o no en el ámbito educativo. Recién entonces comenzó a considerarse la
importancia de prácticas no escolarizadas en el aprendizaje y la socialización
de los individuos de cada comunidad.
Dentro de ese panorama, los entretenimientos
populares como la radio, el cine, la historieta, la fotonovela o los folletines
quedaron excluidos y hasta condenados por el sistema educativo porque
consideraban que distraían el tiempo que el estudiante podía dedicar a
prácticas más serias. De modo que había un consenso generalizado en cuanto a
actividades más o menos serias que redundaban en la formación de una persona
culta. Por tal motivo, casi nadie se atrevía a afirmar su carácter de
consumidor de ciertos productos de circulación masiva. Si alguien afirmaba que
leía revistas, nombraba MUY INTERESANTE,
NEWTON, NATIONAL GEOGRAPHIC, EL CORREO DE LA UNESCO , TODO ES HISTORIA o NOTICIAS, nadie
que se reconociera como "persona culta" era capaz de confesar su
gusto por las series de televisión, radio o telenovelas y mucho menos por las
historietas.
De las lecturas de entretenimiento siempre se
dijo que eran "poco serias" y, por lo tanto, no aportaban nada
positivo a la formación cultural de un lector. Sin embargo, con el
reconocimiento de la importancia del juego en la formación, aprendizaje y
maduración del individuo pudo echarse una nueva mirada sobre esos productos
"poco serios".
En mi caso particular, me interesa detenerme
en la historieta, como una parte representativa de ese fenómeno de
reacomodamiento de las producciones culturales.
El papel de la historieta
A poco de su nacimiento, la historieta trató
de asumir un carácter educativo, facilitando a los lectores con poca formación
escolar el acceso a la literatura clásica, por ello aparecen esos primeros
intentos de ilustración de cuentos y novelas en los que lo icónico se superpone
de modo redundante con los párrafos descriptivos del texto tomado como modelo.
Evidentemente en esta etapa hay una intención didáctica, la de acercar una
cultura libresca a los consumidores de lectura ilustrada. Un ejemplo claro de
este tipo de historieta es la que publica la revista INTERVALO de Editorial Columba con adaptaciones de cuentos
completos o novelas clásicas por entregas.
En las décadas que van del 30 hasta el 80,
esas adaptaciones fueron cambiando, no sólo en forma sino en la apreciación que
hace un género sobre el otro, pues si en una primera etapa la historieta se
consideraba al servicio de un género de más reconocimiento social -la
literatura- con el avance de las décadas y la conformación de un nuevo modelo
de lector, la historieta se asumió como un lenguaje nuevo a la altura de la
literatura, capaz de tratar sus mismos temas con sus propios recursos.
Una nueva mirada
Algunos de los precursores en la innovación
educativa vieron la potencialidad expresiva de la historieta y apelaron a
algunas ya existentes -como sucedió con la afamada MAFALDA de Quino- o a la manera de la historieta construyeron
viñetas con personajes y globos que alternaban con los textos expositivos –cuyo
representante más conocido es Francesco Tonucci.
http://agenciasanluis.com/notas/2014/08/26/
el-psicopedagogo-y-dibujante-francesco-tonucci-en-san-luis-2/
Simultáneamente, muchos historietistas
trabajaron para sus producciones con una rigurosa documentación, lo que les
permitió adquirir una clara conciencia del poder informativo del lenguaje con
el que trataban. Es por ello que de algunos historietistas surgió la propuesta
de emplear la historieta como un instrumento didáctico dentro del sistema
educativo.
El problema fue que el estigma negativo de
"lectura pasatista" o "poco seria" aún pesaba en la
mentalidad de muchos educadores y, antes de revisar la propuesta, prefirieron
descartarla.
Un caso concreto ocurrió en Salta. Jorge Klix
Cornejo fue el primer historietista salteño en publicar regularmente tiras en
el diario de mayor importancia, no sólo local sino regional, trasponiendo la
frontera nacional. Este creador tenía como tema la historia de la región,
centrándose en personajes que la historia oficial trata tangencialmente, pero
cuyo protagonismo tiene el ingrediente principal de la historieta: la aventura.
Consciente de su trabajo como divulgador de la
historia, Jorge Klix Cornejo compiló las tiras en libros y, ante la
transformación democrática de la década del 80, propuso al Ministerio de
Educación de la Provincia
de Salta que los emplearan en las escuelas para la enseñanza de la historia. La
respuesta fue que la historia era demasiado seria para ser abordada por la
historieta y mucho menos en la escuela.
Mientras el emprendimiento privado de Klix
Cornejo fracasaba en Salta, en Buenos Aires, Félix Luna iniciaba el proyecto
"Félix Luna te cuenta la historia", con el apoyo de Editorial
Atlántida, muy conocida en los medios educativos por sus numerosas
publicaciones destinadas para su circulación en el sistema escolar.
Sucede que este historiador -más escritor que
académico- fue un preocupado por la divulgación y en esa especialidad es famosa
la revista TODO ES HISTORIA que
dirige con una continuidad de más de treinta años.
La colección "Félix Luna te cuenta la
historia" se inició con MATÍAS CRUZA
LOS ANDES, publicado en 1992 con guión de Ricardo Mariño y dibujos de
Rafael Segura. El segundo libro ya estaba anunciado en el primero y se publicó
en el mismo año pues el tema no daba tiempo a la postergación: MATÍAS DESCUBRE AMÉRICA.
https://luisalberto941.wordpress.com/2011/08/page/2/
Esta colección dirigida por Luna -de la que
sólo conocemos estos dos ejemplares- había sido concebida para su uso y
circulación escolar. Era un material producido ad hoc y por ello se proponía un
personaje inserto en el sistema escolar: Matías. Este personaje era un
estudiante cuyo desinterés por la escuela era superado por la aparición de un
libro mágico que lo trasladaba a los escenarios históricos que debía estudiar.
De ese modo, Matías se convertía en un viajero del tiempo que no se limitaba a
observar la historia sino a protagonizarla junto a los héroes inmortalizados
por el bronce y el discurso histórico.
La propuesta resultaba interesante pero no
sabemos si hubo continuidad en la colección. Lo que nos parece negativo es que,
como la literatura producida para el consumo escolar, es artificial, hecha para
cubrir intereses didácticos y no es el resultado de una auténtica producción
destinada a atrapar al lector por su propia temática y técnica narrativa.
Desde mi punto de vista se trata de renovar
la posición elitista de que la producción tiene valor porque la respalda un
historiador.
Un reservorio de
conocimientos
Entre las historietas producidas desde que
surgió el género y hasta la actualidad hay una gran cantidad de textos con
mayor o menor documentación de base pero centradas en la clave del género: la
aventura; sin descuidar la remisión a la historia como fondo.
Consideramos que no se trata de hacer
historietas para que el docente utilice en el aula sino de que los docentes
aprendan a seleccionar del material existente, lo que puede servirles para
abordar determinados temas escolares.
Solamente a título de ejemplo, voy a citar el
caso del actor Roberto Carnaghi quien en una entrevista contó que aprobó un
examen de historia con una nota alta, en el que el tema central eran los
antecedentes de la Revolución Francesa ,
y cuando el docente le preguntó donde había estudiado todo y cómo sabía tan
bien el tema, confesó que no había estudiado sino que era un gran lector de
Dumas.
Docentes de distintas asignaturas conocedores
de la potencialidad informativa de los medios, ilustran sus clases con cuentos,
novelas y películas que permiten a los estudiantes acceder a una imagen
enriquecida de los temas que abordan.
En estos casos no se trata de películas o de
novelas hechas ad hoc, se trata de buenas producciones, hechas con toda la
finalidad de conquistar a un público. Pensemos que EL NOMBRE DE LA ROSA
de Jean Jack Anaud o CORAZÓN VALIENTE
de Mel Gibson ilustran mejor a los estudiantes sobre aspectos de la edad media
que someterlos a tediosas lecturas de textos académicos previstos para lectores
universitarios.
Del mismo modo voy a confesar que aprendí de
las campañas de Alejandro Magno leyendo ARGÓN
EL JUSTICIERO, supe de la invasión de los hunos gracias a KAYAM y comprendí la Batalla de Inglaterra
junto a RAF y LUTWAFFE y en mi carrera universitaria Mafalda me ayudó a
reflexionar sobre el sistema educativo tanto como Tonucci.
http://armando-fernandez.blogspot.com.ar/2008/03/
la-historieta-histrica-como-atractivo.html
Conclusión
En definitiva, creo que desde nuestro lugar de
docentes e investigadores debemos iniciar un fructífero intercambio con los
lectores de esos géneros mediáticos a los que no hemos prestado mayor atención,
más por un prejuicio que por una valorización de su estética o de la
información que portan.
Abrir el diálogo con los creadores del género
permitiría desarrollar proyectos conjuntos como el que está llevando la U.N .H.I.L. en Tucumán con el
auspicio del Ministerio de Educación para escribir la historia de la
independencia en historieta o recuperar historietas que han desaparecido de
circulación y cuyos textos serían de gran provecho para acercar a los
estudiantes a contenidos de distintas asignaturas.
El intercambio entre profesionales y
aficionados al género con docentes de diversas áreas y pedagogos permitiría que
el lenguaje de la historieta muestre su potencialidad en distintos áreas y niveles
del sistema escolar.
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Nota:
El artículo se basa en una conferencia
dictada en uno de los encuentros de historietistas organizado por la U.N .H.I.L. de Tucumán. Esta
asociación es una de las tantas que han surgido a lo largo de la Argentina en las últimas
dos décadas nucleando a creadores de historieta, lectores, docentes e
investigadores, generando foros de discusión e intercambio que difunden y
revalorizan la historieta y fue reformulada para ser presentada como ponencia
en El VI CONGRESO NACIONAL DE DIDÁCTICA DE LA LENGUA Y LA LITERATURA, realizado
en Salta entre el 20 y el 22 DE SETIEMBRE DE 2007.
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